La vuelta del «Fenómeno» no será en soledad

Sin medias tintas, se puede decir que Ronaldo volverá a vivir. El crack brasileño, que se marchó por la puerta de atrás del otrora ex galáctico Real Madrid, hará su debut en el poderoso Milan, frente al Livorno.

Usted dirá, ¿No es que el San Siro era uno de los estadios inhabilitados para jugar con público luego del asesinato del policía Filippo Raciti? Sí, pero ayer todo cambió, ya que la dirigencia 'rossonera' logró la autorización para que a su reducto ingrese público. Una licencia que no se dará en los choques entre Atalanta-Lazio, Messina-Catania, Fiorentina-Udinese y Chievo-Inter.

Ronaldo, que pisará el verde césped del San Ciro enfundado en la camiseta 99, deberá aguardar en el banco de los suplentes, pero es casi un hecho que el cualquier momento saltará a la cancha, pero ser recibida con una envolvente ovación.

Los encargados del fútbol del Milan 'trabajaron' a contrarreloj para lograr que el Observatorio de Actividades Deportivas autorice el ingreso de unos 37.297 simpatizantes, que cuentan con abonos anuales, para que presencien este cotejo, que marcará nada menos que la vuelta del «Fenómeno» a las canchas italianas.

«Sin público no es fútbol, es inútil jugar», se había quejado el técnico del Milan, Carlo Ancelotti, antes de conocer que se había caído la prohibición, al menos para el poderoso equipo que él timonea.

Y Ancelotti no se quedó ahí, sino que fue más allá: «Fue una semana difícil. La cosa más terrible es la muerte del inspector de policía Raciti. Del resto creo que hubo algunas cosas que no se trataron con competencia. Cerrar los estadios no es bueno porque el fútbol es a su vez víctima de los delincuentes», agregó.

Lejos de la violencia, y cerca del fútbol en su más pura expresión, el entrenador habló del magnífico goleador brasileño.

«Ronaldo está convocado y estará en el banquillo. Si hay oportunidad, jugará», anunció. «Está bien, trabajó del modo adecuado y quiere aprovechar esta oportunidad para volver a lo más alto», se entusiasmó.

El que sí deberá jugar a puertas cerradas es el cómodo líder, el Inter de los argentinos, que visitará al Chievo.

El estadio instalado en Verona es uno de los cinco que el Ministerio del Interior consideró inseguro en la presente jornada.

La suspensión de la jornada la semana pasada impidió el duelo entre el Inter (57 puntos en 21 partidos), y el escolta Roma (46 unidades). Este trascendental choque se disputará en abril.

La Roma sí podrá jugar en el Estadio Olímpico con su público, y lo hará con la intención de reducir la ventaja al recibir al alicaído Parma, mientras que el Palermo, tercero en la tabla, recibirá el calor de sus hinchas cuando reciba al Empoli.

El derby siciliano que tampoco tendrá público será el de Catania y el local Messina.