«Medea» desata su venganza en Neuquén
Hoy, en la UNC, se estrena la obra "Medea, la trama", dirigida por Alicia Fernández Rego. Habrá dos funciones.
NEUQUEN (AN).- Medea, la bella hechicera dedicó su vida a proteger a su amado Jasón. Sus pociones lograron que su hombre fuera dotado de fuerza y poder para vencer a sus enemigos en la conquista del vellocino de oro. Pero Jasón paga con traición la devoción de Medea y ella comienza entonces, pociones y hechizos de por medio, a tramar su venganza.
Así comenzará a tramarse la obra de teatro «Medea, la trama», que se estrenará hoy a las 22 en el Aula Magna de la Universidad Nacional del Comahue. Mañana se realizará una segunda función en el mismo horario y lugar.
Esta pieza es una versión libre de la tragedia «Medea» de Eurípides interpretada por Margarita Garrido en el rol de la hechicera, y Adela Barcia en el papel de la nodriza que acompaña a Medea en su trama. La dirección está a cargo de Alicia Fernández Rego, dato que ya adelanta una obra de impecable puesta en escena y tratamiento.
En la historia se enlaza pasado y presente. La voz del «otro» se despliega en el espacio que se teje en torno al
mito de Medea. Medea representa a ese otro, a la mujer extranjera. «Para nosotros Medea es la voz de la mujer frente al hombre, si se puede hacer una lectura desde la perspectiva de género. Es también la voz del otro, Medea habla de lo dominado por esa invasión de griegos que dirige Jasón. El mito es muy sencillo Medea se enamora de Jasón, abandona amigos, familia, patria por seguirlo. En la tragedia Jasón es el héroe que debía enfrentar serios peligros que sin esta hechicera no hubiera podido salir victorioso. Ella traicionó a su padre, mató a su hermano, abandonó la patria para seguirlo, a cambio de una promesa de amor. Pero esa promesa nunca se cumplió porque el rey de Corinto decidió casar a su hija con Jasón y obliga a Medea a partir al exilio. Pero la venganza no tardó en llegar», comentó el argumento de la obra la actriz Margarita Garrido.
Así comienza a enredarse
y entretejerse una serie de planes para llevar a cabo la venganza que ponen a Medea en un diálogo íntimo con el hombre.
Acompañada siempre por su nodriza, la hechicera está segura de cuál será el camino a seguir y empezará a desencadenar una telaraña de acciones en pos de su objetivo. Por mediación de los niños enviará al palacio para la prometida de Jasón, regalos de boda que le acarrearan la muerte. Llegará el extremo de matar a sus propios hijos y para asegurarse de que Jasón no estorbará su plan, simula reconciliarse con él.
Medea transita al borde de los sutiles límites entre un amor apasionado y deseo despiadado de eliminar a los seres que más ama. Cómo se conjugan estos dos opuestos, o no tanto, es el interrogante que despejará la obra de los actores neuquinos.
«La obra tiene un lenguaje muy fluido, pero en todo momento se conserva el espíritu de la obra de Eurípides. La contemporalidad de la obra está presente, el espectador podrá realizar diferentes lecturas y adaptar lo que sucede en la obra a situaciones actuales», agregó la Medea de esta obra.
En el año 431, coincidiendo con el comienzo de la guerra del Peloponeso, en la que Esparta y Atenas habrían de dirimir su supremacía en la Hélade, Eurípides presentó ante el público ateniense una de sus obras maestras, Medea.
Y hoy llega al escenario neuquino, de la mano de quien supo a lo largo de los años, poner en escena obras tan magistrales como las de Eurípides. Alicia Fernández Rego, sabe de estas cosas y su Medea ya anticipa un éxito rotundo. Hay que verla para entender su impronta.
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