Mató a tres personas para vengar el crimen de su hijo

Tras los asesinatos, se suicidó en el cementerio. Conmoción nacional por el sangriento raid.

SANTA ISABEL, Santa Fe (Télam, enviado especial).- El padre de un joven muerto de un escopetazo hace dos años en la localidad santafesina de Santa Isabel asesinó a balazos a la madre del homicida, a la pareja de ésta y a una jueza de paz, para vengar el crimen de su hijo, sobre cuya tumba luego se suicidó de un tiro, informaron ayer fuentes policiales y comunales.

El asesino múltiple también pretendió matar al padre del homicida de su hijo, aunque no lo encontró en su vivienda de Santa Isabel, donde sí hirió a balazos en el pecho a la pareja de éste, que está hospitalizada.

El jefe comunal de la localidad de Santa Isabel, al sur de Santa Fe, Juan Antonio Lombardi, aseguró ayer que el atacante, llamado Pedro Ángel Lemos, había advertido que iba a hacer «justicia por mano» propia si liberaban al presunto asesino de su hijo, tal como se rumoreaba en el pueblo.

Fuentes vinculadas a la investigación informaron que efectivamente el chico que mató al hijo de Lemos había sido liberado por no estar firme la sentencia de cuatro años y ocho meses que le dictaron por el hecho, aunque hace tres meses aproximadamente había vuelto a prisión por disposición judicial.

El padre de ese condenado, que salvó milagrosamente su vida al no ser hallado por Lemos, aseguró que una vecina dijo que el «vengador» había escrito una lista con los nombres de 10 personas a las que planeaba matar.

El caso se remonta al 13 de noviembre de 2005, cuando Pedro Rafael Lemos, de 19 años, fue asesinado de un escopetazo en una casa de la ciudad de Santa Isabel, donde comía con otros jóvenes. En esa reunión, uno de los muchachos, Héctor Arangel, manipuló una escopeta y mató a Pedro Lemos, hecho por el cual fue condenado tiempo después en un juicio escrito, ya que por entonces Santa Fe no contaba con la realización de debates orales.

El muchacho estuvo detenido casi un año en una comisaría de la localidad santafesina de Teolinda. Si bien meses atrás fue liberado por no estar firme su sentencia, volvió a quedar preso.

Fuentes policiales relataron que, desde que mataron a su hijo, Lemos había quedado muy shockeado y era frecuente verlo durante las noches frente a la tumba de su hijo en el cementerio.

Además, contó a Télam el intendente Lombardi, Lemos padre estaba enfermo de cáncer de colon, motivo por el cual tiempo atrás había ido a pedirle un subsidio para realizarse unos estudios.

El hombre se hallaba separado de su esposa, Ana Guzmán, con quien además de a Pedro tuvo una niña más chica, cuya tenencia aparentemente la jueza de paz le había quitado tras reiteradas denuncias de violencia familiar, dijeron las fuentes.

El titular de la Jefatura de Policía de Melincué, comisario inspector Juan Mondino, dijo que cerca de las 21 de ayer, Lemos se dirigió en una moto scooter donde vivía la madre del chico que había matado a su hijo. Allí, Lemos atacó y mató a tiros a Lidia Arista, de 50 años y madre de Arangel, y a su pareja, Héctor Armesto, de 51, tras lo cual abandonó el lugar en su scooter con destino a Santa Isabel.

Lemos se dirigió a otra casa en la que vive el padre de Arangel, un pintor de nombre Orlando, junto a su nueva mujer, Marta Torres. Allí, según el jefe policial, Lemos no encontró a Arangel, pero sí vio a Marta Torres, a quien casi sin mediar palabra le disparó un balazo en el pecho y la dejó gravemente herida.

Luego fue a buscar a la jueza de Paz de Santa Isabel, Olga Cuminetti. Según Mondino, cuando la jueza vio que el hombre la quería atacar, intentó salir corriendo y se refugió en una farmacia, pero allí Lemos la atacó a balazos y la mató. Tras consumar los tres homicidios, el agresor se trasladó unas 15 cuadras en su scooter hasta el cementerio local, y sobre la tumba de su hijo se mató de un balazo en el pecho.


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