Los pendientes de la OMS: hay que volver a los orígenes del coronavirus

A más de un año del comienzo de la pandemia, aún no se tienen certezas sobre los motivos de surgimiento del coronavirus. Entre sus tareas pendientes, la Organización Mundial de la Salud debe retomar la investigación para entender cómo comenzó este problema.

Más de un año después del inicio de la pandemia del coronavirus, sus orígenes siguen siendo un misterio. Descubrir la verdad podría tomar años, pero hoy es un buen momento para relanzar su búsqueda.


La investigación conjunta entre la Organización Mundial de la Salud (OMS) y China se ha topado con problemas, como señaló esta semana un grupo de 26 científicos en una carta abierta dirigida a la OMS.

Tanto la posibilidad de un contagio zoonótico de animales huéspedes como la de un accidente de laboratorio, requieren de investigaciones expertas independientes, y es hora de que un nuevo equipo aborde seriamente la hipótesis del laboratorio.

¿Por qué es tan importante el tema del origen del virus? Porque conocer la fuente y el método por el cual el virus logró dar el salto a los humanos es fundamental para prepararnos para una futura pandemia.

Ya se ha gastado demasiada tensión política en este tema, parte de ella generada por China, donde comenzó el primer gran brote; y otra parte por Donald Trump, en su intento de distraer la atención de su catastrófica respuesta pandémica como presidente de Estados Unidos. La repartición de culpas no debe ser un impedimento para encontrar la verdad.

Desde el comienzo de la pandemia, con epicentro en Wuhan, hay acusaciones cruzadas sobre ocultamiento de información sensible para entender el por qué.


El equipo de investigación OMS-China, el cual está enfocado en el contagio zoonótico, está redactando un informe que, según el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, se publicará la semana próxima, a partir del lunes 15 de marzo.

China niega la hipótesis alternativa que propone que la pandemia fue provocada por algún tipo de fuga o accidente en un laboratorio. Sin embargo, una investigadora sénior del Instituto de Virología de Wuhan, Shi Zhengli, estuvo trabajando en experimentos de “ganancia de función”, que implican modificar genomas virales para darles nuevas propiedades, como la capacidad de infectar células pulmonares de ratones de laboratorio que habían sido modificados genéticamente para responder del mismo modo que las células respiratorias humanas.

Shi Zhengli estuvo trabajando con varios coronavirus de murciélago que eran genéticamente muy parecidos al que causó la pandemia. ¿Es posible entonces que un trabajador se haya infectado o que a partir de una fuga accidental se haya desencadenado el brote en Wuhan, el epicentro mundial de la enfermedad?

El equipo conjunto OMS-China afirmó en su conferencia de prensa del 9 de febrero, realizada en la ciudad de Wuhan, que la hipótesis del laboratorio era “extremadamente improbable” y que no seguiría siendo examinada; más tarde, Tedros Adhanom dijo que ninguna posibilidad estaba descartada.

Es fundamental que la OMS reabra la etapa de investigación sobre el comienzo de la pandemia.


Como señalan los 26 científicos firmantes de la carta abierta a la Organización Mundial de la Salud, el equipo no tuvo ni la capacitación ni las habilidades forenses necesarias para poder investigar esta posibilidad alternativa. Además, sufrió una fuerte presión de China para alejarse por completo del tema.

Lo que se necesita es una investigación independiente, multidisciplinaria y sin restricciones sobre los orígenes del brote, que indague tanto la hipótesis zoonótica como la del laboratorio. La obstinación de China no va a desaparecer.

La Organización Mundial de la Salud, una organización de membresía, no tiene el poder para abrir las puertas cerradas en China, y no existe otra buena alternativa. Sin embargo, Tedros Adhanom podría nombrar un nuevo equipo de expertos internacionales altamente calificados, incluyendo especialistas forenses, para investigar la hipótesis de la fuga en el laboratorio, e insistir de manera enérgica que China no se interponga en su camino.

Si Tedros Adhanom finalmente lograra desafiar públicamente a China en lo que a este tema respecta, tendría el apoyo de un planeta que quiere saber cómo comenzó esta pesadilla y cómo prevenir otra.

Por Editorial Board (The Washington Post)


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