El Reino Unido y el mundo despiden a la reina Isabel II con un imponente funeral en Londres

De la ceremonia participaron decenas de líderes mundiales y miembros de la familia real.

Nota actualizada 13.30hs.- La reina Isabel II, fallecida tras 70 años de histórico reinado, recibió hoy el último adiós en un imponente funeral de Estado en presencia de mandatarios de todo el mundo, antes de ser enterrada en privado en Windsor. En su sermón en la Abadía de Westminster, el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, líder espiritual de la Iglesia Anglicana, alabó la vida de la reina, dedicada durante siete décadas a su pueblo.

«Las personas que aman servir son infrecuentes en cualquier ámbito de la vida. Los líderes que aman servir son aún más infrecuentes. Pero en todos los casos, aquellos que sirven serán amados y recordados, mientras que quienes se aferran al poder y los privilegios son olvidados», afirmó Welby.

El Coro de la Abadía de Westminster y el Coro de la Capilla Real hicieron vibrar con sus cánticos a los 2.000 asistentes, incluidos cientos de mandatarios y monarcas del mundo, del presidente estadounidense Joe Biden al brasileño Jair Bolsonaro, y de los reyes de España -Felipe y Letizia y los eméritos Juan Carlos y Sofía- hasta el emperador Naruhito de Japón.

Una estremecedora fanfarria de los trompeteros de la caballería de la casa real dio paso a dos minutos de silencio, observados en todos los rincones del país, desde las calles a los parques y los bares donde muchos siguieron la ceremonia por televisión.

El oficio terminó con el himno nacional, «Dios salve al Rey», cantado en honor del nuevo monarca Carlos III. Este siguió después a pie, acompañado por sus hermanos Ana, Andrés y Eduardo, y sus hijos Guillermo y Enrique, la salida del féretro, cubierto con el estandarte real, la corona imperial, el cetro y el orbe, y la procesión de casi 2 km por el centro de Londres.

El ataúd fue cargado sobre un carro de la Royal Navy que, al son de las marchas fúnebres de Beethoven, Mendelssohn y Chopin, fue tirado por decenas de marinos hasta al Arco de Wellington, en Hyde Park Corner.

Bisnietos de la monarca, el príncipe Jorge, de 9 años, segundo en la línea sucesoria, y su hermana Carlota, de 7 años, siguieron al cortejo en el primero de varios automóviles oficiales, junto a su madre Catalina y la nueva reina consorte, Camila.

El tercer hijo de los príncipes de Gales, Luis, de 4 años, estuvo ausente de los homenajes. Al término de la procesión, los restos de Isabel II fueron cargados en un coche fúnebre para llevarlos a Windsor, unos 40 km al oeste de la capital, donde se encuentran el célebre castillo y la que será última morada de la reina.

Con información de AFP

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