El municipio de Bariloche habilitará las playas el jueves, con 26 guardavidas

El Sindicato de Guardavidas le pidió a Parques Nacionales que estudie la incorporación del servicio y se lo exija a los concesionarios. Recordaron la tragedia en el camping Los Baqueanos en diciembre del año pasado, cuando una nena de 12 años se ahogó en el lago Gutiérrez.

El municipio abrirá este jueves la temporada de balnearios habilitados, con una ligera ampliación en el plantel de guardavidas, aunque mantendrá el polémico recurso de acotar con un boyado el área para bañistas, con la advertencia de que fuera de esas “piletas” no habrá vigilancia ni prevención alguna.

En los últimos días Protección Civil completó la toma de exámenes de “reválida” a los guardavidas interesados y fueron 26 los que lograron cumplir con las exigencias técnicas y de aptitud de nado, y se aseguraron trabajo por 90 días. El año pasado habían sido 21 profesionales, pero en otros momentos, antes de la pandemia, el municipio llegó a tener veranos con 40 guardavidas.

La subsecretaria de Protección Civil, Patricia Díaz, aseguró que ese número “era un exceso” y que muchos guardavidas “no hacían nada”. Las playas reguladas son las mismas que el año pasado (Centenario, Centro, Bonita, Bahía Serena, Del Viento, Los Coihues, Ruta 82 y Arelauquen) y la presencia de guardavidas estará garantizada todos los días, de 14 a 20, hasta el 28 de febrero.

Uno de los referentes de la Asociación de Guardavidas de Bariloche, Sebastián Ruso, dijo que hoy la relación con el municipio mejoró, aunque algunos trabajadores siguen en juicio por conflictos surgidos en las últimas temporadas y a su entender, “a la larga los van a ganar”.

Interpretó que la práctica de delimitar espacios acotados para los bañistas en playas extensas, como Bonita o la playa del Viento en el lago Moreno “es ilógico” y en los hechos el guardavidas debe intervenir igual si hay una emergencia fuera de esos espacios.

“Es como si un bombero está destinado a cuidar una casa nada más y no interviene si hay un incendio en el terreno de al lado”, refirió. Dijo que estando en la playa de Arelauquen los han ido a buscar “en auto” para ayudar en otra playa cercana. “Ahí no corre el boyado, si no actuás capaz que te agarran a trompadas”, afirmó Ruso.

Consideró una buena señal que el municipio haya admitido este año a algunos “ingresantes”, pero insistió en que “las restricciones (en las playas) no se entienden”.

La mira puesta en Parques

La afluencia cada vez más numerosa a las playas lacustres y también el trágico episodio en el que se ahogó una nena de 12 años el año pasado en el camping Los Baqueanos generaron interrogantes sobre el cuidado de los bañistas en jurisdicción de Parques Nacionales.

Son varias las playas de campings habilitados y regulados por el parque Nahuel Huapi y otras de acceso libre -y muy concurridas- en las que no hay guardavidas ni señalización preventiva.

El Sindicato de Guardavidas de la República Argentina realizó un planteo por escrito ante Parques para que estudie la incorporación de ese servicio y se lo exija a los concesionarios.

El delegado local del Sugara, Ariel Ronconi, dijo que “cada vez es más gente” usa los balnearios de lagos y arroyos y que “al municipio se lo cuestiona, pero ha trabajado bastante bien” con esa demanda. En cambios Parques no tomó hasta ahora decisión alguna.

“Nosotros acercamos una propuesta para que se incorporen guardavidas donde hay más afluencia de bañistas -dijo Ronconi-. Son lugares que creemos que tienen que estar cubiertos”.

El intendente del parque nacional Nahuel Huapi, Horacio Paradela, dijo que el tema está en evaluación, pero sin definiciones por ahora. Entendió que “hay que ser cuidadosos con el mensaje público” y que si se aplicara el criterio de exigir guardavidas en todos los espejos de agua “sería algo inabarcable”, porque “son muchísimos y operativamente es muy difícil”.

Dijo que las playas que “tienen vinculación urbana son manejadas por el municipio”. Este medio le preguntó por aquellas ubicadas en jurisdicción de Parques, por ejemplo la de Baqueanos, en el lago Gutiérrez u otras sobre el Mascardi. Paradela dijo entender “la visibilidad” del tema e insistió en que está “en evaluación”.

Aclaró que en la concesión vigente en el lago Espejo, en el norte del parque, sí hay guardavidas, porque se trata de un lugar muy concurrido y así lo previó el pliego de licitación, pero que en predios privados u otras concesiones “no tienen esa exigencia”. De modo que las personas que se bañan en esas aguas, de bajas temperaturas y muchas veces de importante profundidad, lo hacen a su propio riesgo.


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