Las restricciones frenaron los contagios en Neuquén, pero hay preocupación por las reuniones del Día del Padre

En el mismo tiempo se aplicaron casi 100 mil nuevas vacunas. Para este fin de semana advierten por los encuentros familiares.

Hace un mes comenzaron las restricciones en Neuquén, luego vinieron las medidas nacionales de confinamiento, y más tarde siguieron las restricciones provinciales. Pese a que en las primeras semanas la baja no fue consistente, después de un mes, las restricciones llevaron a una baja significativa de los casos diarios. La ocupación de terapia intensiva sigue al 100%, pero disminuye de a poco el colapso de los hospitales y centros de salud, con una baja de los pacientes internados en guardias. Este fin de semana es el día del padre, y temen que se vuelvan a disparar los contagios.

Las restricciones a la circulación y a la actividad comercial comenzaron en Neuquén hace un mes, unas semanas antes que el gobierno nacional decretara el confinamiento estricto en casi todo el país. Y también continuaron más allá de ese periodo aunque de forma dispar en algunos municipios.

La primera medida fue la suspensión de clases presenciales en la mayoría de los establecimientos educativos, que luego terminó abarcando a todos y se sostuvo hasta esta semana. Pese a la resistencia del gremio docente por la gravedad de la situación epidemiológica, el lunes más de 100 localidades y parajes de la provincia volvieron a tener algunos alumnos en las escuelas. Se retomó la presencialidad en los niveles inicial, especial, rural y primer ciclo de primaria (primero, segundo y tercer grado) en 118 localidades. Solo quedaron excluidas Andacollo, Centenario, Cutral Co, Plaza Huincul, Plottier, Senillosa, Zapala, Neuquén capital, Chos Malal, Las Ovejas, Huinganco, Rincón de los Sauces.

También a mediados de mayo comenzaron las restricciones a la circulación y el comercio. Primero el límite permitido estuvo fijado en las 21, y luego por varias semanas sólo se pudo circular entre las 6 y las 18. Sin embargo, durante este periodo de restricciones, varios municipios dictaron sus propias medidas que flexibilizaban lo dispuesto por el gobierno provincial.

Más allá de las flexibilizaciones municipales, de cierto acatamiento dispar por parte de la sociedad, y de los pocos controles que se realizan en las diferentes localidades, los datos epidemiológicos demuestran que las restricciones llevaron a la baja en la cantidad de casos de coronavirus.

El promedio de contagios diarios, en un mes de restricciones, pasó de 896 personas el pico de la segunda ola a fines de mayo a 387 casos, según los datos publicados ayer. Sin embargo, durante el peor momento de la crisis sanitaria, Neuquén tuvo días con más de 1.200 casos diarios.

En las últimas cuatro semanas, los casos descendieron casi a la mitad. Durante la semana del 16 al 22 de mayo se registraron 6.019 casos, mientras que desde el 6 al 12 de junio se confirmaron 3.039 casos. Sin embargo, la baja en la cantidad de contagios semanales fue de menor a mayor en las últimas cuatro semanas, con la mayor pendiente en la última semana.

En la primer semana posterior al pico máximo registrado en esta segunda ola, las baja fue de unos 400 casos, mientras que en la semana siguiente el descenso llegó al doble; y luego, la semana pasada casi alcanzó los 1.500 casos menos.

Pero claro que no sólo se trató de restricciones, en este mes de restricciones también hubo un aumento significativo en el arribo de nuevas dosis y con ellas se vacunó a una gran cantidad de personas. Hace un mes, eran 126.096 las personas que ya tenían una dosis de alguna de las vacunas contra el coronavirus, hasta ayer ya había 222.619 personas vacunadas con una dosis.

En la provincia, al igual que a nivel nacional, se prioriza la aplicación de primeras dosis y se difiere la aplicación de las segundas con el objetivo de alcanzar a la mayor cantidad de personas posibles, al menos con una vacuna. Sin embargo, lentamente también Neuquén avanza con la tarea de completar esquemas. En este mes 23.446 personas recibieron la segunda dosis de la vacuna contra el coronavirus y completaron así su esquema de vacunación.



Con la baja de casos diarios también comenzó a verse cierto alivio en el sistema de salud, aunque el colapso aún permanece. Las terapias intensivas tienen una ocupación plena hace un mes o más, pero en la semana del 25 de mayo, el sistema de Salud colapsó y se comenzó a internar a pacientes en guardias y pasillos de los hospitales, muchos de ellos con asistencia respiratoria mecánica.

Esa falta de camas, tanto en terapia como en salas generales, en toda la provincia y tanto en el ámbito público como en el privado, comenzó a verse aliviada con el descenso de los contagios. Pero no es una situación que esté superada. Según el parte epidemiológico de ayer son 28 los pacientes internados en guardias, y 4 de ellos con asistencia respiratoria.

Adrián Lammel, el director del hospital de mayor complejidad de Neuquén, el Castro Rendón, resaltó que «esto no terminó hasta que esté todo el mundo vacunado». Manifestó, en una entrevista a AM Cumbre, que se entiende que la gente está cansada y angustiada, pero es importante que todos, no solo desde el sistema de salud, «nos cuidemos para mitigar esta pandemia».

Sobre la baja de casos, aseguró que «ahora vemos la película de dos semanas atrás», pero el impacto en la ocupación de camas no es tan inmediato porque hay pacientes jóvenes que pueden pasar más de 20 días internados. Sin embargo, aclaró que al bajar los contagios lo hace también la ocupación del sistema sanitaria porque se calcula que el 20% de los positivos terminan requiriendo un lugar.

Ante esta realidad, del sistema de Salud aún colapsado se teme por las reuniones familiares que se puedan ocasionar durante el Día del Padre. La mayor cantidad de contagios, está demostrado, que se da en reuniones sociales y no en otros ámbitos de la vida diaria.

Sobre la cercanía del Día del Padre y el fin de semana largo Lammel reconoció: «nos pone medio tensos». Puntualizó que después de las fiestas de Fin de Año se vio el pico a mediados de enero, no solo por las reuniones sociales sino porque la gente disminuye sus cuidados y, por ejemplo, se abraza. «Lo vemos con recelo», manifestó e insistió en la necesidad de cuidarse.


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