La “normalidad” duró solo dos meses en la Ruta 22: suspensiones y conflicto
El tramo Fernández Oro-Cipolletti volvió a frenarse. La contratista advirtió que no mantendría a todo su plantel porque Nación demora los pagos. Intervino el gobierno provincial y junto a la Uocra buscaron reubicar a 15 obreros. Vialidad Nacional liberó fondos ayer por la tarde para descomprimir.
La imagen de reactivación en las obras para ampliar la Ruta 22 duró un suspiro.
La tediosa Sección 5, entre Fernández Oro y Cipolletti, tiene los trabajos otra vez pendiendo de un hilo, a raíz de los problemas financieros que atraviesa la UTE a cargo del proyecto.
Fuentes de las empresas CPC y CN Sapag aseguran que esas dificultades surgieron por las demoras del gobierno nacional para pagar avances ya certificados.
Dando crédito a esa versión, en el Distrito Río Negro de Vialidad Nacional admitieron ayer por la mañana compromisos impagos por unos 40 millones de pesos.
Desde la sede central del organismo dieron otras explicaciones y solo admitieron “mínimos atrasos” en las transferencias.
El eje del conflicto fue ubicado en la “delicada situación financiera” de las contratistas, una de ellas propiedad de Cristóbal López y la otra de la familia neuquina Sapag.
De todas maneras, a primera hora de la tarde informaron desde Buenos Aires que la situación debería descomprimirse, a partir del pago de un certificado que había vencido la semana pasada.
Más allá de esas múltiples versiones y de las reacciones oficiales, lo concreto es que dentro del puñado de operarios que en abril habían retomado el proyecto de autopista empezaron a recibir esta semana avisos de suspensión.
La situación generó malestar y desató una amenaza de piquete sobre las precarias colectoras que desvían el tránsito vehicular en ese tramo de la ruta.
“Los trabajadores somos quienes estamos de rehenes. No queremos que suspendan a ningún obrero. La obra está paralizada hasta que se solucione el problema”, expresaron desde la Uocra al referirse al conflicto.
La crisis llegó a oídos del gobierno provincial, que inició contactos con la conducción de la Uocra en la región para amortiguar el impacto del desempleo, reubicando a los obreros afectados.
“Río Negro” consultó ayer al coordinador de Vialidad Nacional, Eduardo Plasencia, quien confirmó los inconvenientes. En un primer contacto dijo que podrían extenderse hasta dos semanas, pero más tarde anunció el envío de fondos a la UTE contratada para el proyecto.
Por su parte, Ricardo Di Clérico, titular de la Uocra en Río Negro, explicó que la empresa les dijo que la decisión de suspender a los trabajadores se debe a que “Nación no les paga y tienen que despedir gente”.
“Siempre cortan por el hilo más fino”, se quejó el referente gremial.
Di Clérico confirmó que se están realizando tratativas para que los trabajadores “pasen a otras obras y no se queden sin trabajo”.
“Como sindicato no podemos presionar a Nación o Provincia para que les paguen a las empresas”, consideró el secretario general de Uocra, quien confirmó que dialogan con las empresas para que la gente “siga trabajando”.
“Medidas de fuerza concretas no hemos realizado porque no han enviado telegramas, pero supimos de las suspensiones por eso nos movilizamos”, señaló el gremialista.
Unos 40 millones de pesos pendientes por trabajos recientes
A la Unión Transitoria de Empresas (UTE) CPC-Sapag se le adeudaban ayer unos 40 millones de pesos en certificados de Vialidad Nacional por la sección Allen-Cipolletti, según admitieron a “Río Negro” fuentes de Vialidad Nacional. Por ese motivo, autoridades del Distrito XX de ese organismo gestionaron la cancelación del compromiso, lográndose un anuncio de pago durante la tarde.
La obra se había activado entre fines de marzo y principios de abril pasado, tras lo cual se iniciaron los expedientes para que ingrese en el proceso de pago en el marco de una lógica desfinanciación general, de acuerdo a lo que se supo.
Por otro lado, habría incidido en la paralización de actividades la demora en la entrega de insumos por parte de los proveedores, por caso los envíos de hierro al obrador.
La imagen de reactivación en las obras para ampliar la Ruta 22 duró un suspiro.
La tediosa Sección 5, entre Fernández Oro y Cipolletti, tiene los trabajos otra vez pendiendo de un hilo, a raíz de los problemas financieros que atraviesa la UTE a cargo del proyecto.
Fuentes de las empresas CPC y CN Sapag aseguran que esas dificultades surgieron por las demoras del gobierno nacional para pagar avances ya certificados.
Dando crédito a esa versión, en el Distrito Río Negro de Vialidad Nacional admitieron ayer por la mañana compromisos impagos por unos 40 millones de pesos.
Desde la sede central del organismo dieron otras explicaciones y solo admitieron “mínimos atrasos” en las transferencias.
El eje del conflicto fue ubicado en la “delicada situación financiera” de las contratistas, una de ellas propiedad de Cristóbal López y la otra de la familia neuquina Sapag.
De todas maneras, a primera hora de la tarde informaron desde Buenos Aires que la situación debería descomprimirse, a partir del pago de un certificado que había vencido la semana pasada.
Más allá de esas múltiples versiones y de las reacciones oficiales, lo concreto es que dentro del puñado de operarios que en abril habían retomado el proyecto de autopista empezaron a recibir esta semana avisos de suspensión.
La situación generó malestar y desató una amenaza de piquete sobre las precarias colectoras que desvían el tránsito vehicular en ese tramo de la ruta.
“Los trabajadores somos quienes estamos de rehenes. No queremos que suspendan a ningún obrero. La obra está paralizada hasta que se solucione el problema”, expresaron desde la Uocra al referirse al conflicto.
La crisis llegó a oídos del gobierno provincial, que inició contactos con la conducción de la Uocra en la región para amortiguar el impacto del desempleo, reubicando a los obreros afectados.
“Río Negro” consultó ayer al coordinador de Vialidad Nacional, Eduardo Plasencia, quien confirmó los inconvenientes. En un primer contacto dijo que podrían extenderse hasta dos semanas, pero más tarde anunció el envío de fondos a la UTE contratada para el proyecto.
Por su parte, Ricardo Di Clérico, titular de la Uocra en Río Negro, explicó que la empresa les dijo que la decisión de suspender a los trabajadores se debe a que “Nación no les paga y tienen que despedir gente”.
“Siempre cortan por el hilo más fino”, se quejó el referente gremial.
Di Clérico confirmó que se están realizando tratativas para que los trabajadores “pasen a otras obras y no se queden sin trabajo”.
“Como sindicato no podemos presionar a Nación o Provincia para que les paguen a las empresas”, consideró el secretario general de Uocra, quien confirmó que dialogan con las empresas para que la gente “siga trabajando”.
“Medidas de fuerza concretas no hemos realizado porque no han enviado telegramas, pero supimos de las suspensiones por eso nos movilizamos”, señaló el gremialista.
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