La vida actual de Balian Buschbaum, la garrochista que se convirtió en hombre
Representó a su país, Alemania, en los Juegos de Sydney como mujer; ahora es “Balian”, tiene novia y trabaja como entrenador.
HISTORIAS
“Soy consciente de que la transexualidad es un problema marginal, pero no quiere ser parte de esa marginación, y menos todavía jugar a las escondidas”.
Quien confiesa esta vivencia es Balian, quien hasta muy poco tiempo era Yvonne Buschbaum. ¿Cómo es historia?
Yvonne Buschbaum nació el 14 de julio de 1980, en la ciudad de Ulm, en Alemania. Su historia es conocida y es uno de los casos más emblemáticos del cambio de identidad. Yvonne participó de los juegos de Sydney 2000 en salto con garrocha y se llevó un diploma al ser finalista y terminar en la sexta posición.
El 21 de noviembre 2007, Buschbaum anunció su retiro del deporte, atraido por el deseo de comenzar el cambio de sexo . “Durante muchos años sentí que vivía en un cuerpo equivocado. Me sentía un hombre y debía vivir en un cuerpo de mujer”, dijo. Desde entonces, Yvonne Buschbaum pasó a llamarse Balian, en honor al personaje que interpreta Orlando Bloom en “El Reino de los Cielos”.
Tras someterse a una operación para la reasignación de sexo, el caso de Balian se hizo aún más conocido. Pasó a estar en completa armonía entre su cuerpo, su mente y su corazón. Con un físico privilegiado, Balian trabaja como entrenador de atletas en salto con garrocha y, también, como personal trainner.
Balian rimero hizo un tratamiento con hormonas masculinas, algo que no la dejaba competir más. Después la operaron en Postdam, Alemania. Y le quitaron todo lo que le recordara su condición de mujer.
“Me he despertado en completa libertad, el cielo está abierto”, confesó tras la operación.
Este deportista mide 1.77 y fue considerada en Alemania como la mejor garrochista de la historia. Su mejor marca fue de 4.70 metros, lograda en 2003. En ese momento quedó cuarta en el ranking mundial. Participó de distintos certámenes internacionales, pero se destaca el sexto puesto en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000.
En el 2008 culminó su proceso de hormonación. Al inyectarse testosterona para modificar su aspecto físico en mayor medida aseguró entonces “el comienzo de una nueva vida” y su alejamiento de las competencias, a raíz de que la testosterona le daría dóping positivo
En sus últimas declaraciones dice lo mucho que disfruta del día a día con su nueva identidad. No se esconde ni lo pretende. Sigue trabajando en organizaciones caritativas, como siempre y hace una vida normal.
Agencias
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