Maniobras arriesgadas, taxis costosos… todo por pasar
NEUQUÉN (AN).- El piquete en la rotonda de Cipolletti obligó a múltiples maniobras por parte de los automovilistas, algunos de los cuales optaron por atravesar el barrio Labraña de Cipolletti, donde hay una calle y de una mano.
Como el tránsito era desde y hacia Cipolletti Neuquén, se produjeron colas a uno y otro lado de la arteria que bordea al río Neuquén.
Con camiones a uno y otro lado, autos estacionados y camiones y tractores cruzados hubo momentos de máxima congestión sobre el área que rodea a las cabinas de peaje que -obviamente- levantaron las barreras.
Del lado neuquino e incluso apenas unos metros más allá del piquete de la rotonda los taxis amarillos -los de Neuquén- hicieron cola esperando a los pasajeros, que sin pensarlo mucho aceptaron pagar los 12 pesos que les pedían para ir hasta el centro de la ciudad.
Los colectivos de la empresa Pehuenche se organizaron para hacer trasbordos para lo cual pasajeros debieron presentar el boleto a uno y otro lado del piquete.
Con todo, ni siquiera las aperturas parciales que permitieron los manifestantes no alcanzaron a descomprimir el tránsito y tampoco a calmar el ánimo de los muchos vecinos o turistas que se toparon con el corte.
Los más enojados fueron los turistas y entre ellos los más desconcertados fueron los chilenos, para quienes no alcanzaban las explicaciones.
La Policía de Tránsito de Neuquén se limitó a informar sobre la situación e intentó ordenar el caos pues por momentos eran muchos los autos que se movían en contramano por la Ruta 22.
NEUQUÉN (AN).- El piquete en la rotonda de Cipolletti obligó a múltiples maniobras por parte de los automovilistas, algunos de los cuales optaron por atravesar el barrio Labraña de Cipolletti, donde hay una calle y de una mano.
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