Insistirán con la tasa de embarque en la Terminal de Neuquén

El municipio y Parada Liniers analizan está posibilidad para incrementar sus ingresos y cubrir los costos del servicio. Este año vence el actual contrato que fue prorrogado por la pandemia.

En 17 años de funcionamiento de la Terminal de Ómnibus de Neuquén, el municipio de Neuquén aplicó todo tipo de maniobras para que pudiera sostenerse financieramente por sí sola. Nunca lo logró.
Con la llegada de la pandemia y el cierre de casi todas las actividades económicas, la situación empeoró y la municipalidad salió nuevamente al rescate.

En 2020 vencía el contrato de concesión de la firma Parada Liniers y las partes acordaron prorrogarlo. Este año se debería llamar a una nueva licitación para la administración del “gigante de Solalique” y la actual concesionaria y el municipio ya tienen en carpeta varios proyectos para recuperar la sostenibilidad de la ETON. Uno de ellos es volver a insistir con el cobro de la tasa de embarque que deberán abonar los pasajeros cada vez que adquieran un pasaje.

“Seguramente la tasa de embarque va a ser de análisis para la nueva licitación”, aseguró el subsecretario de Transporte de la municipalidad, Mauro Espinosa.
La aplicación de este impuesto tuvo dos intentos fallidos y muy resistidos.

En 2005 el funcionamiento de la terminal neuquina arrancó con el cobro de una tasa de embarque de 2,50 pesos por cada pasajero transportados a más de 500 kilómetros. La normativa que autorizó dicho impuesto establecía que debía ser absorbida por las transportistas y dejaba a su criterio si la trasladaban al pasajero. Las empresas de colectivo reaccionaron rápidamente y aseguraron en ese momento, que ese ítem no formaba parte de la tarifa, por lo cual debía ser abonada por el usuario.

191.179
pasajeros pasaron por día por la estación de colectivos durante el 2021. En 2019 fueron 530.574.

Con la aplicación de esta tasa se buscaba que la empresa Tayn pudiera alcanzar los ingresos mínimos a los que se había comprometido frente al Ejecutivo municipal para administrar la estación de colectivos. En ese entonces los costos operativos fueron calculados en 5 millones de pesos y la concesionaria recibía de subsidios un total de 2.700.000 de pesos.

Pero, la imposición de este impuesto rápidamente generó descontento en las firmas y en los pasajeros y cuando la situación se puso peor, comenzaron a abundar los juicios y varias empresas huyeron de la terminal de Neuquén. Dos años después, se eliminó ese canon porque la ETON agonizaba de clientes.

La segunda arremetida fue en 2012, cuando entró en vigencia un nuevo marco regulatorio de la terminal y cuando por ordenanza se reemplazó al figura jurídica de gerenciamiento por la de concesión.
Los argumentos en ese momento fueron que el cobro de la tasa de embarque permitiría a la concesionaria cubrir los gastos del servicio, que ese año le significaban al municipio un gasto de medio millón de pesos por el canon que le pagaba al municipio. Tampoco prosperó.
Ahora en 2022, los números de Parada Liniers siguen por debajo de lo esperado y se intentará nuevamente insistir con el pago por derecho de embarque. Este año el municipio paga a la administradora un canon mensual de casi 5,5 millones de pesos. Tampoco alcanza.

En números

5,5
millones de pesos es el canon mensual que le paga el municipio a la concesionaria por hacerse cargo de la ETON.

Salvavidas para que no siga en picada

Aún no está definido el monto que se cobrará por pasajero transportado, quien lo absorberá o si prosperará. Lo que sí está confirmado es que no será el único salvavidas que la gestión de Mariano Gaido le tirará a Parada Liniers.
Los respnsables de que todo salga bien le sacaron punta al lápiz y definieron que “se sumarán nuevos servicios de atención a la ciudadanía tanto nacionales, provinciales como municipales, por ejemplo una oficina del Registro Civil”. En la actualidad, el municipio alquila locales donde funcionan varias dependencias por un monto que rondaría entre los 150 y los 250 mil pesos mensuales.
Se proyecta además construir un paseo de compras en el sector norte del edificio, “comprometidos los locales que dan a calle 12 de septiembre”, muchos de ellos hoy cerrados.
Aprovechando el furor de las compras por internet, se prevé la construcción de una bodega y oficinas de atención al público para la recepción y despacho de encomiendas, “con un lugar apropiado para la maniobra de camiones y utilitarios para descongestionar el centro”.
Además, “en un espacio ocioso se piensa levantar una estación de servicio con un sector parala carga de autos eléctricos”, aseguró el subsectrario de transporte, Mauro Espinosa.


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