Lavagna teme por un descontrol de la inflación

Pese a que en su pulseada con Hugo Moyano el presidente optó por el sindicalista y lo sacó del gobierno, Lavagna insiste con los riesgos de un desmadre del proceso inflacionario.

El ex ministro de Economía Roberto Lavagna insistió ayer con el mismo diagnóstico por el cual fue despedido por el presidente Kirchner, quien a fines del 2005, entre optar por los consejos del economista y Hugo Moyano, decidió privilegiar su relación con el cacique sindical para evitar desmadres en las calles.

Lavagna volvió a advertir ayer que «hay que evitar que se generen pujas distributivas y que todo el mundo quiera más de manera conjunta» para no afectar el crecimiento y consideró que «hay que tener cuidado» con las exigencias salariales de algunos gremios, en clara alusión a los que son fogoneados por Hugo Moyano, titular de la CGT.

«Hay gremios que son muy rígidos, muy exigentes y a los cuales hay que vigilar muy bien para que no produzcan una carrera entre salarios e inflación, que pueda arruinar el crecimiento», sostuvo en declaraciones a radio Continental.

El ex titular del Palacio de Hacienda destacó el mantenimiento de la tasa de crecimiento económico y señaló que «todo depende de la evolución de la tasa de inversión».

En otro orden, se conoció ayer un estudio de la consultora Ecolatina, fundada por el ex ministro.

El costo relativo del trabajo en relación con el capital «es 44 por ciento inferior que en 2001» y la industria está en condiciones de absorber un incremento de salarios de hasta 15 por ciento sin que ello tenga «un impacto adicional sobre los precios», según Ecolatina.

No obstante, la cuestión de los salarios está «en el centro de los costos empresarios», según advirtió en su habitual informe semanal, distribuido ayer.

El análisis sostiene que «las perspectivas de costos laborales presentan algunas características generales distintivas con respecto a 2005».

«El Gobierno está mostrando una actitud moderadora, consciente de que el éxito de los controles de precios depende de la dinámica de ajuste de los costos», dice el trabajo.

Sostiene que en esa línea se inscribe el aumento de salarios implícito en la rebaja de la carga del Impuesto a las Ganancias, dispuesta la semana pasada, que «intenta descomprimir la puja salarial» y «debería encauzar las negociaciones dentro de parámetros razonables».

Según Ecolatina, «un incre

mento de 15 por ciento en los salarios industriales se traduciría en una suba de cuatro por ciento en los costos unitarios laborales reales», que en 2005 aumentaron 8,5 por ciento. «Ese aumento, si bien reduce los márgenes empresarios, no debería tener un impacto adicional sobre los precios», subraya el informe.

Con respecto a otros costos, el trabajo indica que «después de fuertes incrementos en las tarifas de gas y electricidad para los usuarios no residenciales, este año no se esperan aumentos significativos en las tarifas energéticas».

«Otros costos claves como la construcción y la logística, luego de fuertes ajustes, dependerán fundamentalmente de las negociaciones salariales que se lleven a cabo con los sindicatos», añade. Ecolatina concluye en que «se observa un panorama general de costos en el que todavía persiste cierta inercia inflacionaria, aunque con menor fuerza que en 2005».

Para la consultora «es necesario que las principales variables de la economía adopten un proceso de convergencia hacia el equilibrio de mediano y largo plazo». (DyN y R.Central)


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