Cómo fue la avalancha del cerro Catedral que mató a Mario Ruiz en Bariloche

Mario Ruiz fue víctima cuando realizaba tareas para prevenirlas. Hay otro trabajador herido. Era la tercera vez que lo intentaban; las anteriores se suspendieron por la presencia de esquiadores.

Mario Ruiz era un tipo de la montaña. Solía decir que la única manera de no querer subir al cerro Catedral sería mudándose a otra ciudad. Una de las últimas cosas que escribió en sus redes sociales es un pedido de que no violen la prohibición de entrar a las pistas cuando hay anuncio de detonaciones para prevenir avalanchas. Y aunque muchos dirán que fue en su ley, su muerte conmociona a Bariloche tanto como debería ponerla en alerta.

Tenía 50 años y aunque subió a lo más alto del cerro a los 18, ya grande, nunca se pudo bajar. Arrancó como aprendiz y terminó como jefe de una patrulla de más de 30 personas experimentadísimas, que comienzan el trabajo muy temprano, de noche, para que las pistas estén listas para los esquiadores.

Ayer era día de detonaciones preventivas de avalanchas en el cerro. El domingo la montaña se había llenado de gente que, con esquíes de travesía o con culipatines, quería deslizarse. Los medios de elevación estaban cerrados, pero los caminos que llevan al cerro, abiertos.

No fue una detonación lo que provocó, en principio, la avalancha que mató a Mario, hirió a Oscar Raúl Arellano, arrancó llantos entre los más sensibles y lágrimas a los más duros. Fue un desplazamiento espontáneo.

En la patrulla eran tres. En general el trabajo consiste en subir en algunos de los medios para luego bajar sobre esquíes para revisar las pistas, indicar intervenciones o advertir problemas.

Por lo que RÍO NEGRO pudo establecer, habían realizado una detonación, pero no en el lugar donde se produjo el desprendimiento.

Fue a las 8.30. “Debido a la acumulación de la nieve precipitada en los últimos días en Catedral, se produjo una avalancha en el sector norte del centro de esquí, mientras personal del equipo de patrulleros se trasladaba por ese sector realizando tareas de preparación previas a la apertura al público”, informó la empresa Alta Patagonia, concesionaria del centro de esquí.

La avalancha espontánea de placa próxima al camino conocido como intermedia se desplazó formando un cono hasta cercanías del camino ABC Norte. Dos patrulleros fueron atrapados y tuvieron que ser rescatados por sus compañeros. Uno de ellos tuvo traumatismos, pero se encontraba consciente al momento de ser evacuado, mientras que Mario Ruiz, Jefe de Patrulla, fue rápidamente trasladado al sanatorio San Carlos en estado delicado”, donde murió.

El mundo de la montaña quedó consternado. No sólo porque Mario era una persona reconocida y querida, con 30 años en el cerro, sino porque en este invierno atípico, lleno de nieve y vacío de turistas, no hubo respeto a las múltiples indicaciones y prohibiciones en relación con la pandemia y con los riesgos. Y los que violaron esas medidas no es gente que no viva en Bariloche.

Casi lo último que Mario posteó en su Facebook fue el anuncio del cierre del cerro para este lunes por las detonaciones con el siguiente mensaje: “Atención, comunicar, así después no dicen ‘no sabíamos”.

La empresa Alta Patagonia debió suspender varias veces estas acciones de prevención, llamadas Plan de Intervención de Desencadenamiento de Avalanchas (PIDA), por la presencia de esquiadores en las pistas. Podría haber sido una tragedia.


Duelo


El cerro quedó cerrado por la investigación que se abrirá y por el duelo que decretó la empresa que se declaró por dos días.

Fue muy difícil ayer hablar con compañeros de los accidentados y personal de Alta Patagonia. El llanto les impidió decir más que lo que se comunicó.

Mario Ruiz, jefe de los patrulleros, tenía más de 30 años de experiencia en la montaña. Foto: archivo Río Negro

De todos modos, RÍO NEGRO pudo reconstruir que Arellano quedó atrapado debajo de la nieve, igual que Ruiz, pero sin heridas de gravedad. Su internación en la terapia intensiva obedeció al estado de shock en el que estaba más que por riesgos de vida.

En cambio, Mario recibió golpes de troncos y rocas que bajaron desde lo alto de la montaña junto con la nieve. Así son las avalanchas: arrasan.

Utilizaron todos los protocolos y medidas al alcance para hallarlos y rescatarlos, incluso los perros adiestrados para ello.

Intentaron reanimarlo en lo alto del cerro, con la asistencia de una “mochila de trauma”, pero no lo lograron.


«No sabés como va a terminar el día»


El año pasado, Mario Ruiz fue protagonista de una nota de RÍO NEGRO sobre los que trabajan en la montaña.

Y dejó estas frases:

“Nunca pensé en mi vida trabajar en Catedral y ahora, 30 años después, es lo mejor que me pasó”.

“El día comienza siempre igual pero no sabés cómo va a terminar”.

“Al terminar el día bajamos barriendo toda la montaña por si quedó alguno perdido en alguna pista”.

“La nieve es parte de mi vida, no me veo en otro lugar ni haciendo otra cosa y el día que ya no trabaje acá va a ser muy duro, creo que me voy de Bariloche”.


Tres hijos y dos nietas


Mario Ruiz tuvo tres hijos y disfrutaba de sus dos nietas, a pesar de ser muy joven.

Tenía, además de esta numerosa familia, una mujer y amigos por todos lados.

Los mensajes de despedida se fueron diseminando ayer por las redes.
Y todas las entidades de Bariloche se manifestaron consternados por su muerte.


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