Una empresa tech global nacida en Roca se enfoca en la energía y Vaca Muerta

Luego de atravesar un vertiginoso proceso de expansión internacional, una empresa de tecnología surgida en el Alto Valle se redefine y ahora le apunta al sector energético.

La economía del conocimiento marca cada vez más el pulso de las economías, y Río Negro y Neuquén no son una excepción. El caso de la empresa Patagonian, nacida en General Roca, es uno de los más emblemáticos de la región que le da nombre.

Los viciosos ciclos económicos de Argentina tienen como elemento subyacente la restricción externa. Las recurrentes crisis de balanza de pagos llegan acompañadas de devaluaciones, controles de cambios, endeudamiento insostenible, inflación… La historia de nuestra economía.

Detrás de la actual discusión sobre las bondades del superávit fiscal, se esconde la necesidad de modificar la matriz productiva del país en el mediano plazo, incrementando el peso relativo de actividades agregadoras de valor

En ese aspecto, el papel que juega la economía del conocimiento es cada vez más preponderante, y las últimas noticias son buenas. Según el informe Argenconomics de Argencon, en 2023 el sector “alcanzó récords históricos en su participación en la economía nacional: 9,7% del total de exportaciones y 7,3% en el empleo registrado”. 

Dato

60%
Es el porcentaje que representan los argentinos en la planta de personal de Patagonian.

Patagonian hace su aporte, exportando el 80% de su valor y apostando mayormente al talento argentino pese a ser una compañía muy internacionalizada en la actualidad.

Esta empresa se dedica a innovar y a producir tecnología para otras compañías, pero con dos preceptos bien definidos. El primero, es que el entregable se debe adaptar a las necesidades específicas del cliente. El segundo, es que contribuya a incrementar la generación de valor en la empresa contratante, haciendo más eficientes sus procesos. “Tratamos de no ser un partner tecnológico, sino un partner de negocio”, resume Federico Hardziej, CEO de Patagonian y uno de los cuatro socios.

Esto los llevó a trabajar para empresas de la talla de Amazon o Intuitive, la creadora del robot quirúrgico Da Vinci, y a exportar a Estados Unidos, Dinamarca, Suiza, España, Panamá, Chile, Brasil, etc. Otro logro representativo de la trayectoria de Patagonian es que al día de hoy sigue trabajando con su primer cliente. 


Los primeros pasos de Patagonian


Los inicios de la empresa datan del año 2011. En ese entonces, dos ingenieros en sistemas oriundos de General Roca deciden volver de Buenos Aires (ciudad donde estudiaron) para apostar al lugar donde nacieron. Ellos son Federico Hardziej y Rodrigo Falcó, socios desde aquel momento,

Federico Hardziej contó que la visión originalmente era “ser una empresa de tecnología emblemática de la Patagonia”. Para conseguir ese objetivo, la idea consistía en cubrir la demanda de tecnología de las compañías frutícolas e hidrocarburíferas de la región.

El escenario fue distinto al imaginado. “Las empresas grandes de la zona preferían seguir contratando tecnología en Buenos Aires, en lugar de hacerlo en la zona”, recordó Hardziej. 

“Tratamos de no ser un partner tecnológico, sino un partner de negocio. Tratamos de vender lo que el cliente necesita.”

Federico Hardziej, socio fundador y CEO de Patagonian.

Rápidamente, los emprendedores supieron que había que redireccionar el negocio. La visión mutó y desde 2013 buscaban “ser una compañía que exporta al mundo talento patagónico”. En esta reconversión es que se suma un tercer socio al proyecto: Eugenio Díaz Lis, oriundo de la Ciudad de Buenos Aires.

Esta nueva era de Patagonian tenía dos pilares fundamentales. Uno de ellos radica en los mercados extranjeros, pues pasó a ser una empresa fuertemente orientada a la exportación. El segundo es el talento patagónico, y se buscó reclutar a programadores de la región que preferían permanecer en su tierra y no migrar a los grandes centros urbanos en busca de otras oportunidades. “Ahí se empezó a gestar la compañía, apostando a la Universidad Nacional del Comahue y a generar talento”, contó Federico. 


La internacionalización


Desde su creación, Patagonian no dejó de crecer. Sin embargo, el año 2020 y la pandemia por la Covid-19 constituyeron un punto de inflexión, y desde entonces y por 3 años la expansión de la empresa fue explosiva.

