Manos a la obra en Catriel para producir frutillas orgánicas

Varias familias llevan adelante con éxito un emprendimiento

CATRIEL (ACA).- Un grupo de familias catrielenses -los matrimonios Gómez, Díaz, Norambuena y Mathus- están volcados a producir frutillas ecológicas desde hace unos tres años. Como sucede con la mayoría de los habitantes de esta ciudad, casi todo el grupo tenía como actividad central tareas relacionadas con la industria petrolera, pero la idea comenzó a tomar cuerpo y hoy tiene muy buen horizonte.

Se trata de un emprendimiento de producción orgánica, un sueño de larga data de alguno de sus integrantes. Parte del grupo viene tomando experiencia desde hace casi una década en cultivos orgánicos.

Actualmente y desde hace mucho tiempo, cuentan con el acompañamiento de la ingeniera agrónoma Alicia Manuchi, quien asesora en el tema a los emprendedores .

Cabe destacar que el trabajo orgánico en la localidad está visto por un sector importante de la comunidad -cuyos más acérrimos defensores son los integrantes de este grupo-como «más que una necesidad de preservar los espacios naturales, evitar la contaminación y abrir una brecha diferente».

Según cuentan, se comienza con este método, cuando se realizan los talleres en el CIESA, de El Bolsón, a cargo del ingeniero agrónomo Fernando Pia , «que es un pionero en la región Patagónica en producción de alimentos orgánicos», acota Irene Mosiuk, integrante de la iniciativa.

«Estos talleres dieron un gran impulso de ideas. En el caso del 2004, se comienza la tarea formación del suelo. Con vistas al cultivo de frutillas se prepararon 40 bancales en cuatro parcelas ubicadas en diferentes sectores de la zona rural de Catriel , donde se colocaron 750 plantines de 3 variedades distintas, esperando llegar en marzo con un rinde de cosecha de 400 g por planta aproximadamente», explican.

Este sistema garantiza cuadruplicar los rendimientos por unidad de superficie, lo que arrojaría un saldo por temporada de un kilogramo y medio por planta. En el mes de agosto del año pasado se hizo la implantación del cultivo y de las especies complementarias como aromáticas, florales , medicinales que acompaña al sistema permitiendo un desarrollo de la flora espontánea como el yanten, alfalfa, trébol y otras especies.

«Estamos en presencia del primer ciclo vegetativo, logrando además, un exitoso arraigamiento en plantas , con frutos de muy buena calidad, consistencia y color. En síntesis, la característica que buscamos los consumidores para comer en familia, es un alimento saludable e inocuo», apunto Mosiuk.

El proyecto de los productores es entregar al consumidor una fruta fresca para comer con cáscara como se hacía cuando la ciudad era una incipiente colonia agropastoril. La fruta tiene gran aceptación en la zona. Esperan para el presente añ continuar con el comportamiento técnico de cultivo, e inclusive incorporar otras especies como la frambuesas y la grosella, y así lograr la certificación orgánica y de las parcelas, que es lo que abre las posibilidades de un mercado de consumidores especiales, a un mejor precio.

Si bien el éxito los ha venido acompañando -pues todo salió como estaba previsto- los emprendedores se quejan de falta de acompañamiento oficial, máxime cuando se pregona la idea de cultivar la tierra como alternativa.. «Acá es todo pulmón. En pequeña escala se puede llevar adelante una idea», dijeron.


CATRIEL (ACA).- Un grupo de familias catrielenses -los matrimonios Gómez, Díaz, Norambuena y Mathus- están volcados a producir frutillas ecológicas desde hace unos tres años. Como sucede con la mayoría de los habitantes de esta ciudad, casi todo el grupo tenía como actividad central tareas relacionadas con la industria petrolera, pero la idea comenzó a tomar cuerpo y hoy tiene muy buen horizonte.

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