Liberaron al karateca Martínez por “pruebas insuficientes”
La Cámara se basó en pericias de la empresa de telefonía celular. Y puso en la mira al albañil que está preso.
DyN
BUENOS AIRES- Osvaldo “Alito” Martínez, el karateca acusado del cuádruple crimen de las mujeres de La Plata ocurrido en noviembre, salió ayer de la cárcel por segunda vez porque la justicia consideró que eran “insuficientes” las pruebas en su contra. El fallo de la Cámara Penal puso fin a la prisión preventiva del acusado en una durísima resolución donde, aunque permanece procesado por homicidio agravado, se refuerza la idea de que podría ser inocente de la masacre. Los jueces se basaron en un informe técnico realizado por la empresa Movistar sobre el celular de Martínez, la noche del crimen, al que consideraron que “demuestra claramente” que “al momento de suceder los hechos se encontraba en su domicilio tal como lo manifestara en su declaración” indagatoria y no en el lugar de los hechos. Con Martínez en libertad, el único preso es el albañil Javier Quiroga, pero la defensa del karateca motoriza un pedido de arresto para el remisero Marcelo Tagliaferro, uno de los principales testigos en la causa, por considerar que pudo haber sido coautor del cuádruple homicidio. Su madre, Herminia López, fue quien llevó las acusaciones más fuertes: sostuvo que el fiscal Alvaro Garganta “estructuró” la causa con el karateca como asesino, afirmó que “armó” la declaración de Quiroga y sostuvo que habrá justicia cuando el funcionario “vaya preso”. En la noche del 27 noviembre del año pasado, en una casa de la Loma de La Plata, fueron asesinadas a golpes y cuchilladas Bárbara Santos (29 años), su hija, Micaela Galle (11); su madre, Susana de Barttole (63), y una amiga, Marisol Pereyra (35). Martínez, novio de Bárbara, fue detenido a los pocos días del crimen y liberado 38 días después, pero el 3 de mayo volvió a quedar preso tras la aparición de un nuevo imputado, Javier ‘La Hiena’ Quiroga (34), cuyo ADN se halló en la escena del crimen. Ante esa pericia, Quiroga confesó que había sido convocado por Martínez esa noche al lugar y que presenció cómo el karateca las mataba, situación que generó su segunda detención. Fueron en total 146 días de encierro en los que Martínez siempre se proclamó inocente, dijo que en la noche del 27 de noviembre permaneció en su casa de Melchor Romero mirando una película y luego se durmió. La resolución judicial plantea además que Quiroga “desplegó, bajo una mirada controladora, un relato caudaloso, ágil y destinado” a beneficiarse en la causa, y que sus informes psiquiátricos demostraron que él “no necesitaba motivo valedero para matar” porque “cualquier cosa pudo desencadenar su desenfreno homicida”. (DyN)
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