Crece el enojo con bomberos de Ruca Cura por venta de agua

El tesorero de la junta vecinal Casa de Piedra, Miguel Lagos, confirmó que los bomberos de Ruca Cura dejaron de vender el agua que reciben en forma gratuita y lo atribuyó a “la negativa de los choferes a realizar las entregas” ante el revuelo que generó la denuncia.

Dijo, también, que la junta tiene todo listo para colocar un caudalímetro en la puerta del cuartel y comenzar a cobrar el agua como a cualquier usuario.

Luego de las notas publicadas por este diario, que informaron sobre la venta de agua por parte de los bomberos a razón de $2500 la carga, un grupo de vecinos convocó días atrás a una asamblea para analizar el tema. Lagos dijo que se hizo en Casa de Piedra pero participó “gente de distintos barrios”, y que luego de proponer diversas alternativas un grupo de asambleístas planteó “averiguar cómo funciona la asociación” que administra el cuartel Ruca Cura e integrarse como socios con el fin de darle “un manejo más transparente”.

La presidente histórica de la asociación es Ema Foglia. Potenciales “compradores” y exbomberos la señalaron como la responsable de la venta irregular de agua. Este diario intentó comunicarse con ella, quien no contestó.

Lagos dijo que la junta arrastra una fuerte deuda y no está en condiciones de entregar agua gratuita para un fin distinto al de apagar incendios, “y menos aún si el cuartel la va a vender en su provecho”.

Según el tesorero, “la junta vecinal no es quién” para fiscalizar el accionar de la asociación de bomberos y dijo que ya dieron aviso formal a la municipalidad, al Departamento Provincial de Aguas y al Sistema Municipal de Bomberos Voluntarios (Simbov) “para que decidan lo que corresponda”.

Días atrás, un grupo de vecinos se convocó para analizar el tema. Tras las alternativas, se propuso “averiguar cómo funciona la asociación” que administra el cuartel Ruca Cura.

Archivo

La venta discrecional de agua potable por parte de los Bomberos de Ruca Cura no sólo provocó quejas de los vecinos. También generó fuertes controversias entre el personal voluntario.

Así lo señaló el exbombero Xavier Lezaeta, quien cumplió funciones en el cuartel, del barrio Casa de Piedra, hasta el año pasado y confirmó que en alguna época “se vendía agua casi todos los días” a “clientes” de la península San Pedro y del kilómetro 18, donde en cierta época del año se secaban las napas.

Lezaeta dijo que los cuarteleros de turno “tienen orden de no asentar nada en el libro de guardia” y tampoco se facturan esos servicios. El dinero va a parar a una caja paralela.

El presidente del Sistema Municipal de Bomberos Voluntarios (Simbov), Carlos Aristegui, dijo que está al tanto de las irregularidades atribuidas al cuartel Ruca Cura en relación con la venta de agua. “Es algo complicado, no debería ser así”, afirmó.

El Simbov se encarga de administrar la tasa obligatoria que pagan todos los frentistas y los comercios para el sostenimiento de los cuatro cuerpos de bomberos existentes en Bariloche. Este año el presupuesto es de 2 millones de pesos.

Aristegui dijo que cada asociación bomberil debe presentar periódicamente sus balances y rendir cuentas sobre lo gastado con el aporte público, que se destina al sueldo de los cuarteleros, cargas sociales y la compra de equipamiento.

Consultado sobre los ingresos por venta de agua, Aristegui dijo que a su juicio “debería estar dentro” de la contabilidad general.

En los últimos días se instaló una polémica a partir de la denuncia del comerciante Claudio Cruzisio, de Circuito Chico, quien dijo que había pedido una carga de agua a los bomberos durante la emergencia climática de julio pasado y quisieron cobrarle 2.500 pesos.

La Junta Vecinal Casa de Piedra, que provee el agua en forma gratuita a los Bomberos, recordó que ya habían objetado la comercialización. Se lo plantearon en febrero a la presidenta de la Asociación de Bomberos, Ema Foglia, pero la conducta se mantuvo.

A partir del último caso la Junta decidió colocar un medidor en la puerta del cuartel y empezar a cobrarles el agua a los bomberos.

El exbombero Lazaeta dijo que cumplió tareas durante 6 años en el cuartel Ruca Cura, y que en un principio realizó traslados de agua a vecinos que la pagaban, pero después empezó a negarse, al igual que otros de sus colegas. Lo cual le generó disgustos y discusiones.

Responsabilizó a la jefa del cuerpo Andrea Troyón, a su esposo Oscar Nestares y a la madre de Troyón, Ema Foglia.

Sobre la venta de agua dijo que “cada vez les cuesta más que haya bomberos dispuestos a hacer esa tarea”. En 2009 el Tribunal de Contralor ya había formulado una denuncia penal por un supuesto faltante de fondos en la asociación de bomberos Ruca Cura.

Financiamiento

“La gente pide agua y se la cobran. Pasó siempre. Los cuarteleros tienen órdenes de no dejar nada asentado en el libro de guardia”.

El exbombero Xavier Lezaeta confirmó el procedimiento irregular.