Las cuentas públicas de la última década en Neuquén
Hace dos años escribí un artículo con el nombre de “La irresponsabilidad fiscal del populismo neuquino” (“Río Negro” del 25/5/16), en el cual describía la situación de las cuentas públicas de la provincia en el período 2007-2015. A dos años de aquel artículo observamos que, en materia fiscal, las cosas no han cambiado demasiado.
En el Estado neuquino, en la década comprendida en el período 2007-2017, mientras que los ingresos totales crecieron 1.300% (14 veces) el gasto total lo hizo 1.455% (15,5 veces). Recordemos que la inflación provincial en el mismo período fue de aproximadamente 1.000%, es decir, los precios aumentaron unas 11 veces.
Esto significa que, en términos reales, los ingresos y las erogaciones crecieron un 26% y un 40%, respectivamente. En consecuencia, el déficit fiscal “explotó” en los últimos diez años, aumentando en términos reales 660%, es decir, más de 7 veces. Esta brecha en la evolución de ingresos y gastos generó que la administración provincial alcanzara un récord de desequilibrio fiscal de casi $ 8.000 millones en el 2017, cuando en el 2007 tuvo un déficit de menos de $ 100 millones. En otras palabras, mientras los precios en la provincia aumentaron durante la década pasada unas 11 veces, el déficit fiscal creció 80.
Las alternativas del gobierno provincial fueron el endeudamiento y el aumento de la carga tributaria. El stock de deuda pública provincial aumentó, entre 2007 y 2017, de los $ 3.000 millones a los $ 30.600 millones. La presión tributaria provincial también ha ido en aumento: la recaudación de impuestos provinciales subió 17 veces en los últimos 10 años (+1.600%), desde los $ 787 millones de 2007 a los $ 13.426 millones de 2017, es decir, un crecimiento, en términos reales, del 53%. Esto fue, lisa y llanamente, un fenomenal ajuste impositivo que tuvo que soportar la actividad privada, empresas y familias neuquinas para financiar la “fiesta” de gasto público provincial de la última década.
Comparemos el gasto público por habitante entre Neuquén y otras jurisdicciones. En 2017 el gasto público anual por habitante en nuestra provincia alcanzó los $ 104.544, mientras que en la provincia de Mendoza fue de $ 36.094, en Córdoba de $ 34.563 y en Río Negro de $ 49.107. Es decir, la administración pública neuquina tiene un gasto por persona por año que es 3 veces mayor que la de Mendoza y Córdoba, y el doble que la de Río Negro. Si el gasto por habitante en Neuquén hubiera sido similar al promedio de las otras tres provincias mencionadas ($ 40.000) el gasto provincial total de Neuquén del 2017 tendría que haber alcanzado los $ 25.500 millones y no los casi $ 66.700 millones que terminaron ejecutándose.
Es decir, estamos gastando dos veces y media más de lo que probablemente tendríamos que gastar.
¿Qué justifica esta diferencia presupuestaria entre Neuquén y las otras tres jurisdicciones? ¿Los servicios públicos que brinda el Estado neuquino son sustancialmente mejores que los de Mendoza, Córdoba o Río Negro? La conflictividad social generada por las innumerables y cotidianas huelgas de los gremios estatales no parece reflejarlo.
Supongamos que el gasto público por habitante en Neuquén hubiera alcanzado en el 2017 un nivel 50% mayor que el promedio de las provincias de Mendoza, Córdoba y Río Negro. Así, deberíamos haber tenido un gasto público anual per cápita, en ese año, de unos $ 60.000 y un gasto total de $ 38.000 millones. Frente a los más de $ 66.000 millones gastados nos hubiéramos “ahorrado” unos $ 28.000 millones el año pasado. Esa cifra es poco más del doble que el total de recaudación de tributos provinciales (Ingresos Brutos, Sellos e Inmobiliario), que alcanzó en el 2017 a los $ 13.400 millones.
O sea, inclusive con un nivel de gasto público por habitante un 50% mayor que el promedio de las otras provincias mencionadas, podríamos habernos dado el lujo de no cobrar impuestos provinciales o reducirlos sustancialmente. Seríamos un “vergel” para las inversiones de todo el mundo, no sólo en el sector hidrocarburífero sino también en sectores como el turismo, comercio, industria, etc.
Como consecuencia del aumento del precio del petróleo y del dólar durante el primer semestre del 2018 ha existido un extraordinario ingreso por regalías, sumado a la muy buena performance de la recaudación de impuestos locales (por aumento de alícuotas y buena actividad hidrocarburífera), logrando un superávit financiero de casi $ 2.800 millones.
De todas maneras el problema sigue siendo el nivel de gasto neuquino, extremadamente elevado e ineficiente, independientemente del saldo de las cuentas públicas. Sería preferible tener las cuentas públicas equilibradas conjuntamente con un nivel de gasto menor al que hoy tenemos, dadas las prestaciones que los habitantes de la provincia obtienen del Estado neuquino.
*Economista
El problema sigue siendo el nivel de gasto neuquino, extremadamente elevado e ineficiente, independientemente del saldo de las cuentas públicas.
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- El problema sigue siendo el nivel de gasto neuquino, extremadamente elevado e ineficiente, independientemente del saldo de las cuentas públicas.
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