Un tercio de Pakistan está bajo el agua, con más de 1.100 muertos y 500.000 personas sin hogar

Casi medio millón de personas están hacinadas en campamentos tras perder sus hogares por inundaciones generalizadas en Pakistán, que ya causaron la muerte de más de 1.130 personas.

Los habitantes de Panjal Sheik, en el sur de Pakistán, sufren las consecuencias de las lluvias torrenciales que inundaron las tierras de cultivo y provocaron, según las autoridades, la peor inundación de los últimos 30 años, con un resultado de al menos 1.136 muertos.

Pakistán llevó a cabo hoy una gran operación de rescate, mientras la ayuda internacional empieza a llegar para hacer frente a las inundaciones que ya causaron al menos 1.136 muertos, según el último balance publicado hoy por la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres (NDMA).

Más de 33 millones de habitantes, es decir un paquistaní de cada siete, se vio afectado por las inundaciones y cerca de un millón de casas quedaron destruidas o dañadas, aseguró el gobierno.

Mientras tanto, las autoridades decretaron el estado de emergencia y continúan intentando acceder a los pueblos aislados en las zonas montañosas del norte del país, lo que hace temer un aumento del balance de víctimas.

Asimismo, la NDMA indicó que más de 80.000 hectáreas de tierras cultivables quedaron devastadas y más de 3.400 kilómetros de carreteras y 157 puentes arrastrados por el agua.

En tanto, Naciones Unidas (ONU) junto al gobierno pakistaní, lanzarán mañana un pedido de donaciones con el objetivo de recaudar 160 millones de dólares para ayuda de emergencia, declaró hoy Stéphane Dujarric, portavoz de Antonio Guterres, secretario general de la organización.

La ONU «ya ha movilizado 7 millones de dólares, redirigiendo dinero de otros programas, para financiar las necesidades más urgentes», como alimentos, agua, equipamiento médico, salud materna y refugio, entre otros, agregó.

Asimismo, el domingo llegaron los primeros vuelos con ayuda humanitaria, procedentes de Turquía y Emiratos Árabes Unidos.

Tras dos semanas de lluvias incesantes e inundaciones, las peores de los últimos 30 años según las autoridades, solo quedan paredes dañadas y montones de objetos flotando en charcos de agua marrón y barro gris.

En la pequeña aldea de Panjal Sheikh, a 25 kilómetros de las orillas del río Indo, las lluvias torrenciales sin precedentes destruyeron las casas e inundaron las tierras de cultivo, lo que sumió a sus habitantes en una situación desesperante.

(AP Photo/Zahid Hussain)

«Cuando empezó a llover, todo empezó a ser destruido por todas partes», indicó Mukhtiar Ahmed, un residente de la ciudad, y explicó que «cuando intentábamos salvar a los niños de una casa que se estaba derrumbando, otra casa se cayó y luego otra. Todo el pueblo fue arrasado», añadió.

Si bien Pakistán experimenta con frecuencia fuertes lluvias -a menudo destructivas- durante la estación del monzón, que suele ir de junio a septiembre, las lluvias también son esenciales para el riego de los cultivos y la reconstitución de los recursos en agua.

Asimismo, las autoridades culparon de las lluvias al cambio climático, que está aumentando la frecuencia e intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos en todo el mundo.

Casi medio millón de personas acabaron hacinadas en campamentos tras perder sus hogares por inundaciones generalizadas en Pakistán. La ministra de Medio Ambiente advirtió el lunes que su país está en la «primera fila» de la crisis climática mundial tras las lluvias monzónicas sin precedentes que asolaron el país desde mediados de junio.


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