La policía de Chile identificó a dos sospechosos del secuestro del exmilitar venezolano

Los sujetos fueron captados por las cámaras de seguridad. Se trata de dos hombres que también son venezolanos.

La investigación por el secuestro en Santiago de Chile de un exmilitar venezolano sumó hoy un nuevo capítulo. La Policía de Investigaciones (PDI) de Chile identificó a dos sospechosos que aparentemente son también venezolanos.

Los sospechosos fueron identificados gracias a los registros de cámaras de seguridad instaladas en las inmediaciones del departamento donde vivía y donde fue raptado el exteniente del Ejército venezolano Ronald Ojeda, según el diario La Segunda y la radio Biobío.

Esos medios agregaron que las dos personas identificadas ya estaban siendo investigadas por la PDI por otros casos.

En la madrugada del miércoles pasado, Ojeda fue llevado de su domicilio en Santiago por cuatro hombres con acento venezolano y los rostros cubiertos, que llevaban chalecos y otras insignias de la PDI de Chile, según denunció su familia.

El secuestro fue confirmado horas más tarde por el viceministro del Interior, Manuel Monsalve, al cabo de una reunión urgente con el canciller Alberto van Klaveren y los ministros del Interior, Carolina Tohá, y de Justicia, Luis Cordero, en el palacio presidencial La Moneda.

Monsalve dijo entonces que el gobierno había solicitado “levantar un alerta de Interpol” y reforzar la custodia de las fronteras, para evitar que Ojeda fuera sacado del país.

Distintas versiones, amplificadas por medios de prensa, atribuyeron el rapto a agentes de la Dirección de Contrainteligencia Militar (Dgcim) venezolana y a la organización criminal de origen venezolano Tren de Aragua, en ambos casos bajo supuestas órdenes de Caracas, e incluso a un autosecuestro.

Tohá dijo el viernes que “no son dos ni tres, son varias más” las hipótesis que maneja el gobierno chileno acerca de los responsables del hecho.

Otras fuentes -incluido el diario venezolano La Razón- sostuvieron que el rapto contó con “luz verde” del gobierno chileno y que fue consecuencia de un acuerdo que Caracas y Santiago firmaron hace un mes para profundizar la lucha común al crimen organizado.

Monsalve lo desmintió categóricamente el lunes y afirmó que le parecía “absurdo” que ambos gobiernos se hubieran puesto de acuerdo “para cometer un secuestro y para vulnerar la soberanía del país”.

Hoy, Monsalve agregó que ese convenio “de colaboración policial” todavía “no está activo” porque “ambos países tienen que nombrar sus contrapartes” y aún no están firmados los instrumentos que formalizan esas designaciones, según la radio Cooperativa.

Hasta esta tarde no había noticias sobre el paradero de Ojeda y Cordero ratificó esta mañana el carácter secreto de la investigación.

El exoficial venezolano vivía asilado en Chile desde diciembre pasado, por decisión del gobierno de Boric.

El 24 de enero, el ministro de Defensa de Venezuela, general Vladimir Padrino, incluyó a Ojeda en una lista de 33 militares expulsados de las Fuerzas Armadas de ese país, nueve días después de que el presidente Nicolás Maduro afirmara que su gobierno desactivó durante 2023 cinco conspiraciones para derrocarlo y asesinarlo.

Poco después, el fiscal general, el oficialista Tarek Saab, vinculó a Ojeda con uno de esos supuestos complots, el llamado “Brazalete blanco”, por el cual encarceló este mes a la abogada Rocío San Miguel, quien dirige la ONG Control Ciudadano, especializada en el seguimiento de asuntos militares.

Con información de Télam


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