Paisajes e historias de la Línea Sur inspiraron a un cantautor de Roca: así surgió esta hermosa canción

A través de "En la estepa", un cantautor de Roca habla sobre los habitantes de la región sur con poesía, acordes e imágenes. “Es una geografía olvidada, donde a veces Dios tarda en responder”, dijo. Escuchá la canción y adentrate en una geografía soñada.  

“En la Estepa” es un retrato sonoro y visual con los ingredientes justos para otorgarle a quien percibe, un mítico viaje por la geografía patagónica, paisajes soñados y mágicos de la región sur de Río Negro. Las historias ocultas y enredadas en las praderas salen a la luz, los animales sigilosos rompen el silencio y los personajes típicos; campesinos solitarios, amanecen trabajando y se duermen trabajando. 

En algunos campos de la Línea Sur, la inmensidad no tiene límites y los astros son los únicos testigos. Jonathan Ceballes es el creador de una pieza musical que recrea esas vivencias desde la gratitud por tantos veranos en los pagos, que muy pocos tuvieron el lujo de temer. 

Con el acordeón y la voz como protagonistas, el artista eligió un chamamé lento para retratar su poesía, y con ella un día en la vida de los y las habitantes de zonas rurales de Río Negro, que vuelven a sus arduos trabajos luego de las fiestas de fin de año. 

La canción presenta la vida de un criollo, el protagonista, quien tiene a su hijo esquilando en comparsas y va juntando vellón por vellón como para cumplir sus sueños futuros. Su hija, la más chica, se encuentra en la escuela hogar. 

«En la estepa», se llama la canción que el músico de Roca compuso como chamamé lento. Fotos: Jonathan Ceballes

“El personaje está esperando un bebé y para este peón no es su sueño que sus hijos continúen su vida o su tradición, como tratando de cambiar este destino sufrido”, contó. Sin embargo, él prefiere morir ahí, “tal vez en polvo pueda enraizarme en la eternidad”, reza el tema, 100% independiente y artesanal.

Por línea sur, se entiende el territorio que nace al sur de la Ruta 23, de la vía del tren y todos los pueblos que crecieron gracias a estos caminos. Jonathan se inspiró en los veranos y visitas a toda su familia paterna, todos nacidos y criados en esta región. 

“A veces solo tenemos que mirar hacia nuestros costados”, refirió Jonathan en una entrevista con Diario RIO NEGRO. “Yo pude ver todo esto visitando a mis familiares y viendo a los vecinos del lugar. Así que fue una canción que salió naturalmente”, contó. 

La canción fue grabada en 2019 en el disco “Mil gritos de libertad” de Ceballes, con una recopilación de las mejores fotografías que el mismo artista tomó de manera amateur en esos lugares. Con ellas editó un videoclip que fue publicado en las plataformas digitales el 30 de enero de este año. 

Ñe Luan, El Caín, Maquinchao, Tromeniyeu, Yamaniyeu, Prahuaniyeu, Barrilniyeu y Pilquiniyeu son las zonas y parajes que el cantautor eligió para retratar con las imágenes y los versos.  La canción fue escrita y grabada con voz y guitarra por el propio Jonathan Ceballes; en acordeón está Damian Aravena; en percusión, Angel Ceballes y en bajo; Hugo Donamaria. 

Los recuerdos de la infancia y el campo


Yo he pasado mucho tiempo allá, sobre todo en mis vacaciones de verano, y me ha tocado recorrer muchos lugares y eventos, como por ejemplo las señaladas, la Navidad y Año Nuevo, que suele ser de una manera distinta a cómo se hace en la ciudad. Es con músicos en vivo, la mayoría de la música está relacionada con el acordeón, hay cumbia, chamamé, paso doble, tarantela, foxtrot, que es otro ritmo. Entonces yo de chico pude observar y tengo grandes y muy lindos recuerdos”, comentó Jonathan. 

Luego de las fiestas, la gente regresa a sus hogares, a sus puestos, ya no con la alegría de estar con su familia y vecinos en cercanía, sino con la penuria de volver a trabajar a distancia, lejos y en soledad.  “Es una geografía olvidada, donde a veces Dios tarda en responder”, dice Jonathan en su canción.  

“Cuando era chico, tenía el recuerdo de que muchos amigos míos se encontraban en las escuelas hogares o en las residencias, que son lugares donde los chicos permanecen durante todo el ciclo lectivo, ya que, bueno, no pueden volver a sus casas porque ellos justamente viven en el campo, lejos. Y las vacaciones solían ser en invierno, en mayo hasta septiembre, que es donde solían venir las grandes nevazones”, comentó Jonathan. 

Las repercusiones con la canción superaron las expectativas del autor. “Para mi es fundamental que una canción que no es de ningún autor conocido, pueda tener tan lindas devoluciones, para mí eso es impagable”, concluyó. 

Letra completa de «En la estepa»


Voy campeando el rebaño al aclarecer

y en mi silbido nace un lento chamamé

días atrás era ligerito, en esas fiestas que se han ido

y hoy en la estepa arreo mil leguas más.

Tengo un viejo ovejero y un cuzco fiel

y un guachito que sigue el sonido de mi tropel

me acompañan a donde vaya, en esta geografía olvidada

donde Dios tarda a veces en responder.

Esquilando en comparsas mi hijo está

juntando los vellones para soñar

y la más chica espera en la escuela hogar,

el invierno y ella juntos vendrán.

Mi osamenta por siempre aquí estará

quizás en polvo pueda enraizarme en la eternidad

empantanarme en algún menuco, convertirme en un fuerte adobe

o en líticas planizas poder volar.

Beso muy suave el vientre de mi amor

tímidas melodías le canto hoy

tal vez criancero sea como soy yo

o puede tomar mi guitarra y ser un cantor.


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