Literatura: Dante y el infierno

Ninguno de los suplicios imaginados en los infiernos escapó a la realidad de las guerras y sabemos que en materia de Infierno la humanidad se superó a sí misma. Toda construcción de los infiernos no escapa al contexto de la época en que se construyó. Esto bien vale para mostrar el infierno más famoso de la literatura, el que Dante Alighieri imaginó en su Divina Comedia.

El infierno de Dante deja entrever, al igual que su purgatorio y su paraíso, una sutil tripartición que remite en forma constante al número tres, símbolo de la Santísima Trinidad. El averno dantesco tiene la forma de un cono invertido y consta de nueve círculos que a medida que se desciende, más terribles son los castigos. Para esta catábasis y anábasis Dante realiza dos procedimientos sorprendentes; el primero es el poeta mismo el que realiza el descenso a los infiernos; el segundo, su guía ya no es un personaje literario o de la mitología, ni tiene poderes sobrehumanos, es Virgilio el poeta que narró otro descenso a los infiernos de la mano de Eneas y de la Sibila.

Elegir a Virgilio lo lleva a Dante a crear su propia tradición y nos muestra en su obra cómo el presente dialoga con el mundo clásico y en cierta manera se lo apropia. Ese es el andamiaje que hace funcionar la enorme maquinaria que es “La Divina Comedia”. Una muestra clara es su descripción del averno. Los cuatro círculos del Bajo Infierno están situados dentro de una ciudad amurallada, con una torre y una puerta, tal una ciudad medieval; los cinco superiores forman el Alto Infierno. A este se ingresa atravesando el río Aqueronte en la barca de Carón, llegamos al Limbo, lugar donde están los no bautizados, ahí encontramos a Virgilio, Homero, Platón, a otro círculo (gula) lo custodia Cerbero y Minos rige el círculo de la lujuria.  Cuando llegamos a “la ciudad doliente”, los últimos cuatro círculos también tenemos elementos de la mitología clásica como las Furias, un Minotauro, los gigantes y en el círculo final Lucifer con los dos mayores traidores de la historia, síntesis del mundo cristiano y pagano, Brutus y Judas.