La erradicación de las bolsas de polietileno en los comercios avanza a paso muy lento en Bariloche

La ordenanza, que promueve la prohibición escalonada del uso de bolsas en los supermercados y otros negocios, fue sancionada en junio pasado, pero su aplicación se demora en la ciudad. Advierten falta de compromiso del gobierno municipal.

La ordenanza que fue aprobada en el Concejo Municipal en junio pasado luego de largo análisis para avanzar con la erradicación de las bolsas de polietileno en supermercados y otros comercios de Bariloche todavía no se aplica a pleno, por deficiencias en la fiscalización y la falta de materiales de reemplazo.

La concejal que impulsó la regulación, Norma Taboada (JSRN), reconoció que hay una demora en el cronograma establecido y pidió informes sobre el tema a la secretaria de Fiscalización municipal. También quiere saber “cuánto se recaudó con las multas” que ya deberían existir para los incumplidores.

Taboada dijo que los supermercados tenían que empezar a retirar las bolsas “de arranque” en las secciones como verdulería y frutería de inmediato, una vez aprobada la norma, que tiene fecha de promulgación el pasado 13 de julio.

Observó también que hay “atrasos con cartelería” y que el Ejecutivo hace todo muy lento, y recién hace unos pocos meses “solicitó presupuesto a Hacienda” para elaborar el letrero que debían imponer a los supermercados. Según la concejal, sólo vio la cartelería obligatoria en la cadena La Anónima, mientras que otros comercios del rubro “lo estarían incumpliendo”.

Criticó que la cartelería es insuficiente porque “no tiene el cronograma” al que deben ajustarse los clientes, con una reducción progresiva de la cantidad de bolsas de plástico que pueden recibir, tal como ocurrió diez años atrás cuando fueron eliminadas las bolsas “camiseta”.

En aquel momento la prohibición solo alcanzó a los supermercados, y tuvo un efecto notorio en la reducción de plásticos. Pero esta vez también alcanza a verdulerías, panaderías, y comercios de productos “todo suelto”, entre otros rubros. Solo queda eximida la venta de carnes, pescado, fiambres y lácteos, por cuestiones sanitarias.


Poner un freno


Taboada dijo que era necesario poner un freno porque “es enorme la cantidad” de plástico desechable que se usa en Bariloche para el expendio de alimentos. Aseguró que la resistencia de la población es cada vez menor y que la conciencia en ese tema avanza “de forma progresiva”.

Según señaló, la cadena La Anónima ya adoptó las bolsas biodegradables, producidas con fécula de maíz, aunque no tuvieron buena aceptación porque “se rompen mucho”. Taboada dijo que sería apenas una prueba, y que “pueden emplear distintos tipos de contenedor, en base a cartón, papel, materiales degradables. Que inventen algo, en el mercado hay alternativas”.

Dijo que ya hay fábricas de bolsas que trabajan con materias primas vegetales como el bambú “que es muy bueno, aunque es caro, porque no hay en el país”. También mencionó el “polipapel, usado en las heladerías”, que se degrada rápidamente después del uso.

Según Taboada “los comercios se tienen que poner en serio a buscar otras maneras de envasar, porque es una demanda urgente en todo el planeta. Se viene una ola de sustentabilidad”. Aseguró que “los turistas cada vez más buscan lugares que tengan perfil sustentable, y lo mismo pasa con la alimentación vegetariana y vegana”.

Según la concejal, la reconversión es viable y citó el caso de la cadena Mc.Donald¨s “que en Europa no usa nada de plástico y entonces una se pregunta por qué acá no”. También dijo que hay chocolaterías locales que venden con “packaging sustentable” en Buenos Aires, mientras que en Bariloche lo hacen con materiales tradicionales.

Taboada subrayó que “hay algunos comercios chicos que dan el ejemplo”, porque comprobaron que es una buena estrategia de venta.


Las multas


Según la concejal, una de las batallas es que el Ejecutivo municipal también entienda la importancia del tema. Aseguró que apenas fue sancionada la ordenanza dieron una capacitación sobre su contenido a unos 30 inspectores, pero al día de hoy no consiguen que la regulación se aplique a pleno. “Nos dicen que les complica mucho, que el listado de cosas que tienen para fiscalizar en una inspección es enorme, y ahora se agrega esto de las bolsas”, dijo Taboada.

Aseguró que por el tiempo que lleva de vigencia la regulación “ya tiene que haber multas” y está a la espera de que el Ejecutivo le conteste cuántas se labraron, “porque la ordenanza creaba un fondo para campañas de educación ambiental” con ese dinero.

La ordenanza establece la inmediata obligación para los supermercados de encontrar “reemplazo alternativo sustentable y no plástico para las bolsas de polietileno tipo bobina o arranque”.


Los plazos de la norma


El resto de los comercios tenían plazos que ya corren y que no se exigen con el rigor esperado. En los primeros 90 días debían limitar la entrega a no más de cuatro bolsas de arranque por cliente, a los 120 días un máximo de tres, a los 180 días solo dos bolsas y así hasta la prohibición absoluta en 395 días.

Julio Trevisan, titular de la panadería que lleva ese nombre, dijo que ya comenzaron a restringir las bolsas de polietileno y que bajaron un 30% la entrega de ese tipo de envoltorio. Lo reemplazan con bolsas de papel, aunque aclaró que “en algunos productos no se puede, y cuando llueve tampoco”.

En las verdulerías De la Tierra, Juan Cruz De Caso admitió que la reconversión no es fácil y depende del tipo de público. En la sucursal que tienen en el kilómetro 13 “la gente se adaptó mejor” a llevar sus compras en cajas, y solo entregan bolsitas de las más chicas para algunos productos como frutillas o tomates cherry. “Sacamos de circulación todo lo que es bolsas de plástico y proponemos a la gente que venga con su propia bolsa”, explicó. Pero en algunos lugares, como los locales céntricos, el recambio es más lento de lo esperado.

Otros comerciantes dijeron estar al tanto de la ordenanza por un interés propio y no porque el municipio lo haya comunicado. Reconocieron que las bolsas biodegradables “son más caras, menos resistentes y no sirven para los mismos usos” que las de polietileno.


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