Con críticas al municipio, arrancó la Feria Franca en plaza Belgrano

Integrantes de la Feria Franca Nahuel Huapi cuestionaron que el municipio no les permite vender panificados ni dulces pero que dos food trucks ofrecen esto y "plantas de reventa".

Como todos los sábados, la apertura estaba prevista a las 11 pero a las 10 de la mañana ya había gente esperando en la plaza Belgrano. Una vez más, la Feria Franca Nahuel Huapi se llenó de público ávido por comprar verdura, semillas, plantines y aceites naturales.

Pero este sábado también hubo reclamos hacia el municipio ya que hasta el año pasado, también podían vender panificados y dulces. Este año, solo algunos puestos del Manso pueden vender esos productos.

«Este año la municipalidad no nos dejó vender ni panes ni dulces porque hay una nueva ordenanza para habilitar las cocinas pero muchos no llegamos a habilitarlas», explicó Fabiana Goye, presidenta de la Feria Franca.

«Como productores -agregó- limitan nuestras ventas. Pero además, Bariloche declaró la emergencia alimentaria».

Los productores se mostraron molestos porque a pocos metros de la feria también se instalaron dos food tracks ofreciendo panificados y plantas. «Supuestamente ganaron una licitación pero lo sentimos como una burla. Traen plantas no orgánicas de reventa cuando nosotros estamos fomentando la agroecología y la venta directa», objetó Goye.

La feria cuenta con unos 25 puestos fijos (algunos más que el año pasado) que contempla a unas 40 familias. Funciona todos los sábados desde diciembre hasta Semana Santa. Este año decidieron ampliar el horario de atención hasta las 15 ya que, según explicaron los feriantes, «al cerrar al mediodía, muchos salían de trabajar y no alcanzaban a llegar».

«Buscan de todo. Muchos vienen por las verduras pero se terminan llevando plantas, aromáticas, medicinales, productos derivados de la miel», explicaron.

Este año se sumó un puesto de hidroponia a fin de mostrar este método de cultivo industrial de plantas que en lugar de tierra utiliza únicamente agua.

En su puesto, Enrique Panes, productor de Villa Llanquín, ofrece verduras, semillas, aromáticas y huevos. «Es un trabajo duro de toda la semana en la quinta. Pero la gente está buscando mucho lo natural. Y todos tenemos los mismos precios. El kilo de cerezas, por ejemplo, 150 pesos», explicó.

Adriana Moretti es una productora de Península San Pedro que ofrece aceites naturales de rosa mosqueta, lavanda y romero, arreglos de plantas, tablas y cucharas de madera y plantines desde hace dos años. «Es una buena iniciativa porque podemos llegar directamente del productor al consumidor. Se nos valora mucho más el trabajo. En los comercios, te tiran abajo el precio y tu trabajo no tiene valor», planteó.


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