La sirena duerme en el techo de la municipalidad

Matías Subat

Está ubicada en la terraza y se activa con un botón que se encuentra en el despacho del intendente.

NEUQUÉN (AN).- En 1978, durante el conflicto con Chile por el canal de Beagle, se instaló en el edificio de la municipalidad una sirena de emergencia para alertar a la comunidad sobre inundaciones o la rotura de la represa de El Chocón, entre otras catástrofes. Desde aquel entonces sólo sonó una vez en el 2010 cuando el entonces intendente Martín Farizano realizó una prueba para determinar si el equipo funcionaba. El sonido sólo se escuchó en un perímetro de cuatro cuadras a la redonda de la municipalidad. La sirena ocupa un espacio en la terraza del edificio con la sola compañía de una antena y una cámara de seguridad. En el 2004 el gobierno de la ciudad, en conjunto con la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas y Organismo Regulador de Seguridad de Presas, comenzaron a trabajar en la elaboración de un plan de emergencia frente a posibles catástrofes hídricas. Cuatro años más tarde, se presentó ante el Ejecutivo municipal el manual de acciones que cada organismo debía implementar ante fenómenos como tormentas, erogaciones extraordinarias o fallas en las presas. En ese momento, el entonces director de Defensa Civil, Francisco Baggio adelantaba que el municipio iba a iniciar un proceso de señalización de las vías de escape sobre calles principales que ante una emergencia debían ser utilizadas para llegar a la zona más alta de la ciudad, las bardas. También se planteó la colocación de cuatro sirenas más en los barrio Progreso, San Lorenzo, Valentina Sur y Confluencia. Nunca se alcanzó a concretar esto último y nada se dijo entonces sobre la vieja sirena municipal. En el 2010, durante la gestión de Farizano, y luego del terremoto registrado en Chile con repercusión en ciudades de la cordillera neuquina, la sirena volvió a ser tema de conversación y preocupación. El Ejecutivo municipal decidió el 2 de marzo de ese año realizarle una prueba técnica para comprobar su estado y como el test dio positivo se evaluó que no era necesario disparar la señal sonora. Dos días después realizaron un nuevo examen y esta vez sí hicieron sonar la alarma. Después de ese día, la sirena volvió a mantenerse en silencio. Salvo por unos escasos segundos un día de este año, cuando se estaba filmando un spot de campaña en el despacho del intendente Horacio Quiroga y alguien por descuido apretó el botón que activa la señal sonora.

rosana rins rosana@rionegro.com.ar

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