“Hizo todo lo posible”, asegura Hesayne

El obispo Miguel Esteban Hesayne, obispo emérito de Viedma y con un destacado rol en defensa de los derechos humanos durante la última dictadura, advirtió ayer que son “una gran calumnia” las acusaciones de “vinculación” o “colaboración” del entonces sacerdote Jorge Mario Bergoglio, con la dictadura militar, realizadas por versiones periodísticas y sectores políticos cercanos al kirchnerismo. El prelado, fundador del Instituto Cristífero, defendió al flamante pontífice de quienes lo quieren involucrado en el secuestro de los sacerdotes jesuitas Orlando Yorio y Francisco Jalics, en la época en que era superior de la Compañía de Jesús. Un recuerdo de los años de plomo “Hizo todo lo posible. En la época no era obispo para poderlo publicitar, pero sí la buscó por todos los medios (la liberación de Jalics y Yorio). Es por eso que creo firmemente, y eso lo dije ya antes, que para mí es una grave calumnia”, sostuvo en declaraciones a radio Del Plata. Monseñor Hesayne recordó que “alguien que quería tener una entrevista directamente con Bergoglio, el día que fueron capturados Yorio y Jalics, lo encontró a Bergoglio en ese momento llorando y decía ‘’me han secuestrado a Orlando Yorio y Francisco Jalics’”. El obispo emérito destacó la íntima relación de amistad y el “trato fraterno” que siempre mantuvo con el hoy papa Francisco durante su etapa como obispo de Viedma. “Yo ruego para que termines el servicio de obispo en Buenos Aires y que se te diga que has sido el cardenal de los pobres. Se lo dije porque sabía su conocimiento de Jesús y su evangelio y de su entrega personal”, dijo al revelar una conversación que mantuvo con él un tiempo antes de su nombramiento en el cónclave donde fue ungido como nuevo jefe supremo de la Iglesia Católica. Monseñor Hesayne elogió la sencillez del nuevo Papa, característica que llamó la atención del mundo, y subrayó su autenticidad de conducta: “Es austero por seguir los pasos de Jesús. Es un hombre enamorado de Jesús, y siempre fue generoso y valiente”.

El obispo emértio de Viedma tuvo una destacada actuación en defensa de los derechos humanos durante la dictadura.