Las necesidades insatisfechas

Los vecinos de Sierra Grande todavía esperan por el gran cambio al que apostaron.

Un panorama muy distinto se plantea en Sierra Grande en este 109º aniversario, especialmente porque la cara política de la ciudad se renovó tras 12 años de liderazgo radical. Pero, como dice una periodista local “todo depende de la expectativa” porque evidentemente muchos pensaron que el cambio de mando comunal significada que al otro día de asumir el intendente Renzo Tamburrini –el 11 de diciembre último– habría cambios notables, trabajo, obras, y no fue tan así. Apenas asumió el mandatario, denunció vaciamientos que habría hecho la administración anterior y eso motivó retrasos en los planes de gobierno, al punto que muchos se pregunten en el pueblo “¿cuándo empiezan a gobernar?”. La mirada de austeridad que planteó el gobierno apenas entró, marcó la primera diferencia; muchas contrataciones quedaron atrás y se manejaron con recursos económicos y personal propios. Pero, con el voto del 25 de septiembre del año pasado la gente eligió un cambio y una alineación al gobierno nacional, representada por un hombre de Sierra Grande como es el senador Miguel Pichetto –padrino político de Tamburrin– y al gobierno del Frente para la Victoria en ese momento liderado por Carlos Soria. Con el paso del tiempo esa alineación se desdibujó por la puja entre Pichetto y Weretilneck al punto que el municipio de Sierra Grande quedó en el medio y el intendente jugó claramente para su padrino. Oportunidad para Tamburrini para reclamar al gobierno provincial que incumplió con ayuda en asistencia inmediata a damnificados por la inundación de marzo. No hacía falta sólo colchones para los inundados, muchas viviendas quedaron destruidas y hubo compromisos de obra hídrica que nunca llegó. Además otra de las distancias entre Tamburrini y el gobierno provincial fueron los reiterados hechos de vandalismo como los incendios intencionales de baños químicos en Playas Doradas, la camioneta del propio intendente, la oficina de Desarrollo Social, un patrullero. Demasiado en pocos meses, sin que la provincia se esfuerce por esclarecerlos y eso fue denunciado por el intendente. Ahora el mandatario asegura que las finanzas empiezan a acompañar y la llegada de obras propiciará trabajo y bienestar. Pero casi todo lo que viene en obras es para Playas Doradas, según los anuncios que habrá hoy. Pero ¿qué necesita el pueblo serrano? La mayor demanda es habitacional; es imparable la cantidad de familias y trabajadores que buscan un techo propio. Los alquileres están saturados y las viviendas comprometidas no alcanzan. Se necesita un urgente arreglo de calles y veredas que al menos en los planes del gobierno comunal no aparecen y el embellecimiento también es una cuenta pendiente. Es cierto que en estas horas se ve otra cara: en vísperas del aniversario limpian, podan, pintan. Pero es necesaria la contribución de la comunidad.


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