Larsson tiene una versión femenina
Es mujer. Comparte el apellido con el autor de Millenium aunque no tiene parentesco. Escribió otro boom.
Asa Larsson en realidad escribió su primera novela policial antes de que Stieg Larsson se convirtiera en el éxito que es hoy.
MADRID (DPA) – Es calificada a menudo como la sucesora del escritor sueco Stieg Larsson con el que, pese a compartir apellido, no tuvo relación alguna, y cuya famosa trilogía “Millennium” abrió camino al boom editorial de la novela negra de los países nórdicos. Y no tiene reparo en reconocerlo. Con un “Gracias, Stieg Larsson, donde quiera que estés” y con una anécdota sobre cómo una botella de vino la mantiene en contacto con la novia del autor fallecido, Eva Gabrielsson -a quien conoció en Madrid y con quien asegura llevarse muy bien- arranca una conversación con los medios en la capital española, donde se encuentra promocionando su segunda novela traducida al español, “Sangre Derramada” (Seix Barral), y adelantando la tercera “La Senda Oscura”, que llegará en enero. Sin embargo, pocos saben que la protagonista de su serie, la abogada Rebecka Martinsson, nació en 2003, un año antes que la famosa Lisbeth Salander de Stieg Larsson. Y que se dice que el propio Stieg se pasó una noche en vela leyendo “Aurora Boreal”, la primera novela de Asa Larsson, antes de escribir su trilogía. En ambos casos, el trasfondo de las historias policíacas es una Suecia que dista mucho de la visión del Estado modélico y de sociedad perfecta que de los países nórdicos se tiene en muchas naciones europeas, entre ellas, España, y también fuera de Europa. “Nunca vivimos en el paraíso”, asegura Larsson, que afirma que desconocía el “mito sueco de sociedad perfecta” y se disculpa por haberlo roto con su descripción de una sociedad dominada por el machismo, los abusos a las mujeres y el radicalismo religioso. “En Suecia también hay violencia y abusos contra las mujeres, como en todas partes; la violencia de género es un problema real” y la ansiada igualdad no es una realidad allí, como muchos creen. Mujeres al frente Sin embargo, novelas como las suyas y las de Stieg Larsson están contribuyendo a que cambien algunas cosas, como a expandir la figura de la mujer en el mundo de la novela negra, lo que también puede tener efectos en la sociedad. “Antes, el área de aceptación de la figura femenina que se saliera del tradicional era muy pequeño en la literatura (…) un hombre manipulador y malvado podía ser protagonista, pero no una mujer que rompiera las reglas”. Sin embargo, el personaje de Stieg Larsson, la compleja y brillante Lisbeth Salander, rompió todos los moldes. Algo que Asa considera bueno, porque “cada vez hay una mayor libertad en torno a la figura femenina en la literatura”. Sin embargo, explica, el lector necesita un “empujoncito”, un poco de ayuda, y en los dos casos la protagonista está rodeada de personajes masculinos para ayudar a que el lector las aprecie y las acabe queriendo. “Me encantaría decir un día que mis libros cambiaron algo, aunque hoy por hoy, aún no lo creo”, afirma Larsson, destacando la labor de otros autores de novela policíaca más políticos que hablan de abusos a mujeres o de los que se comenten con las nuevas tecnologías como Internet. Otro de los temas recurrentes en sus novelas de la serie es la religión. Las dos primeras arrancan con el asesinato de un pastor (en el segundo caso una mujer) en un iglesia, lo que le da pie a presentar una trama que profundiza en la vida espiritual del país. El Estado tan secular que se ha conseguido crear Suecia tiene sus inconvenientes, explica la autora. “La gente no va a la Iglesia, pero ello ha dado pie a que busque un lugar espiritual, favoreciendo el surgimiento de sectas e iglesias libres”. Pese a que la adhesión a las mismas es voluntaria, “supone un problema muy importante para los adultos, a la vez que crea numerosos abusos en el ámbito infantil”, denuncia la escritora, cuyo abuelo fue pastor y que reconoce que de más joven siguió algunas de las tendencias, de las que ya se ha desprendido. Su serie, cuya tercera novela “La Senda Oscura” será traducida al español para el próximo enero, está ambientada en Kiruna, la ciudad natal de la escritora, una pequeña localidad minera en medio de la Laponia sueca internada 200 kilómetros en el Círculo Polar, cuyas condiciones climáticas y geográficas -en verano no se pone en sol y en invierno no hay ni un minuto de luz- crean una vida muy dura para sus habitantes, conformando también su carácter. “Cuando me hicieron la foto para la editorial (que aparece en sus libros) me resultaba incluso imposible sonreír, a 25 grados bajo cero”, cuenta entre risas. Ello hace que “los suecos del norte tengan un sentimiento de inferioridad y sean más introvertidos, con modales poco refinados, no tan educados, rudos y beban mucho. Yo también lo hice”, bromea. Después se mudó al sur, donde comenzó a trabajar como abogada, un ámbito, sin embargo, en el que no se sentía ella misma. “Trabajaba como una bestia entre gente obsesionada por el dinero y lo material. Me di cuenta de que ya no leía y que la vida era aburrida y pobre”. Por eso durante su baja maternal comenzó a escribir con la única aspiración de que la publicara alguna pequeña editorial sueca. “Esa era mi mayor expectativa”. Pero su personaje Rebecka Martinsson llegó muchos más lejos. Y como en la ficción, la hizo regresar a Kiruna en busca de sus orígenes… Y de un lugar que lo tiene todo para convertirse en el perfecto escenario de un crimen.
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