Las veredas, laberinto de trampas en Neuquén

Las personas con discapacidades motoras o no videntes sufren las consecuencias de que no se respete una ordenanza

NEUQUÉN (AN).- Las veredas de la periferia de la ciudad representan un riesgo permanente para las personas con discapacidades motoras, no videntes y disminuidos visuales. Muchas aceras no respetan varios de los puntos establecidos como obligatorios en la ordenanza 10.009 que regula el espacio público. No se respetan los anchos ni las pendientes, en muchos casos no existen rampas para discapacitados, ni están unificados los materiales y la mayoría no cuenta con las líneas paralelas que sirven de guía para las personas ciegas. Desde hace años se viene discutiendo en diferentes estamentos la importancia de reordenar el espacio público para facilitar la accesibilidad de todos. Algunas mejoras se han introducido, pero para las personas con discapacidad sigue siendo una verdadera complicación desplazarse por la ciudad de Neuquén. En la actualidad la comisión de Obras Públicas del Concejo Deliberante está trabajando en un nuevo intento para revertir esta problemática. Se ha tornado una costumbre casi cotidiana transitar a pie por el costado de la calle y no por las veredas, pero no todos lo hacen por gusto. Quienes utilizan para desplazarse una silla de ruedas, bastones o muletas se ven obligados a hacerlo porque algunos sectores son verdaderas carreras de obstáculos difíciles de superar. En las dos esquinas oeste de República de Italia e Yrigoyen no existen rampas para discapacitados y a cien metros de allí en su intersección con Brown existe una ochava que tampoco tiene rampa, su vereda no supera el metro de ancho y tiene tres escalones cortos y empinados. Y como si esto fuera poco si uno transita hacia el oeste por República de Italia hasta encontrarse con ruta 7, todas las veredas son angostas, están en desnivel, con escalones, sin líneas de mosaicos guías para personas ciegas. Otro caso se presenta en Antártida Argentina y Jujuy y Antártida Argentina y Bouquet Roldán donde las veredas están mucho más altas que el nivel de la calles y su conexión sólo son escalones. Algunos espacios públicos también son verdaderas trampas para las personas con discapacidad, como por ejemplo la del barrio Muten ubicada en Abraham, Treppa y Arabarco. Sus veredas están significativamente por debajo del nivel del sector donde se ubican los juegos, senderos y mobiliario urbano. Estas son algunas de las tantas barreras arquitectónicas que la ciudad aun tiene pendiente resolver.


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