Bariloche: se agudiza la crisis del transporte, mientras aumentan los millonarios subsidios

El sistema tambalea por varias causas. Atribuyen el problema al retraso tarifario, la inflación que dispara los costos y la demora en los desembolsos de los aportes, sobre todo, de Nación. Los usuarios reclaman soluciones y que se cumpla el contrato.

Miles de personas dependen del transporte urbano de pasajeros (TUP) para movilizarse en Bariloche. Es esencial. Sin embargo, el servicio que presta la empresa Mi Bus está en una crisis que se agudiza con el paso de los meses y las quejas de los usuarios se multiplican.

En el Gobierno municipal y desde la empresa señalan que la causa principal del problema está en el financiamiento del sistema. Pero los aportes estatales tuvieron un fuerte aumento en los dos años últimos.

Según los datos oficiales en el primer semestre de este año, los subsidios de Nación sumaron 245.007.283 pesos. La Provincia aportó otros 249.603.653 pesos y la municipalidad financió unos 200.000 litros de gasoil premium que representaron un desembolso de 239.270.762 pesos.

El subsidio de Nación subió estos primeros seis meses de 2023 un 92% en comparación con el mismo período del año pasado. El aporte de la Provincia creció el 138,5% respecto a 2022 y el subsidio del municipio se disparó el 202,7%. La inflación acumulada en los primeros ocho meses alcanzó el 80,4% y la internanual trepó al 124,4%.

El gerente de la empresa Transporte Amancay SRL (Mi Bus) Juan Pablo Follonier afirmó que la firma arrastra un quebranto económico desde mediados del año pasado. Sostuvo que el problema está en todos lados del país y pasa por el financimiento.

Recordó que durante la pandemia hubo más de un año y medio que la tarifa estuvo congelada, con una inflación del 95%. Todo eso llevó a que a mediados del 2022 “Mi Bus prácticamente esté quebrada”.

Mencionó además el atraso de 3 meses en los pagos de los subsidios de Nación y Provincia. “Un atraso así en un período inflacionario como el que vivimos te comen las deudas como empresa”, explicó.

Dijo que los casi 200.000 litros de gasoil premium que aporta el municipio cubren casi la totalidad de los recorridos, pero aún así hay un retraso tarifario. Hoy, el boleto cuesta 158 pesos en esta ciudad. La tarifa al aeropuerto es de 320 pesos y de 510 al cerro Catedral

Follonier aseguró que ni con el aumento de los subsidios lograron mejorar la situación financiera de la empresa. “Sigue el quebranto económico”, sentenció.


Cómo subieron los aportes estatales


En 2019, los datos oficiales indican que Nación aportó 36.595.963 pesos para sostener el servicio en Bariloche. La Provincia inyectó otros 94.294.597 pesos y el municipio 70.000.000 de pesos.

En 2020, Nación giró 116.126.580 pesos, el Gobierno provincial mandó 109.934.505 pesos y el municipio inyectó 37.000.000 de pesos.

Pero en 2021, Nación aportó 186.295.356 pesos. La Provincia desembolsó 151.287.699 pesos y la municipalidad otros 111.556.512 pesos. Mientras que el año pasado, el gobierno nacional giró 306.828.766 pesos, el Gobierno provincial 249.839.530 pesos y el municipio 235.431.334 pesos.

Mi Bus recaudó el año pasado 619.900.799 pesos de los boletos que pagaron los usuarios. Y en el primer semestre de este año la recaudación directa fue de 556.121.510 pesos, según los datos oficiales que Diario RÍO NEGRO obtuvo en el municipio.


Una revisión profunda


“El sistema de transporte hay que revisarlo a nivel nacional por el tema de los subsidios”, evaluó la jefa de Gabinete municipal Marcela González Abdala, que integra la comisión de seguimiento y control del TUP . Consideró que es un sistema deficitario.

Opinó que los problemas que presenta el servicio “es un tema histórico que tampoco las gestiones anteriores lo pudieron resolver. Por eso, tenemos el juicio de la empresa 3 de Mayo”. El municipio acordó pagar una indemnización superior a los 800 millones de pesos a los dueños de la exconcesionaria del servicio.

