Los sismólogos aún no tienen una medida única y confiable

ESTRASBURGO, FRANCIA (AFP).- Setenta años después de la invención por Charles Richter de una herramienta científica destinada a medir la fuerza de un sismo, los sismólogos trabajan hoy con media docena de escalas de magnitud, cada una de las cuales da resultados distintos de un mismo temblor.

«El sueño de todos los sismólogos es y ha sido siempre encontrar una medida única, pero lamentablemente el sismo es un fenómeno complicado que no puede resumirse en una sola cifra», explica, tras el terremoto que causó ayer más de 300 muertos en Marruecos, Michel Cara, director del Observatorio de Ciencias de la Tierra de Estrasburgo (nordeste de Francia).

Este observatorio es el eje del dispositivo francés de estudio y medida de los sismos y alerta en caso de movimiento telúrico en cualquier lugar del mundo.

«En términos de magnitud, la diferencia (entre las diversas escalas) puede alcanzar 0,5, e incluso 1, lo que es enorme», reconoce el científico, que cita como ejemplo el terremoto de Argel, que causó más de 2.100 muertos el 21 de mayo de 2003.

Evaluada en un primer momento en 6 por el Observatorio, la magnitud del sismo -es decir, la energía emitida en el epicentro, calculada a partir de la señal registrada en un sismógrafo- fue reducida después a 5,2 por el Centro argelino de Investigación de Astronomía y Astrofísica, y posteriormente nuevamente aumentada, respectivamente a 6,6 y 6,7, por otros dos observatorios, uno europeo y otro norteamericano.

Según Cara, no es sorprendente que agencias sismológicas locales no sean las mejor situadas para evaluar sismos importantes. «Las mismas dan en general cifras fiables para sismos de magnitud inferior a 5 grados, pero tienen tendencia, en cambio, a subvaluar los temblores importantes a raíz de problemas de saturación», explica.

Para evitar este problema, los sismólogos prepararon desde los años 50 nuevas escalas de magnitud que tienen en cuenta la duración de la señal leída por el sismógrafo (Md), pero también la localización o la profundidad del temblor (Ml, Ms ou Mb) o la naturaleza de las ondas (Ms ou Msz).

El Observatorio de Estrasburgo atribuyó al sismo registrado ayer en Marruecos magnitudes Mb de 6,1 y Msz de 6,3.

Contrariamente a las medidas de intensidad, que evalúan los temblores en función de los efectos producidos o los daños causados en escalas que van generalmente de I a XII, como es el caso de las de Mercalli, MSK (Medvedev, Sonpkener y Kamik) o de la norma europea EMS (escala macrosísmica europea), la magnitud no es una escala de grados sino una función contínua que puede ser negativa o positiva y que en teoría no tiene límites, por ello la denominación de «escala abierta de Richter».

Un sismo de magnitud 6 es pues diez veces más fuerte que un sismo de magnitud 5 y cien veces más fuerte que un sismo de magnitud 4.

El sismo más violento registrado en el siglo XX, de magnitud 9,5, se produjo el 22 de mayo de 1960 en Chile y causó 5.700 muertos. A título comparativo, el que afectó el 26 de diciembre pasado la ciudad de Bam (Irán) era de magnitud 6,3 y dejó 41.000 muertos, según el último balance.

Nota asociada: Un sismo provocó más de 550 muertes en Marruecos  

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