La seducción de las flotadas de pesca por el río Limay

Cerca de Bariloche, te permiten llegar a lugares que no tenés acceso desde la ruta a sacar “el pescado de tu vida”. Es una oportunidad única por su entorno natural y de clase mundial, por la calidad de sus truchas. Entran cardúmenes de piezas de hasta 8 o 9 kilos.

El contacto con la naturaleza moviliza a cientos de amantes de la pesca deportiva que cada año eligen recorrer y disfrutar el serpenteante río Limay, que seduce con sus aguas cristalinas y su paisaje único.

Es el río más importante dentro del Parque Nacional, su naciente se localiza a 17 km de la ciudad de San Carlos de Bariloche , en el extremo este del gran lago Nahuel Huapi y todo el ritual atrapa. Es un mundo fascinante para los amantes de la pesca deportiva que buscan cada temporada nuevas experiencias.

“Al flotar te metés en lugares que no tenés acceso desde la ruta”, explicó el guía de pesca Horacio Maida. La ventaja de contratar un guía que conoce cada rincón de Limay “es que ganás tiempo” y te evitás sorpresas.

Es que el Limay cautiva por su belleza, pero siempre se debe navegar con precaución. “El guía va todos los días y tiene todo probado”, afirma Maida. “Conoce el lugar indicado y te lo va a enseñar de forma que lo disfrutes tranquilo”, agregó.

La temporada de pesca deportiva comenzó el 1 de noviembre en la región. Foto: Fishinglife

La ceremonia comienza con los primeros rayos del sol. La temporada de pesca deportiva comenzó el 1 de noviembre en la región. “Nos levantamos a las 6 y ultimamos los detalles. Pasamos a buscar a las 8 a los pescadores por el hotel en el que se hospedan y a las 9 estamos con el bote preparado para iniciar la aventura”, relató Maida.

La hoja de ruta

Explicó que recorren unos 14 kilómetros del río, que tiene 55 kilómetros de extensión sumados todos los tramos que forman parte de ese curso de agua potente y lleno de vida.

“Flotamos hasta el mediodía, cuando hacemos una parada para preparar una picada de ahumados, degustar una bondiola, un vinito, un postre”, comentó el guía.

Ese primer tramo de la excursión arranca desde la boca del río Limay, debajo del puente que une las provincias de Neuquén y Río Negro, hasta la estancia Rincón Chico o Villa Llanquín. Luego, siguen con la flotada hasta la zona de Confluencia.

“Hay pescadores que viajan desde Estados Unidos solo a a pescar y tal vez tienen solo tres piques, pero sacás el pescado de tu vida”

Horacio Maida guía de pesca.

“El Limay es un río único por su entorno natural”, destacó. En sus aguas cristalinas ocurre la migración de las truchas marrones en agua dulce en abril o mayo. El proceso comienza en el lago Nahuel Huapi. Allí, las truchas se alimentan y entran al río a desovar. Maida aseguró que entran cardúmenes de piezas de hasta 8 o 9 kilos. “El Limay es un río de clase mundial por la calidad de sus truchas”, sostuvo.

Al mediodía hacen una parada para preparar una picada y un vinito. Foto: Fishinglife

Por eso, vienen pescadores de varios países además de los fanáticos argentinos. Pero obtener una pieza no es una tarea sencilla. Para nada. Es una faena durísima que obliga a tener paciencia oriental. En esa misión la belleza del lugar ayuda, y mucho. “A veces en toda la jornada tenés una sola chance de sacar algo, pero la gente viene igual”, manifestó Maida. “Hay pescadores que viajan desde Estados Unidos solo a a pescar y tal vez tienen solo tres piques, pero sacás el pescado de tu vida”, aseguró.

El desafío

Explicó que los pescadores de otros países eligen pescar en el Limay porque es uno de los pocos lugares en el mundo donde encuentran las truchas en “estado salvaje”. “Todo lo que está se da naturalmente. En cambio, en ríos de Estados Unidos, por ejemplo, son de otra genética”, comentó.

Maida dijo que arriban a Bariloche pescadores de Alemania, Nueva Zelanda, Estados Unidos y de otros puntos de la Argentina. Recordó que se estima que en el mundo hay unos 20 millones de pescadores con mosca. “El público es grande”, remató.

Opinó que los europeos valoran el paisaje y, sobre todo, la soledad. “Les gusta ir a lugares donde casi no hay gente”, contó. En otros ríos muchas veces hay decenas de embarcaciones. El Limay tiene la particularidad de no tener rápidos. Eso aporta serenidad a las salidas.

