Los usos del Equisetum

Fortificante y preventivo de hongos, arañuelas, pulgones, larvas y cochinillas, crece espontáneamente en suelos húmedos. Se los identifica a simple vista porque sus tallos crecen con pisos de hojas en cada nudo, que se separan fácilmente con un leve tironcito.

Se multiplican por rizomas. La Enciclopedia Parodi cita para nuestro país la especie Equisetum giganteum, pero de hecho hay numerosas otras especies y todas muy parecidas entre sí, variando especialmente en cuanto a su altura.

PROPIEDADES

En medicina popular, se usan las partes aéreas para curar hemorragias capilares, disenterías y evitar la caída del cabello. Debido a su contenido de sílice, en la industria se usan los Equisetum para pulir maderas y metales.

Es el alto contenido en minerales lo que las hace tan valiosas, porque contienen calcio, magnesio, cromo, hierro y potasio. Además ácidos salicílico y málico, saponinas, akonítico o equisético, dos alcaloides (nicotina y palustren), glucósidos, tres heteróxidos flavónicos, taninos, un fitosterol y un principio amargo.

Es efectivo para prevenir la hernia de las coles en general y otras enfermedades ocasionadas por hongos del suelo, para lo cual se deben colocar los plantines en una solución rebajada 1:10.

Protege a las frutillas que, en contacto con el suelo, son rápidamente cubiertas por un moho gris.

Por su alto contenido de ácido silícico actúa como preventivo de enfermedades ocasionadas por hongos y fortifica a las plantas contra el ataque de arañuelas.

CALDO

Se cosecha en primavera y verano, toda la planta excepto las raíces. Se toma 1 kilo de plantas frescas (o 150 gramos si fueran secas) y se remojan por espacio de 24 horas en 10 litros de agua a temperatura natural.

Al día siguiente se cuece esta mezcla media hora a fuego muy suave, se deja enfriar tapado y se tamiza. Antes de pulverizar con este producto, se lo rebaja colocando una quinta parte (1:5) o una décima (1:10) en agua.

Es importante pulverizar esta mezcla en días secos y bien soleados. Se puede mezclar con el extracto de ortiga y caldo de cebolla. Como agente curativo no debe diluirse.

Una señora se confundió y agarró la cola del caballo de Don Zenón y la puso en una olla de agua hirviente… dicen que todavía la están buscando.

TEODORICO HILDEBRANDT

ELJARDIN@RIONEGRO.COM.AR

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