Menem y De la Rúa tuvieron su primer cara a cara

Acordaron varios puntos para garantizarle al próximo gobierno una transición tranquila. Gasto público, Presupuesto 2000 y coparticipación fueron algunos de los temas en debate.

BUENOS AIRES (DyN).- En una nueva señal de convivencia política y transición ordenada, el presidente entrante, Fernando de la Rúa, y el saliente, Carlos Menem, acordaron ayer varios puntos a consensuar y que garantizarán al próximo gobierno tranquilidad financiera para iniciar su gestión.

En el encuentro realizado en Olivos y que se repetiría en 10 o 15 días, De la Rúa tuvo respuesta positiva a su mayor preocupación: tener aprobado el Presupuesto 2000 antes de asumir con las cifras revisadas y no recibir el gobierno con un gasto público comprometido.

Minutos antes de la reunión, Menem levantó la tensión al acusar a la Alianza de «estar abriendo el paraguas para justificar su incapacidad» para gobernar, y convocó al PJ a «iniciar de inmediato una movilización generalizada» en pos de «la victoria en las presidenciales del 2003», en las que aspira a ser candidato.

Sin embargo, después, en la reunión con De la Rúa, no esbozó la más mínima crítica a la Alianza.

Como demostración de que en la conversación se consideraron temas puntuales y políticas de Estado, el propio presidente electo se encargó de remarcar que su encuentro con el actual mandatario que definió como «cordial y constructivo», «no se limitó a lo protocolar».

En la conferencia de prensa que ofreció más tarde en su búnker del Hotel Panamericano, De la Rúa enfatizó el acuerdo logrado para que se revisen las cifras del Presupuesto y se trabaje en un proyecto consensuado de ley de coparticipación para ser aprobados antes del 10 de diciembre.

Además, obtuvo el compromiso de Menem de que no asumirá «ninguna acción extraordinario con cargo a la futura administración» lo que incluye dejar a las nuevas autoridades, entre otras cuestiones, la definición sobre el controvertido aumento a los empleados estatales.

Asimismo, el presidente le prometió a su sucesor «instruir a sus funcionarios a fin de asegurar el financiamiento para el primer trimestre del 2000».

La reunión entre el hombre que gobernó a la Argentina los últimos 10 años y el que ocupará la Casa Rosada a partir del 10 de diciembre se realizó en el Salón Blanco del chalet presidencial de Olivos y fue «cordial y positiva», según explicó De la Rúa.

El presidente electo estuvo acompañado por su vocero, Darío Lopérfido, y por el diputado Rodolfo Terragno, en tanto el actual mandatario fue flanqueado por el ministro del Interior, Carlos Corach, y por el secretario general de la Presidencia, Alberto Kohan.


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