Madres jóvenes tendrán una «madrina»
Río Negro implementa un programa para aportar experiencia y contención a adolescentes embarazadas o madres de niños en riesgo. La mayoría de las chicas deben hacer frente a todo, solas.
VIEDMA (AV)- «El país que protege a los niños es un país que sabe construir el futuro y, a la vez, defender la poesía y la ternura humana, sin las cuales la vida es muerte, el día, casi noche, y la paz, casi guerra».
Esta reflexión de Carlos Castro Saavedra es seguramente compartida por quien la lea, incluidos aquellos que ocupan lugares de decisión en los gobiernos. También por quienes necesitan esa protección que no llega. Porque, si llegara adecuadamente, no serían tan preocupantes algunas estadísticas como la que señala que uno de cada seis niños que nace en este país es hijo de una adolescente. El 15,4% de mujeres entre 11 y 19 años es madre. En Río Negro ese porcentaje llega al 18,5%, similar al registrado en la década del «70. Pero lo más preocupante para la provincia es que jovencitas menores de 20, tengan más de un hijo. La mayoría está sola a cargo de sus hijos y muchas de ellas debieron abandonar sus estudios.
Esto implica que la decisión de esa jovencita de ser madre no fue una opción en la vida. Pero además, la mayoría de estas madres está más expuesta al riesgo.
Con la intención de revertir esta situación, Salud Pública elabora un proyecto denominado «Madrina», a modo de figura protectora y como una mujer que presenta a una persona en sociedad.
Estará dirigido a embarazadas adolescentes, analfabetas o gestantes solas, único sostén del hogar y a los menores de un año, hijos de esta población definida o recién nacido con bajo peso al nacer y proveniente de hogares con alto riesgo social.
La inclusión de las mujeres en este programa específico es a partir de su captación en el embarazo hasta un año luego del parto, ya que las prestaciones contemplan cuidados en el embarazo, atención del menor de un año e inclusión de la madre -o de la pareja completa, cuando estuviera unida- en el Programa de Salud Reproductiva y Sexualidad Humana.
Solas de todo
Laura Margaría está a cargo de la dirección de Salud Materno Infanto Juvenil de Río Negro.
La funcionaria detalló que muchas de las mujeres que afrontan un embarazo están solas, no sólo sin pareja o recursos sino también solas desde lo que implica afrontar un embarazo o la crianza sin ayuda.
Otras, además de todo esto carecen de la experiencia que implica deambular por las distintas instituciones para solucionar sus problemas, desde buscar turnos en un hospital.
Este programa será financiado por el ministerio de Trabajo de la Nación, y permitirá seleccionar hasta diez mujeres que serán capacitadas para el acompañamiento de las embarazadas y de las madres de niños de alto riesgo. El principal requisito que deberán cumplir esas mujeres «madrinas» para incorporarse al programa será su experiencia en la crianza de hijos y vivir dentro del área donde desempeñará sus tareas. En principio, se implementará en barrios con problemas económico-sociales y sobre mujeres más expuestas al riesgo con la intención de lograr cambios de conductas.
La madrina será la encargada de visitar a las nuevas madres para acompañar la crianza de los hijos y sobre todo asegurar que esa mujer en riesgo acceda al servicio de salud.
Informar es prevenir
VIEDMA (AV)- Tanto como en el sida, la información es la mejor forma de prevenir un embarazo a temprana edad. En realidad, en Río Negro el aumento de madres adolescentes no ha sido estrepitoso en los últimos años, lo que no significa que no deba preocupar. En la década del «90 se mantuvo el porcentaje de menores de 20 años embarazadas (cada 100 nacidos por año 18 son hijos de madres adolescentes).
Según estadísticas de Salud Pública el año pasado nacieron vivos en Río Negro 11.493 niños, de los cuales 2.118 fueron hijos de mujeres menores de 20 años (18,4%). Entre ellas dieron a luz 56 jovencitas menores de 15 años. En este grupo se dio uno de los porcentajes más elevados de mortalidad infantil (28.2%). Además el 25% de esas mujeres menores de 20 que tuvieron un hijo en el 2.000 protagonizaban, por lo menos, su segundo parto. Por otra parte, un porcentaje importante de chicas de 24 años ya son madres por tercera y cuarta vez, es decir que empezaron a muy temprana edad o tienen un bebé detrás del otro.
Si bien Margaría admitió que ha cambiado la forma de mirar esta situación, sostuvo que «es difícil un abordaje de prevención de embarazo sólo desde Salud lo que no implica que no deba hacerse responsable de parte del problema».
Consideró que lo más grave es que muchas mujeres adolescentes que ya tuvieron un hijo no han sido captadas en los hospitales donde fueron atendidas, por lo menos por 48 horas, para tratar de evitar un nuevo embarazo en poco tiempo.
Margaría consideró importante la captación de estas madres tan jóvenes desde Salud al señalar que un embarazo precoz en un hogar con problemas socioeconómicos «es más riesgoso para el bebé que en uno con recursos suficientes».
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