Los peligros de un abrazo solar
La vida en la Tierra depende del Sol, lo que suceda en esta estrella nos afecta, de algún modo. Fulguraciones, eyecciones coronales de masa son transitorios y tienen efectos inmediatos sobre nuestra vida. Otros fenómenos son a largo plazo y pueden afectar el clima en el futuro.
CIENCIA Y TECNOLOGÍA
A comienzos de 2013 la NASA advertía sobre el aumento de actividad solar, y que podría tener picos de tormentas que, si ocurrieran en la cara del Sol que enfrenta a la Tierra, serían capaces de generar, al menos en el hemisferio norte, problemas en las telecomunicaciones y en las redes de electricidad. Más allá de esas consecuencias puntuales, un interrogante es qué influencia tiene la actividad solar sobre el clima terrestre.
“Cuando se habla de actividad del Sol, hay que distinguir entre la actividad transitoria y la de largo plazo, y es esta última la que podría tener influencia en el clima”, señala la doctora Cristina Mandrini, directora del grupo de Física Solar, del IAFE, CONICET-UBA.
La relación entre manchas solares y clima también puede determinarse con el estudio de los anillos de los árboles (dendrocronología). En efecto, los anillos de crecimiento grabados en el tronco de un árbol indican no sólo la edad, sino también -según su mayor o menor grosor- la variación en el crecimiento, y por ende, los cambios en las condiciones climáticas. Durante los períodos fríos, los anillos son más delgados.
Eyecciones solares
“Un evento transitorio libera una cantidad de energía equivalente a la explosión simultánea de cinco mil millones de bombas, como las lanzadas en Hiroshima, y ello ocurre, por lo general, en las cercanías de las manchas solares”, gráfica Mandrini.
Ese ingreso de partículas energéticas también puede llegar a producir estragos en las redes de electricidad de las grandes ciudades del hemisferio norte. Por ejemplo, en marzo de 1989, la ciudad de Quebec, en Canadá, padeció los efectos de una fuerte tormenta solar.
Asimismo, la red eléctrica de Montreal se vio paralizada durante más de nueve horas; las pérdidas económicas fueron millonarias. Las tormentas solares también pueden causar interferencias en las señales de radio y afectar los sistemas de navegación aéreos en ambos hemisferios.
“Cuanto más dependientes seamos de la tecnología, más vulnerables estamos frente a las tormentas solares”, destaca Mandrini. Es por eso que la NASA envía advertencias cuando los datos indican que puede haber riesgo de mayor actividad.
Tormenta perfecta
La “tormenta solar perfecta”. Según un estudio de la Universidad de Colorado, la NASA y otras universidades, existe un 12% de posibilidades de que la nube procedente de una tormenta solar extrema pueda alcanzar de lleno nuestro planeta dentro de 10 años. Este mismo suceso ocurrió en 2012, pero no nos alcanzó.
“Si nos hubiera golpeado, todavía estaríamos recogiendo los pedazos”, afirma Daniel Baker, coautor del estudio publicado en la revista Clima Espacial. En su artículo Baker describía cómo una poderosa eyección de masa coronal atravesó la órbita de la Tierra el 23 de julio de 2012 pero, por suerte, la Tierra no se encontraba allí en ese momento.
La revista Physics World recoge unas declaraciones de Ashley Dale de la Universidad de Bristol en las que afirma que una tormenta solar “excepcionalmente violenta” estaría por llegar en cualquier momento. Esta tormenta solar de gran magnitud podría tener una incidencia directa sobre La Tierra, haciendo que dejaran de funcionar los sistemas de comunicaciones así como el fluido eléctrico.
Red de protección
De hecho, los científicos de la NASA han predicho que la Tierra está en la trayectoria de un evento de nivel Carrington cada 150 años en promedio – lo que significa que en la actualidad tenemos cinco años de retraso – y que la probabilidad de un lugar en la próxima década es tan alto como 12%.
El equipo internacional de científicos de SolarMAX se reunieron en la Universidad Internacional del Espacio en Estrasburgo, Francia, el año pasado para identificar las mejores formas de limitar el daño potencial de un súper tormenta solar. Los científicos llegaron a la conclusión que la previsión avanzada es la mejor solución y podría lograrse mediante el envío de una serie de 16 satélites en órbita alrededor del Sol. Esta red podría estimar con una semana de anticipación, de dónde, cuándo y con qué magnitud tormentas solares se llevará a cabo, proporcionando tiempo suficiente para apagar las líneas de energía vulnerables y reorientar satélites.
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