Las mujeres quieren mostrar más

La bikini, cumplió 55 años y volvió a la playas norteamericanas.

La bikini, el invento del francés Louis Reard que tiene ya 55 años, volvió a estar de moda en las playas de Estados Unidos, incluso entre las mujeres de más de 50 años. En una sociedad donde todavía algunos centímetros de piel al desnudo logran impactar a las masas, la mítica dos piezas es el furor del verano 2001 norteamericano.

El New York Times dedicó esta semana una nota a la resurrección de la bikini apoyada en una foto de tres alegres matronas que, más allá de la celulitis, las caderas en forma de pera y los senos caídos, pasean con ese traje de baño en una playa de Georgia. Las imágenes, que en otros países no despiertan asombro, en Estados Unidos son un impacto.

Ocurre que hasta hace tres años el trabajo de baño enterizo era de uso riguroso, incluso, tal vez, el de la pollerita, que permaneció inmutable en el tiempo desde los años 50. Un testigo del gran retorno es Kal Rutterstein, director de compras de las grandes tiendas Bloomingdale»s. «Las ventas están al máximo desde que se recuerda», declaró con las cuentas en la mano y que indican que se vendió el 54 por ciento más de las dos piezas, contra el 25 por ciento del verano del año pasado. El aumento, explicaron jubilosos los industriales del sector, es espectacular, pues en dos años las ventas de bikinis se incrementaron un 80 por ciento. Nueva York no es la única ciudad donde la fuerte tendencia arrastra a las mujeres.

En Toto, una boutique de Minneapolis, hay una lista de espera para adquirir la dos piezas a cuadros y con flecos a los costados y entre las clientes aspirantes existen muchas que superaron los 50 años. Como ocurre a menudo, la moda es un espejo de los tiempos y varios cambios socio-culturales confluyeron para el regreso de la bikini. El impacto de íconos pop como Britney Spears y Jennifer López, pero también una mayor forma física de las cuarentonas que tonifican los músculos en el gimnasio, en busca de un «look» cada vez más andrógino son algunas de esas causas.

Otro de los factores es la creciente aceptación de las cirugías estéticas que llevó a muchas mujeres a innovar respecto de la malla enteriza. «Las mujeres no se avergüenzan más de mostrar su propio cuerpo», observó Mari Morsch, propietaria de una boutique de Chicago. (ANSA)


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios