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Habrá salvataje para la fábrica Cersinpat de Cutral Co que busca modernizarse
Es la primera etapa del proyecto que busca mejorar la producción de ladrillos cerámicos huecos. Desde hace 13 años que la fábrica está en manos de los obreros.
La nave de la fábrica tiene un 40 % de avance (Fotos: archivo gentileza)
Un programa de salvataje para que la fábrica de ladrillos cerámicos, Cersinpat, situada en el parque industrial de Cutral Co, pueda modernizarse está en marcha. Consiste en el aporte de 200 millones de pesos, en una primera etapa. Además, se incluirá el recambio del techo en la nave principal porque presenta severos daños. El aporte provendrá del Ente Autárquico Intermunicipal El Mangrullo -ENIM- a través del municipio.
El intendente José Rioseco junto al presidente de la cooperativa Cersinpat -exStefani- José Ramírez y el director ejecutivo del ENIM, Osvaldo Giménez, explicaron los alcances de este programa denominado de Reingeniería y Actualización del Polo Cerámico en Cutral Co.
Hace unas semanas atrás una comitiva viajó a Brasil para visitar la fábrica que proveerá de las máquinas que se comprarán para Cersinpat. «Este gobierno tomó la decisión política, a través del ENIM, que se haga la inversión necesaria para la compra de las maquinarias, en una primera etapa que corresponde al proceso de molienda y moldeado», dijo el jefe comunal Rioseco.
«Junto con la maquinaria vendrá la ingeniería de la fábrica para la capacitación», explicó Rioseco y le pidió especialmente el compromiso a los obreros para que puedan formarse en el uso de la maquinaria nueva que llegará en unos meses.
Fue el director ejecutivo del ENIM, Giménez, quien describió en qué consistirá el plan. «Es un proceso de planificación consensuado con los ceramistas. La idea es una actualización y reingeniería, tomando en cuenta el conocimiento y trabajo de los operarios de la fábrica y de profesionales que contratamos para llevar adelante la actualización», reveló Giménez.
La delegación que viajó hasta Leme, a 250 kilómetros de San Pablo, en Brasil estuvo en la fábrica que realizará el equipo que se comprará y que se pagará en Reales. Antes de esta instancia hubo un trabajo de relevamiento, diagnóstico, sobre la materia prima, su análisis, se hicieron muestras de dónde se sustrae. «La idea es mejorar el producto desde la materia prima hasta la producción», mencionó.
Ya el año pasado se montó un laboratorio -aprobado por el Concejo Deliberante que preside Jesús San Martín en el presupuesto- y se lleva a cabo la capacitación del personal. Son tres los trabajadores que desde hace dos meses reciben la formación de cómo tomar las muestras, sacar las características de las arcilla y hacer el cálculo para iniciar la producción.
«A pesar de que todavía no termina la capacitación ya se nota la diferencia en la calidad del cerámico», dijo el ceramista Ramírez.
A la vez se hizo un análisis edilicio estructural y de la parte eléctrica, que está a cargo de un ingeniero especialista en estructuras para resolver la mejor alternativa de solución. Se acordó con la empresa brasileña proveedora que se encargarán de la puesta en marcha y la capacitación de los operarios para el manejo.
«Es sumamente grato el proceso. Lo llevamos adelante y con la buena voluntad de los trabajadores que ponen el esmero para llevarlo adelante», aportó Giménez.
En tanto, el presidente de la cooperativa, Ramírez, agradeció profundamente a todos los funcionarios porque: «hoy nos abre una puerta, una posibilidad de mejorar la calidad de trabajo. Hace tres años que venimos peleando, poniendo el esfuerzo y con los brazos arriba, todos los días para poder producir un cerámico y cada vez nos costaba más».
Ramírez dijo que «no es fácil confiar en una fábrica que viene muy golpeada. Y siempre les golpeamos las puertas (al municipio) y nos dieron respuesta. Estamos muy conformes con la visita a Brasil y con la tecnología que tendremos».
En esta fábrica son 65 los operarios que están vinculados a la producción. La producción en los mejores momento llegaba a un promedio de 10 mil cerámicos. Es decir, 12 vagonetas por turno -hay dos turnos de ocho horas cada uno- y en la actualidad se produce de tres a cuatro vagonetas.
«Se cumplen con los gastos fijos: luz, gas, seguridad, transporte y lo que queda lo repartimos en partes iguales», aclaró. Lo que se obtiene después de pagar esos gastos se reparte entre todos los ceramistas.
En cuanto al techo de la nave donde está la fábrica es parabólico de unos 40 metros de largo, por 10 de alto y unos 15 metros de ancho. Los problemas estructurales son graves. «Hace siete años estamos peleando por eso y por suerte ahora ya se reparará», concluyó.
La fábrica es la única de ladrillos cerámicos huecos que existe en la provincia. Los obreros, después de varios meses de reclamo, tomaron el control y la llevan adelante desde hace el 2010.
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