Las sentencias laborales con demora

El vocal del Tribunal Superior de Justicia Germán Busamia reconoció que hay cerca de 900 causas atrasadas. Para agilizar los trámites se dispuso un equipo de relatoras para asistir a los magistrados. El Colegio de Abogados reclama por la falta de celeridad.

El fuero laboral registra una demora en el dictado de resoluciones. El volumen es tal que debió intervenir el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) con una medida de excepción: sumar un equipo de relatoras para asistir a los magistrados. “Hay alrededor de 900 sentencias atrasadas”, indicó el vocal Germán Busamia.

En 2015 la Legislatura creó dos cargos de juez laboral, con asiento de funciones en Neuquén, a pedido del TSJ. El máximo tribunal lo fundamentó en el crecimiento de las causas que tramitaban: entre 2009 y 2012 trepó al 43,5%. Desde entonces el Colegio de Abogados reclama por la falta de celeridad en el dictado de las sentencias, que exceden los plazos legales establecidos. En aquel momento los vocales ordenaron una “exhaustiva auditoría”.

El proceso en el fuero laboral es oral. Ya no existen los juzgados: los magistrados están abocados específicamente a la actividad jurisdiccional (dirigen las audiencias y resuelven el conflicto entre trabajadores y empleadores), mientras que hay una Oficina Judicial responsable de la gestión administrativa.

En total son seis jueces laborales, aunque en la actualidad hay una vacante que se está concursando, tras la jubilación de Mónica Martens. El plantel lo integran: Sergio Cosentino, Luis Trani, José Manuel Ruiz, Dalma Tejada y Claudia Zapata. Las juezas, que asumieron en 2016, no registran mora.

“A la fecha todo lo que es materia de accidentes el fuero lo tiene al día. Sí registra atraso en el dictado de sentencias de despidos y cobro de haberes, por eso hemos rediseñado el equipo de relatoras, que colabora en el dictado de sentencias, que está integrado por cinco funcionarias hoy”, afirmó Busamia.

El vocal no quiso responsabilizar del atraso a los magistrados. “No es atribuible al juez en forma exclusiva, no es que el juez no esté trabajando o no esté. Es una cuestión del crecimiento del fuero y que el poder Judicial no afrontó ese crecimiento con la rapidez de recursos”, dijo.

Busamia señaló que también existen atrasos en los despachos de despidos y de ejecución. En el primer caso planteó que se trata de un problema organizacional y en el segundo al aumento del caudal de expedientes. “Se está haciendo un análisis para saber si estamos con la cantidad de gente suficiente, si se necesita hacer algún refuerzo de personal para que esto no ocurra”, sostuvo.

“El retraso es crónico”, remarcó el presidente del Colegio, Gastón Rambeaud. Sobre la situación en los despachos, aseguró: “Las ejecuciones son los pagos que se hacen después de terminado el juicio. Allí empezaron a haber demoras que nuevamente y lamentablemente hoy día están superando el mes. Es decir que desde que uno pide que se haga un pago, desde que uno pide que se haga una liquidación, que se ordene un embargo, está superando un mes el poder Judicial en responder la petición, cuando de acuerdo a las leyes procesales que nos rigen el plazo tendría que ser de tres días.”

El fuero en datos

“No es normal que un escrito de no más de tres o cuatro renglones tarde un mes en ser redactado y puesto en el expediente”,

aseguró el presidente del Colegio de Abogados, Gastón Rambeaud.

Datos

6
jueces laborales hay en la capital. Actualmente 5 están en funciones, porque se produjo una vacante por jubilación.
75%
de las causas que ingresan al fuero son por despidos y cobro de haberes, según informó el vocal del TSJ Germán Busamia.
25%
de las causas restantes son por accidentes de trabajo.
“No es normal que un escrito de no más de tres o cuatro renglones tarde un mes en ser redactado y puesto en el expediente”,

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