Messi, el Barcelona y una forzada reconciliación

El crack argentino cedió ante la encrucijada planteada por Bartomeu, pero ¿cómo gestionará ahora su frustración por no poder salir? Se viene una temporada bajo tensión en el club culé.

Puede que Josep Maria Bartomeu le haya doblado el brazo a Lionel Messi, quien renunció el viernes a abandonar el Barcelona. Pero el presidente azulgrana, ya muy cuestionado antes de este culebrón, debe prepararse para una temporada 2020-21 difícil con su superestrella argentina agazapado para atacarlo a la mínima oportunidad.

El ganador de seis Balones de Oro justificó su deseo de abandonar su club de siempre por una temporada catastrófica en lo deportivo, sin ningún título, pero también por su mala relación con Bartomeu, a quien acusa de decisiones desastrosas en materia de entrenador y de fichajes y de no haber cumplido su palabra.
Lo cierto es que a Messi se lo vio abatido. Bartomeu jugó su carta y puso al jugador en la disyuntiva de elegir entre el juicio o el amor al club de toda su vida. El crack se queda por ahora y el que gana esta primera batalla es el cuestionado presidente, pero la herida sigue abierta y los resquemores también.

Ahora se estima que el lunes Messi retome la agenda del plantel cuando se someta a los test PCR de coronavirus, previo al comienzo de sus trabajos de campo. Una vez obtenido el resultado negativo de las pruebas, el argentino se reintegrará a los entrenamientos con el grupo y tendrá su primer contacto en cancha con Ronald Koeman, con quien hasta ahora sólo mantuvo una reunión de oficina.

Messi se prepara para regresar a la acción, pero podría pensar rápidamente en nuevos horizontes si los primeros meses son decepcionantes en el plano deportivo. Y esta vez, nada podrá retenerle, ya que su contrato termina a finales de junio de 2021.
A partir de enero próximo las condiciones estarán dadas para nuevos movimientos: Messi podría comprometerse por ejemplo con el Manchester City de Pep Guardiola y  el Barça podría recuperar varias decenas de millones de euros, bienvenidos en un contexto económico delicado, en lugar de nada en absoluto seis meses después.

A menos que la elección del nuevo presidente, en una fecha todavía por concretar –a partir de mediados de marzo como decidió Bartomeu tras caer ante el Bayern– lo resuelva todo, tanto para Messi como para el Barça.
En caso de que el actual presidente esta vez cumpla con su palabra, el Barça podría iniciar una nueva época con un nuevo entrenador, que podría ser la leyenda Xavi Hernández, esperado por muchos como el salvador.
¿Hasta el punto de convencer a Messi, de 33 años, de renovar y jugar toda su carrera con la camiseta azulgrana? El culebrón está lejos de haber terminado.


Puede que Josep Maria Bartomeu le haya doblado el brazo a Lionel Messi, quien renunció el viernes a abandonar el Barcelona. Pero el presidente azulgrana, ya muy cuestionado antes de este culebrón, debe prepararse para una temporada 2020-21 difícil con su superestrella argentina agazapado para atacarlo a la mínima oportunidad.

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