Masas de Navidad

¿Cuál es la mejor manera de decorarlas? Consejos para darles el toque justo.

Eva Neumann Durante diciembre, muchas cocinas se convierten en auténticos hornos de repostería. Y uno de los clásicos es cocinar en casa las masas de Navidad. Lo que más tiempo y esfuerzo conlleva es la decoración: la base la constituye un recubrimiento dulce, y como colofón hay ornamentos en todos los colores, formas y aromas. Para ello, se pueden usar diversos ingredientes. Una posibilidad es el chocolate, que primero que nada debe ser calentado y derretido en un tazón o una taza al baño maría. “Conseguir que el chocolate brille y no se vuelva gris requiere mucho ejercicio”, explica Gerhard Schenk, presidente la Asociación Alemana de Reposteros, quien explica que la principal dificultad radica en conseguir la temperatura adecuada. “Los glaseados de chocolate son mucho más sencillos de emplear y hoy por hoy están disponibles en buena calidad”, agrega. Para que el glaseado cubra la galleta en una capa de grosor uniforme, debe estar lo suficientemente líquido. Simone Trockel, directora de una escuela de cocina en Hannover, recomienda realizar una pequeña prueba con la cuchara: “Si el chocolate fluye hacia abajo, entonces se puede comenzar”. Si sólo queremos cubrir parcialmente de chocolate las galletas de mantequilla, macarrones, galletas de miel o barras de chocolate, basta con mojarlas. De lo contrario, debemos ayudarnos de un pincel. La alternativa a los recubrimientos de chocolate son los glaseados de azúcar. Uno puede fabricarlos de manera sencilla, mezclando azúcar en polvo con líquido. “Para ello se puede usar agua o leche, té o cacao”, dice Martina Kohrs, profesora de panadería. “Especialmente adecuados los son también los jugos de frutas, que aportan variedad de sabor y bonitos colores”. Los colorantes ofrecen otra posibilidad de darles color. Simone Trockel aconseja utilizar colorante en polvo. “Con ello, el baño de azúcar no se licúa más. Además, los colores son más intensos”, afirma, señalando que con el glaseado de azúcar no se pueden mojar sin más las galletas, sino que se debe usar siempre pincel. Después del glaseado se precisa velocidad. “El baño de azúcar es nuestro pegamento. Tendría que estar ligeramente húmedo, ya que de lo contrario el adorno no aguantará”, dice Trocker. Si aplicamos directamente desde la lata elementos como corazoncitos, perlas o demás, puede ser que acabemos sobrecargando fácilmente las galletas y que muchos caigan fuera. Lo mejor, según Trocker, es colocar los corazones y perlas en platos y tomarlas directamente de ahí. Con ello, tomamos con los dedos cada vez uno o dos adornos, lo que resulta más fácil de colocar. Las galletas pueden convertirse en obras de arte individuales dibujando o colocando rótulos sobre ellas. Un buen modo de hacerlo es con un baño de azúcar algo más firme o con clara de huevo. “Como manga pastelera para aplicarlas sobre la galleta podemos usar sin más una bolsa de congelar en la que cortemos una esquina”, explica Kohrs. Quien quiera ahorrarse todo el trabajo para decorar las galletas, basta con que aplique sobre el glaseado determinados ingredientes, como por ejemplo cáscara de limón o de naranja rallada, dice Kohrs. También quedan muy bien sobre el glaseado de chocolate las nueces picadas. (DPA)

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