Truchas de hasta 9 kg. Foto: Fishinglife

“Guío desde hace mucho tiempo, pero es una experiencia que me apasiona. Todos los días son diferentes”, confió. Relató que hay jornadas con vientos durísimos, “pero la disfrutás en el medio de la naturaleza. El paisaje de estepa es alucinante. Estar en el río y ver desde la embarcación toda la Cordillera nevada es una imagen incomparable”, afirmó. Son fotografías que los pescadores se llevan como recuerdo.

Datos

300 o 400
dólares para dos personas y un guía sale un día de pesca en el Limay
55 km
de extensión tiene el río Limay

“Hay mucha gente que viene como principiantes porque es un paseo en el medio de la naturaleza”, sostuvo. Por eso, es una excursión que el turista extranjero paga sin chistar, porque es súper exclusiva. “Un día de pesca en el Limay puede costar entre 300 o 400 dólares para dos personas y un guía”, comentó. Incluye la comida, las bebidas, los equipos, aunque depende de cada operador, comentó Maida.

La flotada la hacen en balsas o en cataraf (embarcación) a remos. No se requiere de otro equipamiento. Los permisos se deben pagar aparte. Y aclaró que no es la excursión más cara de todas.

Pasión

Eduardo Bladauskas es uno de los titulares de Fishinglife, que es una pequeña empresa de servicios de pesca deportiva, gerenciada y operada por guías profesionales de pesca del Parque Nacional Nahuel Huapi.

Explicó que son guías que disfrutan compartir las bellezas de la Patagonia “y nuestros conocimientos, y hemos transformado nuestra pasión -disfrutar de estar pescando- en un estilo de vida”.

Llegan pescadores de todo el mundo.

Contó que llevan más de 14 años guiando en el Parque Nacional. Tienen su base en Bariloche, que cuenta con aeropuerto internacional, gran variedad de alojamientos, restoranes de todos los niveles, bancos y todos los servicios que el viajero pudiera necesitar.

“La claridad de sus aguas, maravillosos paisajes y excelente pesca hacen de una flotada una experiencia inolvidable”

Eduardo Bladauskas guía de pesca y uno de los titulares de Fishinglife

Indicó que no está permitido el uso de carnada natural para la pesca, “por lo que sólo utilizamos señuelos artificiales, como moscas, cucharas, spinners, etc”. Recordó que en los ríos, el reglamento establece la modalidad “pesca con devolución”, así como en algunos lagos.

“El ciclo de reproducción de las truchas en la Patagonia es completamente natural y no son sembradas por el hombre; de hecho esto está prohibido, tendiendo a preservar este tesoro –truchas silvestres- que son huidizas, astutas y acrobáticas en sus saltos”, describió Bladauskas.

Por eso, la pesca de truchas en la Patagonia es un desafío muy atractivo para pescadores de todas partes del mundo. Bladauskas dijo que la pesca en el Limay “es una de nuestras mejores recomendaciones para cualquier pescador”.

Novatos y avanzados

Explicó que es un río que ofrece diferentes posibilidades de pesca para pescadores novatos o avanzados. Dijo que es el refugio natural de truchas arco iris, marrón y también de la perca patagónica. Excelente para la pesca con moscas secas desde noviembre a marzo.

Describió que el Limay posee cinco diferentes secciones, de unos 12 kilómetros cada una. Comentó que los pescadores pueden hospedarse en la ciudad (excursiones diarias) o en campamentos que establecen en algunas de las islas del río, para hacer expediciones de dos o tres noches, flotando entre 30 y 50 kilómetros.

Obtener una pieza no es una tarea sencilla es una faena durísima que obliga a tener paciencia.

“Este gran río fluye a través de la estepa patagónica, un área espectacular del Parque Nacional, con paisajes increíbles y un clima agradable. Excelente para excursiones de medio día o día completo, flotadas o vadeo”, destacó Bladauskas.

“La claridad de sus aguas, maravillosos paisajes y excelente pesca hacen de una flotada en el río Limay una experiencia realmente inolvidable”, enfatizó. Dijo que organizan flotadas en ríos o lagos para hasta dos pescadores por cataraft, que son botes diseñados específicamente para la navegación en ríos de montaña, que también tienen muy buenas prestaciones para pescar en aquellos lagos donde los botes a motor no están permitidos. Los mismos cuentan con habilitación e inspección técnica de Prefectura Naval Argentina.

Explicó que durante una flotada de día completo en el río, “flotamos aproximadamente 12 kilómetros pescando desde el bote y también parando a vadear en los mejores sitios de pesca, inaccesibles para la mayoría de los pescadores”.

“Al mediodía disfrutamos de un muy buen almuerzo preparado y servido a la vera del río. Luego continuamos flotando y pescando durante la tarde hasta el sitio de salida del río, donde nuestros asistentes estarán esperando con el o los vehículos y trailers, para luego de cambiarse volver al hotel u alojamiento de los pescadores”, detalló.


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