Mosca Roseta festejó diez años y sigue activa 

La banda Mosca Roseta sigue con su actividad en Buenos Aires, donde -una incorporación mediante- ha sido invitado a actuar en diversos escenarios. Con diez años de permanencia logró constituirse en una de las bandas referentes de Bariloche. “Chimango” Valet recordó los comienzos del grupo y anticipó que planea volver a instalarse en la ciudad lacustre. Mientras tanto, y después de un festejo con su gente, realiza este fin de semana una gira cordillerana.

 SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La banda local Mosca Roseta festejó hace poco sus diez años de actividad ininterrumpida con una fiesta a la que concurrieron cuatrocientas personas.

Ahora encara una mini gira que la llevará a mantener contacto con su público, hoy en Esquel y mañana en El Bolsón.

Así lo anticipó Pablo “Chimango” Valet, único de los actuales integrantes del trío que transitó los diez años de la banda, quien indicó que “quiero hacer una gira por toda la Patagonia y poner energía acá y en el Valle porque esto va a marcar la diferencia. Como dijo Sigfrido Rubulis, para que la cosa funcione, siempre en cambio y con un elemento de sorpresa”.

La historia de Mosca comen-zó cuando un grupo de músicos residentes en Bahía Blanca decidió probar suerte por aquí. “Alquilamos un bungaló, ensayamos un poco, preparamos covers de rock nacional y nos presentamos en el pub Viking’s en el Paseo de la Catedral”, recuerda Valet.

“Llegamos en plena temporada baja y una vez que nos escucharon comenzamos a tocar de lunes a lunes”.

Al año siguiente, en el ’91, “también hacíamos covers con otra formación. Los primeros integrantes eran Lisi Carrasco en batería, Diego Castro en guitarra, John, que cantaba, y yo”.

La segunda formación estuvo integrada por Pablo Méndez en batería, el “Chango” Bergés en teclados, Diego Castro y “Chimango”, que tocaba el bajo tanto en la primera como en la segunda formación.

Como trío continuaron Cas-tro, Pablo Coria en bajo y Valet en batería y luego, Charly Barroso (bajo), Castro (guitarra) y el baterista.

El grupo quedó formado así desde 1994 hasta que grabaron el disco (“No es fácil”) en el ’97.

“Ese año nos fuimos a Buenos Aires gracias a Sigfrido, glaciólogo conocido de Bariloche que era nuestro fan número uno. Le habíamos hecho un tema hacía cuatro años porque nos copó su onda. Nos hicimos amigos y nos pagó la grabación del disco en Panda”.

“Nos quedamos en Buenos Aires con ese mismo trío hasta que el guitarrista Castro dejó la banda después de siete años. Entró un guitarrista de allá y seguimos tocando en un montón de lugares conocidos. Somos la única banda de rock que tocó en el Club del Vino, por ejemplo, un lugar destinado al jazz o al tango”.

A pesar de que existe la posibilidad de ir a tocar con Mosca a España, “yo creo que no… Tengo ganas de venirme para acá. Hace tres años que estoy en Buenos Aires y creo que tengo que poner mas energía en este lugar”.

La situación allí no es fácil. “Buenos Aires pone muchas trabas a la gente del interior. No hay ninguna banda que por sus propios medios haya podido llegar a algo. Conozco alguna banda de Rosario, que es una ciudad inmensa y está pegada a Buenos Aires, y Los Enanitos Verdes de Mendoza que llegaron porque eran músicos de Piero”.

Su intención es trabajar para que “el sur sea reconocido como en los Estados Unidos donde hay una diferencia bien marcada entre norte y sur”.

“En la Argentina todo es una sola cosa: Buenos Aires. Quiero hacer reconocer eso, no sé si lo veré mientras estoy vivo o cuando me muera pero voy a pelear por eso”.

“Nos dicen: ustedes suenan diferente, tienen algo distinto y es precisamente porque la banda fue creada en el sur”.

Tres producciones como solista

Aún recuerda la impresión que le causó el recital organizado para celebrar los diez años del grupo y las más de cuatrocientas gargantas cantando el feliz cumpleaños. Y no olvida a su amigo Sigfrido Rubulis cuya figura alta y delgada vestida de cuero era un indicio más de que por allí estaba por tocar Mosca Roseta.

“Sigfrido está siempre con nosotros. Era una persona mayor que nos pudo entender. Por ahí muchos lo veían y creían que estaba loco pero era inteligentísimo, sabía un montón de montañas, de glaciares, de la vida. Fue un maestro”.

Pablo Valet es el compositor de la mayoría de los temas de la banda y aprovechó «el parate del grupo mientras buscábamos otro guitarrista» para producirlos. “Como eran temas que no entraban para Mosca Roseta y eran buenos, decidí hacer algo como solista”.

Con los quinientos pesos “que gano por mes trabajando en un estacionamiento de autos grabé con lo mínimo. Así hice un casete, ‘Música para walkman’ tocando charango, quena, bombos para los temas folclóricos. También bajo, guitarra y casi todos los instrumentos. Fue un trabajo medio experimental porque jugué tranquilo. Lo hice todo en mi habitación”.

Al año siguiente (en el 99) editó “Música para autoestéreo” en el mismo formato. Esta vez incluyó la participación de músicos invitados y canciones. Ambos trabajos forman parte de una trilogía que quedará completada con “Música para discman” cuya grabación tiene prevista para este año. También para en el 2000 verá la luz el segundo de Mosca. “Por ahí lo grabamos en Bariloche. Vi un lugar que me gustaría por la ener-gía que tiene, es tranquilo. No será en un estudio como el primero pero es otra cosa, con más fuer-za, más energía de otro lado”. (AB)


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