González Abdala explicó que hay líneas que transportan pocos pasajeros que se tienen que subsidiar y hay otras líneas que son más rentables. Señaló que otro aspecto que influye es el ejido que es casi el mismo que la Ciudad de Buenos Aires, pero con el 10% de la población. Dijo que en ese contexto “es imposible brindar un servicio óptimo”.

Comentó que lo que se subsidia es el sistema, “no a la empresa”. Recordó que hay gratuidades que no las puede aguantar una empresa las tiene que afrontar el sistema.

Es el caso del boleto escolar gratis para los estudiantes de las escuelas públicas “que fue una decisión política del intendente Gustavo Gennuso”, para contribuir a garantizar el derecho a la educación porque es un costo que se ahorran los padres. Los alumnos de las escuelas privadas pagan un monto menor de la tarifa. Con el combustible que aporta el municipio se cubre esa gratuidad.

Aclaró que el municipio no le entrega el dinero a la empresa, sino que aporta combustible para los colectivos. Hoy son 49.529 litros de gasoil premium semanales.


El tránsito influye


González Abdala recordó que el intendente impulsó a principios de 2021 dos proyectos de ordenanza para generar un fondo específico para sostener el sistema de transporte urbano y otro para implementar una tasa al combustible. Dijo que ambas iniciativas no avanzaron en el Concejo municipal por falta de consensos.

Sostuvo que la tasa al combustible hubiese permitido generar un fondo específico para pavimentar calles en la ciudad, sobre todo, aquellas troncales de los barrios, que usan el servicio de transporte de pasajeros.

Dijo que tiempo atrás se diseñó un plan con cambios de recorridos que quedó listo. Indicó que de 21 líneas se bajó a 16, pero no se pudo implementar. Advirtieron que primero había que empezar a resolver el problema del tránsito en la ciudad. “Los cambios en los recorridos no se iban a percibir si primero no mejorábamos el tránsito”, afirmó.

“Por más que sumemos unidades no va a solucionar el problema porque el tránsito está muy trabado en la ciudad”, evaluó. Dijo que ese plan quedará a disposición de la próxima gestión municipal.


Un tema complejo


Explicó que son 3 ejes para que el sistema funcione: la ecuación económica, la infraestructura vial y el ordenamiento del tránsito.

Dijo que el municipio encaró mejoras en intersecciones de calles y un plan de asfalto con fondos de la municipalidad, pero “que va mucho más lento” que si hubiese un fondo específico.

“La gente no percibe las mejoras y está bien. Quiere salir de su casa, subirse al colectivo y llegar a su trabajo o regresar a su domicilio a horario y lo entendemos”, manifestó. Admitió que es un tema que no se pudo resolver y les va a pasar a la gestión siguiente “porque es complejo”.

Desde el Ejecutivo municipal recordaron que el costo del boleto históricamente era el equivalente a un litro de gasoil. Hoy, los aportes estatales (Nación, Provincia y municipalidad) sostienen el 55,88% del sistema. Mientras que el 43% restante corresponde a la recaudación directa por el pago de los boletos.


No es viable municipalizar


Para González Abdala “no es viable la municipalización del servicio”. “En ningún lugar del país funciona. En Roca lo hicieron y tienen 8 colectivos circulando”, señaló.

Dijo que en Rosario es un sistema mixto, pero “tampoco funcionó”. “No hay un sistema hoy en todo el interior del país que funcione”.

“Si tenemos en cuenta que nadie quiere pagar, el municipio no puede sostener solo el transporte”, afirmó y recordó los altos costos que representa comprar colectivos, la masa salarial del personal y los aportes, más los insumos que demanda el servicio. Indicó que Mi Bus tiene que pagar también el alquiler del predio donde guarda los colectivos, entre otros gastos.

Aclaró que Mi Bus nunca usó la herramienta del leasing para comprar las unidades. Aseguró que adquirió los colectivos con “un círculo de ahorro” que es distinto al sistema de leasing y se los dije a las juntas vecinales”.

“El leasing es como un alquiler con opción de compra. Uno adquiere la unidad que queda a nombre del acreedor y al finalizar el contrato de leasing se paga el monto diferencial y se adquiere la titularidad del bien”, explicó. El círculo de ahorro es distinto. “El vehículo queda prendado hasta finalizar el pago”, indicó.

“Se quiere confundir diciendo que la empresa no tiene nada a su nombre y no es verdad”, insistió. Además, destacó que el contrato vigente establece que un 5% de las unidades prendadas quedan a favor del municipio de las 75 que tiene Mi Bus y que se pueden ejecutar en caso de incumplimiento del contrato.


Usuarios exigen que la empresa cumpla el contrato


Los miembros de la Multisectorial del Transporte Público de Bariloche desde hace tiempo demandan un servicio accesible a todos los usuarios de la ciudad y que la empresa Mi Bus cumple con sus obligaciones.

Elena Florín integra la organización y comentó que la última actividad que hicieron días atrás fue la difusión de “una puerta de un colectivo que se cayó”.

Mencionó que desde el Gobierno municipal promocionaron que la empresa incorporó 14 unidades nuevas “que no nos ha tocado la suerte de verlos”.

Recordó que el contrato por la concesión del servicio se firmó “por cien colectivos que nunca hubo”. Florín afirmó que la empresa tuvo solo 75.

Dijo que en la pandemia causa por la covid-19 Mi Bus “suspendió el servicio de horario nocturno y nunca lo restableció”. Señaló que es el horario de la primera hora de la madrugada que es cuando los trabajadores gastronómicos y de otros rubros salen de sus trabajos y necesitan regresar a sus hogares, pero no hay ninguna frecuencia disponible. Comentó que, por ese motivo, varios trabajadores se juntan para pagar entre todos un remis o un taxi que los acerque hasta sus domicilios.

Florin sostuvo que hoy la única preocupación de la empresa “es cómo ganar más plata” y para el municipio cómo hacer que rinda más el índice de pasajeros por kilómetro (IPK) transportado “y no en función de las necesidades de la población”.

Sostuvo que en un servicio esencial como el transporte público “debe haber líneas que no sean tan redituables”, pero planteó que no es la lógica que rige el servicio.

La jefa de Gabinete municipal, Marcela González Abdala, afirmó que desde el municipio «fiscalizamos y cuando se incumple, los inspectores certifican y se realizan las actas de infracción», en referencia a los horarios y frecuencias.

«Hemos hecho actas a las 2 de la madrugada en el predio para constatar la cantidad de unidades», enfatizó.


Los números de la firma


Dijo que desde hace años intentan acceder a los números de la empresa Mi Bus, pero sin éxito. Indicó que en 2019 a partir de una presentación de la Multisectorial lograron por intermedio del fiscal Guillermo Lista que la firma presentara sus balances, “que estaban llenos de irregularidades”.

Sin embargo, la demanda que presentaron contra el intendente Gustavo Gennuso y otros integrantes de su gabinete por el presunto incumplimiento de sus deberes como funcionarios públicos y para exigir que se garantice el servicio de manera adecuada, no avanzó.

Afirmó que quieren saber cómo es el manejo que la firma hace de los millonarios subsidios que recibe. “Queremos saber cuánto ingresa y cuánto egresa, que es un dato fundamental que debe tener y exigir el municipio”, aseveró Florín.

Lamentó que en la comisión de seguimiento del transporte no hay representación de los usuarios del servicio. Solo están representados el Ejecutivo, los trabajadores por la UTA y la empresa. “Nosotros pedimos una participación efectiva, no decorativa”, enfatizó.

Cuándo se le pidió una alternativa a la existente para solucionar el problema, Florín dijo que en la Multisectorial “hay distintas posiciones», pero ella apoya municipalizar el servicio”.

