La peña: fútbol por la radio, esa vieja pasión
Datos
- No hay mal que por bien no venga dice el dicho, y creo que se ajusta a lo que sucedió con el cambio de modalidad para ver el fútbol.
- Es que nos vimos obligados a regresar a la radio, a encontrar ahí el refugio a la hora de los partidos, dejamos de ver para escuchar y escuchar nos obligó a recrear imaginación y a entender que los relatores de partidos en realidad nos cuentan lo que quieren, recrean imágenes, exageran y le ponen emoción cuando el partido viene muy chato.
- Es decir, volvimos a la tradición de escuchar los partidos en radio, a sentir esa pasión contada y no vista por nuestros propios ojos. El relator le pone magia porque es capaz de describir lo imperceptible y llevarnos a una escena emocionante cada vez que al menos merodean el área.
- La magia de la radio es lo que la hace tan tentadora. Escuchar un partido de fútbol era pasado de moda, pero para una franja de la sociedad volvió a ser una opción válida cuando se retomó el cobro para ver los partidos del fin de semana.
- Esta vez el escenario es distinto, ahora no hay que hacer malabares para escuchar. Las radios modernas se escuchan a la perfección y no hay que estar de un lado para el otro para agarrar la onda. Los partidos jugados de noche se perdían en el espacio y no había modo de recuperar una transmisión. En lo mejor de la jugada se iba la onda y nos quedábamos sin saber qué pasó. Y tal vez ese partido no se volviera a escuchar de modo que recién nos enterábamos al día siguiente de lo que había ocurrido cuando el diario llegaba al pueblo.
- El “se va la onda” era moneda corriente en la radio, porque se perdía la conexión fácilmente y ni hablar cuando te tocaba vivir en zona de montañas.
- Pero casi sin quererlo, por esta razón y por otras, la radio sigue vigente, no perdió la magia ni esa sensación de estar en el lugar de los acontecimientos.
- La radio invita a redescubrir sus encantos y es el tiempo de reavivar esa costumbre de la mano del fútbol.
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