Este avance fue posible gracias al boom de lo digital, ocasionado por la pandemia y por las cuarentenas en todo el mundo. Sin embargo, a las oportunidades hay que aprovecharlas, y Federico, Rodrigo y Eugenio lo hicieron iniciando en 2020 un proceso de internacionalización de la empresa, que llevó a la incorporación al negocio de Pedro Monés, el cuarto socio.

Así, a las oficinas en General Roca (Río Negro), Villa la Angostura (Neuquén) y Mendoza, Patagonian sumó presencia física en Cali, Bogotá y Medellín (Colombia) y en Miami y Austin (Estados Unidos)

Output. Tecnología adaptada al cliente para optimizar negocios. Foto: Andrés Maripe.

Aquel proyecto que arrancaba con el regreso al Alto Valle de los recién graduados Rodrigo y Federico, se transformó en una empresa global. El objetivo era y sigue siendo el mismo: ofrecer talento.

Estados Unidos ya era el principal mercado de Patagonian antes de su radicación allí. La elección de Colombia se debe a que su capital humano es abundante y de alta calidad. “Después de Brasil, Colombia es el lugar de América Latina que más universidades de tecnología tiene, y en el que la calidad de los ingenieros es similar a la de Argentina”, relata Federico, y agrega que “la universidad en Colombia es muy buena, igual que en Argentina”. 


El presente


Según Argencon, las exportaciones de servicios informáticos en 2023 cayeron un 6,8% interanual, a contramano de lo sucedido con la industria del conocimiento en general. El informe señala como una de las causas la desaceleración global y los problemas derivados de la macroeconomía nacional, como la pérdida de competitividad y fuga de personal especializado a trabajos informales.

La decisión de internacionalizar Patagonian buscaba justamente la diversificación de mercados y la minimización de los riesgos. “Queríamos que los huevos no estén en la misma canasta y que, en caso de que una economía no esté bien, poder apalancarnos con la otra”, relató Federico.

Expansión. Con menos de una década de vida, la empresa nacida en el Alto Valle se internacionalizó. Foto: Andrés Maripe.

Federico fue contundente al señalar que el 2023 lejos está de parecerse al período de bonanza de la postpandemia. Gracias a una decidida política cultural, la empresa está siendo exitosa en su objetivo de minimizar la rotación de personal. Sin embargo, la coyuntura macroeconómica de Argentina y Estados Unidos plantean desafíos para la empresa.

Con respecto a nuestro país, Federico señaló como preocupante el atraso cambiario. “La macroeconomía argentina está bastante compleja para compañías exportadoras, con un dólar fijo y costos en alza”, marcó. Con respecto a Estados Unidos, hizo énfasis en los escasos incentivos para la inversión en tecnología, debido a las altas tasas que paga la Reserva Federal. Asimismo, apuntó al auge de la inteligencia artificial como un desafío. 


Vaca Muerta, la energía y el futuro


Los cuatro socios de la empresa vieron en esas circunstancias la oportunidad de repensar el modelo de negocio. Aprovechando su presencia en la zona de influencia de Vaca Muerta, desde 2023 están abocados a convertirse en una empresa de tecnología especializada en energía.

“Queremos ser un jugador estratégico para todas las empresas de servicios que necesitan escalar el negocio y apalancarse en tecnología para optimizar procesos y crecer con la demanda de Vaca Muerta”, dijo el CEO de Patagonian.

Como parte del desarrollo de esta unidad de negocio, se incorporaron al plantel de Patagonian ingenieros en petróleo para que sean el nexo con los potenciales nuevos clientes. La CEO del vertical de energía es una MBA cuya trayectoria profesional incluye a empresas como YPF y Vista.

“Queremos ser un jugador estratégico para las empresas de servicios que buscan crecer con la demanda de Vaca Muerta.”

Federico Hardziej, socio fundador y CEO de Patagonian.

Este año se ha decidido hacer foco en Argentina y Colombia. La siguiente parada será Estados Unidos, para lo cual ya se están contratando personas en Austin, hub de energía de ese país.

Actualmente, la compañía está desarrollando las propuestas tecnológicas para el sector y llevando adelante reuniones comerciales. “Estamos armando nuestro offering de energía para empezar a resolver puntos de dolor que puedan tener las empresas de servicios de la zona”, indicó Federico.

Acaso el ejemplo más elocuente y actual de la capacidad de adaptación de Patagonian es que se ha fijado como meta aplicar herramientas de inteligencia artificial a la industria energética. Más de una década después, el fin es el mismo: contribuir a la agregación de valor y a hacer más eficientes los procesos productivos. Y otra vez, como en 2011, se vuelve a apostar a la Patagonia argentina.


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