Los casos Bulacio y Mathov

Si algo tienen claro quienes denuncian la impunidad por los crímenes de junio es que las presiones políticas fueron moneda constante durante todo el proceso. Según la abogada Marina Schiffrin, el contexto actual tampoco ayuda porque “hay lógicas hegemónicas que se profundizaron” luego del cambio de gobierno. Consideró también que la Justicia “es independiente en casos muy contados” y la violencia policial “siempre fue difícil de investigar y de sancionar”.

Sin embargo, citó antecedentes que obran a favor.

La causa por el homicidio de Walter Bulacio fue reabierta casi dos décadas después a instancias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Y hubo condenas, recordó Schiffrin.

Otro caso –de mayor similitud con lo ocurrido en Bariloche- fue la represión en Plaza de Mayo y alrededores el 20 de diciembre de 2001.

El juicio resultante, después de 15 años, impuso penas de entre 4 y 6 años de cárcel a los policías que dispararon y también al entonces secretario de Seguridad de la Alianza, Enrique Mathov, y al jefe de la Policía Federal, Rubén Santos.