De esa manera nos ahorramos el veinte por ciento de lucro”, manifestó. Comentó que una comisión de trabajadores y usuarios estaría a cargo del control del funcionamiento del servicio.

Criticó a Mi Bus y al municipio por permitirle cambiar unidades por colectivos con más de 10 años de antigüedad. “Se lo permitió este gobierno municipal”, afirmó Florín y recordó que la firma retiró de la ciudad colectivos nuevos “y trajo unos colectivos destartalados”.

“¿Por qué la empresa no garantiza lo que dice el contrato?”, preguntó la integrante de la Multisectorial. “Hay que empezar a controlar un poco, sobre todo, los números de la empresa”, expresó.

Lamentó que la justicia desestimó un amparo colectivo contra la Municipalidad y la empresa que habían presentado referentes de varias juntas vecinales “con el objeto de que se garantice la prestación del servicio urbano de pasajeros, el normal funcionamiento de las frecuencias y recorridos de las distintas líneas de colectivos, el mantenimiento y seguridad de las unidades”.

También, peticionaban que se informe sobre el cumplimiento de la ordenanza 2798/2016 “la publicación de las líneas, los recorridos, las paradas, los horarios, el restablecimiento de los horarios nocturnos, el recorrido interno en Península San Pedro -línea 20-, el término de la prestación del servicio, las garantías empresarias, el estado de operatividad y los estados contables de la prestadora”.

Los jueces de la Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial, Familia, de Minería y Contencioso Administrativa de Bariloche, Emilio Riat, Marcela Pájaro y Federico Corsiglia lo rechazaron el 6 de septiembre último porque eligieron una vía improcedente para hacer sus demandas.


La mayoría de las quejas pasa por los horarios


El secretario general adjunto de UTA Bariloche, Pablo Figueroa, opinó que la mayoría de las quejas que “hay es por el incumplimiento de los horarios”. “Es cierto qué hay muchísimo atraso en los horarios, pero esto se debe al colapso que hay en la ciudad por el tránsito”, explicó. “Esto se puede ver a diario en las avenidas Bustillo, de los Pioneros, Herman», agregó.

Dijo que uno de los problemas, que contribuye a la crisis del servicio, es el “atraso en el desembolso de los subsidios nacionales y provinciales”. “Por ahí por problemas administrativos se llegan a atrasar hasta tres meses como ocurre ahora”, indicó Figueroa.

En lo que va de este año, la UTA convocó a varios paros de choferes de Mi Bus por atrasos salariales y otros incumplimientos que dejaron a miles de personas a pie.

Figueroa evaluó que hay otro aspecto que se tiene que tomar en cuenta al momento de evaluar la situación y que pasa por los altos costos en la ciudad. “Los recorridos por donde circulan las unidades, el 80 por ciento son por calles de tierra, las cuales tienen muy poco mantenimiento. Aparte los subsidios de todo el interior son muchísimo menos que en Buenos Aires”.

Consideró que es fundamental para mejorar la prestación del servicio “hacer mantenimiento de las calles, un plan de asfalto por donde circulan los colectivos, carriles exclusivos y lograr un tránsito más fluido”.

Con respecto a los costos del boleto de colectivo, el dirigente sindical observó: “Claramente se ve en la diferencia de lo que paga un boleto el usuario del AMBA (Área Metropolitana de Buenos Aires) y lo que se paga en Bariloche”. El AMBA la conforman la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y 40 municipios de la provincia de Buenos Aires.

“Uno de los puntos más importantes en la tarifa son los subsidios. Cuanto más subsidios nacionales/provinciales ingresan más baja es la tarifa”, destacó.

Cuando se le preguntó si un esquema como el que tenemos es viable a largo plazo, Figueroa respondió: “Cómo está la situación hoy en día, considero que es impredecible. Se complica para planificar a futuro”. Enfatizó que el transporte público de pasajeros es “un servicio esencial y primordial. Tiene que ser accesible a todos los usuarios”.

“En Dina huapi es más complicado porque reciben subsidios provinciales, municipales y solo una parte de Nación”, contó.


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