Piñera, el millonario que asumirá por segunda vez la Presidencia de Chile

Con la promesa de relanzar el crecimiento económico, accederá al gobierno este domingo.

El empresario centroderechista Sebastián Piñera volverá a asumir, este domingo, la Presidencia de Chile con la promesa de relanzar el crecimiento económico, uno de los logros más emblemáticos de su primer mandato (2010-14).

Piñera, que en 2010 se convirtió en el primer político de la centroderecha chilena en acceder al gobierno por la vía democrática en 50 años, desarrollará un programa que buscará revertir o al menos atenuar varias de las reformas lanzadas por la presidenta saliente, Michelle Bachelet, desde la gratuidad de la educación hasta el aborto en determinadas situaciones.

En los cuatro años transcurridos desde que concluyó su mandato, la disgregación del sector conservador fue situándolo como el líder indiscutible de la centroderecha.

Rodeado de un equipo de leales con experiencia de gobierno tras su paso por el Ejecutivo, fue planificando su vuelta a la política activa a medida que las encuestas fueron situándolo en primer lugar.

Aunque al dejar el poder Piñera había señalado que no estaba en sus planes postularse nuevamente a la Presidencia, fue proclamado en junio pasado oficialmente candidato por los partidos de la coalición Chile Vamos, un bloque formado por su partido, Renovación Nacional (RN), la pinochestista Unión Demócrata Independiente (UDI), el Partido Regionalista Independiente (PRI) y otras formaciones menores.

El millonario empresario es un duro crítico de la mandataria socialista, a quien acusa de dejar un país paralizado, con bajos empleos y peores salarios, además de recriminarle su falta de “voluntad” de luchar contra la delincuencia.

Durante la campaña electoral, el líder centroderechista dijo que revertirá o modificará las emblemáticas reformas promulgadas por Bachelet en materia tributaria y educativa, y también cambiará la actual ley del aborto, que despenaliza la interrupción del embarazo en determinados supuestos.

Con un programa de gobierno que prevé un gasto de 14.000 millones de dólares, y que ha sido criticado por los recortes en programas sociales, promete recuperar el liderazgo y la capacidad de crecimiento, impulsar la creación de puestos de trabajo y reducir la pobreza y las desigualdades.

Las cifras de crecimiento económico durante su primer mandato -un promedio de 5,3 por ciento- y los miles de empleos creados entonces dan crédito al presidente electo, que fue además promotor de un subsidio al empleo femenino y de la licencia posnatal de seis meses.

Si bien sus oponentes advierten que su programa supondrá una política de ajustes que dejará a miles de empleados estatales en la calle, el mundo financiero y los mercados se muestran favorables a este cambio político.

La clase empresarial, que perdió la confianza en Bachelet a causa de la reforma laboral y la suba de los impuestos corporativos, espera ahora que la llegada de Piñera al palacio de La Moneda -sede del Ejecutivo- impulse la actividad económica en 2018.

Piñera, a quien se le calcula un patrimonio de 2.800 millones de dólares, prometió bajar el impuesto a las empresas, restablecer el papel del sector privado en la educación y canalizar más recursos a los fondos privados de pensiones.

Nacido en Santiago en 1949 en el seno de una familia de clase media, fue el tercero de los cinco hijos de Magdalena Echenique y José Piñera, un ingeniero y diplomático que participó en la fundación de la Democracia Cristiana.

Doctor en Economía por la Universidad de Harvard y uno de los inversores más exitosos de América latina, este político y empresario casado en 1973 con Cecilia Morel y padre de cuatro hijos fue militante y senador por RN, uno de los principales partidos de la centroderecha chilena.

Simpatizó con la Democracia Cristiana cuando era joven, votó contra la continuidad del dictador Augusto Pinochet y siempre condenó la violación de los derechos humanos perpetrada por la dictadura.

En los últimos años, Piñera tuvo que defenderse de acusaciones de sus adversarios políticos por supuesto uso de información privilegiada y negociación incompatible en su primer periodo presidencial, pero las denuncias fueron desestimadas por la Justicia.

Este domingo, el magnate recibirá por segunda vez en ocho años la banda presidencial de manos de Bachelet y se convertirá en el séptimo presidente chileno en asumir al poder desde el final de la dictadura de Pinochet en 1990.


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