Mucha nieve en poco tiempo enciende las alarmas de avalancha
Hubo mucho volumen acumulado en pocas horas. Son condiciones favorables para que los mantos pierdan equilibrio y se desprendan. Piden alta precaución en estos días.
El boletín del Centro de Información de Avalanchas de la Asociación Argentina de Guías de Montaña estipuló que, tras las últimas nevadas en Bariloche, el nivel de peligro de avalanchas es considerable en la zona andina. Esto significa la posibilidad de “avalanchas naturales y probables avalanchas gatilladas por humanos”. Por eso, se recomienda la cuidadosa evaluación del manto de nieve, la elección cautelosa del itinerario y “una toma de decisiones conservadora”.
“Es como si el invierno hubiera empezado hace un par de semanas”, sintetizó Camila Chamizo, guía de la Asociación Argentina de Guías de Montaña.
Esta pistera socorrista recalcó que, después de la primera nevada al comienzo de la temporada, hubo una etapa de bastante calor que derritió la nieve acumulada. “En la parte media y baja de la montaña, directamente no había manto. Encontrábamos algo a partir de los 1.600 o 1.700 metros, y más aún en las caras este de la montaña por la nieve que trae el viento del oeste”, dijo.
La precipitación de las últimas dos semanas aumentó la acumulación de nieve. Según los registros en la zona del refugio Ilón, Jakob y López, este miércoles cayeron entre 30 y 45 centímetros, en solo 12 horas.
“Si sumamos la nieve que transporta el viento, podemos encontrar 60 centímetros de nieve en la zona media y 90 centímetros -a un metro- en zona alpina. Esos valores superan los umbrales críticos de precipitación”, advirtió Chamizo.
El “umbral crítico” se determina cuando una nevada acumula más de 3 centímetros en una hora o más de 30 centímetros entre 12 a 24 horas. “Cuando cae mucha nieve en muy poco tiempo, empiezan a surgir problemas”, señaló.
Explicó que la nieve tiene una capacidad limitada para soportar carga: “Si se acumula mucha cantidad de golpe, sobre todo en lugares con inclinaciones mayores a 30 grados, ese equilibrio tiende a perderse y aumenta la probabilidad de avalanchas”.
El último jueves, tanto el reporte de avalanchas del cerro Catedral como el de la Asociación de Guías de Montaña, que es financiado por el gobierno rionegrino, advertían peligro alto. El nivel 4 significa que son probables las avalanchas espontáneas y naturales generalizadas, como así también las producidas por esquiadores. Ese mismo día, se registraron algunas en la zona alpina, aunque se pudo notar poco tránsito de esquiadores en dicha área, probablemente a causa de la difusión del boletín sobre las condiciones peligrosas de la montaña.

“Después de una tormenta, los esquiadores suelen salir a la montaña en busca de la nieve nueva. La nieve necesita tiempo para ajustarse a cierta cantidad de carga. Si aumenta muy rápidamente, ya sea por acumulación de más nieve, viento, lluvia o por el paso de esquiadores, puede que, en algunas inclinaciones, ese equilibrio se pierda y se produzcan avalanchas. Hay que poner freno de mano, leer sobre las condiciones y hacer una buena elección del itinerario”, especificó Chamizo.
La temperatura templada y la lluvia de las últimas horas permitieron que la nieve se estabilice “progresivamente”. El último boletín dio cuenta de “nivel 3 de peligro”. “No quiere decir que no haya peligro. Todo lo contrario: sigue siendo un nivel alto. Hay que ajustar el ojo y atender a las recomendaciones”, dijo y recordó que los boletines aconsejan el terreno más seguro para manejarse en los días de nieve con viento, lugares con anclajes donde haya árboles, rocas, arbustos y la necesidad de evitar trampas de terrenos, como acantilados, arroyos o quebradas.
Chamizo mencionó que, “si después de una nevada, se registrara una suba radical de la temperatura, como ocurre en primavera, habría más riesgo de avalanchas húmedas. Hoy tenemos temperaturas templadas, cercanas a cero grado. Eso tiende a asentar más rápido la nieve”.
El boletín del Centro de Información de Avalanchas de la Asociación Argentina de Guías de Montaña estipuló que, tras las últimas nevadas en Bariloche, el nivel de peligro de avalanchas es considerable en la zona andina. Esto significa la posibilidad de “avalanchas naturales y probables avalanchas gatilladas por humanos”. Por eso, se recomienda la cuidadosa evaluación del manto de nieve, la elección cautelosa del itinerario y “una toma de decisiones conservadora”.
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