Lagunas artificiales bajo amenaza en Neuquén capital

Son una fuente de avifauna y flora en medio de la ciudad. También se pueden transformar en puntos turísticos y de recreación. Pero en muchas de ellas hay basurales clandestinos, depósitos de obras e industriales o focos de contaminación.

Tomar mates al borde de una laguna, o contemplar el paisaje, da satisfacción y bienestar. Pero también tiene beneficios medioambientales, fomenta la flora y fauna propia; y por supuesto tiene también su costado turístico.

Lo cierto es que en Neuquén la lucha por conservar o poner en valor estas lagunas formadas artificialmente pero que ocupan un lugar central en el entorno natural, es constante.

En su mayoría fueron formadas por excavaciones realizadas con el objetivo de extraer recursos del suelo para la construcción.

Sin embargo, sus aguas provienen de los ríos, ya sea por entradas de cauces o de las propias napas. Y es por eso que gran cantidad de los pequeños espejos de agua están ubicados en la zona sur de la ciudad.

También por eso es que se constituyen como vitales en el desarrollo medioambiental de la ciudad. Allí viven cisnes, patos, nutrias, pájaros, garzas, y flora autóctona.

“La laguna aporta una riqueza ambiental de flora y fauna importante, además aporta algo que no está medido que es el bienestar. Esto que parece una sensación, está probado que son los recursos ambientales lo que aportan bienestar; y ese bienestar termina siendo un mejorador de la calidad de vida. Y por supuesto que aportan un recurso turístico”, señaló Francisco Baggio, subsecretario de Medio Ambiente y Protección Ciudadana, sobre los beneficios que traen las lagunas urbanas.

No existe un programa de concientización social sobre la importancia de las lagunas. Foto Florencia Salto

¿Cuántas son? El número no es seguro, ni constante. Depende de las crecidas y bajantes de los ríos.

Según estimaciones del funcionario, son entre 8 y 11 las que se alimentan del río Limay y una que toma sus aguas del río Neuquén.

Claro que en algún momento hubo más. Es que muchas de ellas fueron sepultadas para favorecer desarrollos inmobiliarios, sin medir, en varios casos, el perjuicio futuro que eso puede ocasionar.

Pero más allá de las que ya dejaron de existir, las que todavía ocupan su lugar en la ciudad son constantemente amenazadas por los residuos que allí se arrojan, tanto los domiciliarios, los de obra así como los industriales.

“Lo que no hay es un trabajo de conciencia, de educación”, aseguró el artista que milita a favor de la conservación de los recursos ambientales, Oscar Sarhan.

Y en eso, tal vez, están de acuerdo con Baggio que sostuvo: “Para ponerlas en valor hay que conocerlas, saber qué se puede y qué no se puede hacer dentro de una laguna. El verdadero secreto es conocerlas, cuando uno las conoce y ve que hay cisnes, cambia la visión, ya que en poco lugares de la ciudad de Neuquén hay cisnes”.

“Las lagunas tienen que tener un plan de manejo como lo tiene la de San Lorenzo”, cerró el funcionario.

Todo indica que la próxima en ser puesta en valor es la recientemente limpiada, ubicada camino a Balsa Las Perlas (ver aparte), pero seguramente hay alguna, o algunas, que aún se encuentran olvidadas y fuera del radar público.

La laguna de Balsa Las Perlas se comenzó a recuperar por una iniciativa artística y por una sesión de fotos, en la que una de ella se viralizó y por tanto consiguió gran repercusión.

Es así como el arte puede contribuir en cuidar el medioambiente y los recursos naturales.

“La acción desde el arte ha tenido que ver con la visibilización de esta problemática, cómo construimos una ciudad nueva, desde un pasado totalmente impune e ignorante. Hoy ya estamos en otra instancia de la vida, de la humanidad, de la sociedad”, confió al respecto Oscar Sarhan, uno de los artistas que participa en las acciones de concientización.

“El arte llega a donde no llega ni el membrete, ni el sellito, ni el escritorio del funcionario”, cerró Sarhan.

Al pie de Parque Industrial está la única laguna del río Neuquén. Foto Florencia Salto.

Camino hacia Balsa Las Perlas , en medio de un terreno privado había una laguna que estaba siendo sepultada, porque se usaba para depositar escombros.

Es que desde 2011 los dueños del terreno contaban con la autorización para recibir residuos de obra. Lo cierto es que allí se arrojaba, como depósito final, todo tipo de residuos sin ningún control.

“Había de todo, motores de heladeras, pedazos de paredes con cal. Realmente es difícil entender como alguien quiere que las nutrias se ahoguen en aceite o que los animales se mueran por la cal”, confió el artista Oscar Sarhan uno de los que contribuyó activamente para motivar a un grupo de vecinos a limpiar la laguna.

Luego, gracias a la repercusión en redes sociales, el municipio se sumó a las tareas.

Y finalmente, el dueño tomó conciencia del recurso natural con el que contaba y decidió donar una parte de sus tierras para que la Municipalidad pueda construir un acceso en la laguna y así poder ponerla en valor definitivamente.

“Ahora se va a poder ir a correr, a caminar o a hacer avistaje de aves”, señaló Sarhan.

La laguna San Lorenzo es el resultado de la extracción de áridos para la construcción del sector este de la pista de aterrizaje del Aeropuerto Internacional de Neuquén.

En poco tiempo el agua subterránea salió a la superficie rellenando la depresión generada.

La zona está declarada como patrimonio natural ecológico y consta de 7 hectáreas cuyo entorno se expande aproximadamente por 9 hectáreas más.

La de San Lorenzo se formó por una excavación. Foto Florencia Salto.

Es un área natural urbana que posee características singulares de valor cultural, natural y hábitat de especies de avifauna. Es por eso que en 2017 se construyó un sendero interpretativo de 1,320 metros que consta de cinco estaciones donde se puede conocer detalles de la flora y la fauna natural de la laguna.

Pese a eso, el espejo de agua del barrio San Lorenzo debe ser monitoreado constantemente porque allí se siguen arrojando residuos.

Es más, esta semana la comisión fiscalizadora por el saneamiento del Arroyo Duran realizó una inspección en la laguna y en los canales que forman parte del sistema de evacuación pluvial. Es que detectaron residuos en las márgenes de los cursos de agua y presunta contaminación.

En la laguna del barrio oeste confluyen canales ubicados al norte de la misma, como el Racedo y Casimiro Gómez y por gravedad el desagote natural se da a través del canal Pastor Pluis, colindante a calle Naranjo en Flor, que deriva los líquidos al canal Rohde.

Este, que se encuentra entubado y cubierto, vierte el agua hacia el sur del sector, que evacua finalmente en el Arroyo Durán.


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