Las cinco trampas que complican el tránsito en la ciudad de Neuquén

Las calles que se transforman en doble mano para la circulación presentan serios dilemas para quien las transitan por primera vez y se corren riesgos. Los cruces semaforizados son de hasta 120 segundos aunque la cartelería de contramano no está lo suficientemente visible.

Conducir en la ciudad de Neuquén se transformó en un serio problema no sólo para quienes lo hacen en forma temporaria o casual, léase turistas, sino también para los vecinos que deben adaptarse a cambios que se naturalizan.

1 Pampa y Fava

Quienes circulan hacia el norte por calle La Pampa desde la orilla del Limay se encuentran en la calle Fava un semáforo que, si bien los habilita a seguir, tiene otro cartel de contramano que ya perdió su color original.

Calle Fava y La Pampa, la trampa del tránsito de doble mano a la circulación de único sentido (Matías Subat)


En efecto esta es la trampa del tránsito número uno que Río Negro ubicó en la zona de Bajo de la ciudad de Neuquén.


El sentido de circulación de esta calle, de sur a norte, sólo es hasta la calle Fava, después se transforma en un único sentido, al revés, es decir, de norte a sur.


Comerciantes de esta transitada esquina indican que no son pocos los que, luego de conocer el paseo costero, van hacia la Ruta 22 y cruzan en contramano. Un riesgo.

2 Copahue y Bahía Blanca

Es una de las últimas modificaciones que hubo en cuanto a cambiar el sentido de circulación. Es Copahue y Bahía Blanca. La calle que corre de sur a norte es de doble mano hasta que se topa con Copahue, a unas cuatro cuadras del cruce con la Ruta 22. Desde ese punto es única mano.

Copahue y Bahía Blanca, una esquina que sin mucha señalización colecta los problemas de las calles aledañas (Matías Subat)

Esta calle tiene una bicicalle que impide estacionar sobre la mano izquierda y la transforma en troncal porque une el río con la calle Leloir. Quienes la usan de norte a sur deben esquivar los autos de frente y girar por Copahue hacia el oeste.


La calle Copahue es una de las colectoras de Richieri que es de doble mano aunque tengan prácticamente el mismo ancho. Es la continuación de la calle Lanín en el este de la avenida Olascoaga y la circulación también, sufrió cambios en los últimos años.

3 Libertad y José Rosa

La calle Libertad es una de las que conecta de oeste a este la zona del Bajo de doble circulación entre la colectora de la Ruta, la Perticone que va de oeste a este, y la Richieri. Tiene la trampa número 3 del ranking de este diario.

Libertad de doble mano hasta la José Rosa, (Matías Subat)


Está ubicada en la intersección con José Rosa, a una cuadra de Bahía Blanca, se transforma en mano única y quienes la transitan deben girar hacia la izquierda o derecha frente a los vehículos que pugnan por seguir.

4 Alderete y Entre Ríos

La trampa número 4 es una esquina clásica en Neuquén: Alderete y Entre Ríos. Sólo un cartel ya sin brillo y una flecha que cuelga al lado del semáforo da pistas que los autos que vienen de frente están bien, pero también deben girar y rogar para que mantengan la mano.

Un clásico del centro: Alderete y Entre Ríos. Se puede girar a la izquierda pero sin invadir el otro carril que también permite doblar (Matias Subat)

Quienes transitan por Alderete hacia el centro deben girar a la derecha y quienes van al revés, si no siguen hacia el oeste, deben hacerlo hacia la izquierda y tomar la Entre Ríos hacia el norte.

5 Belgrano y Godoy

El cambio de circulación en la calle Belgrano cumplió en febrero 23 años. En la esquina con Godoy es la trampa número 5 porque es en ese punto que sólo puede ser transitada desde el oeste hacia el centro.

Belgrano y Godoy, ya cumplió 23 años, y sigue despertando desorientaciones. (Matías Subat)

El problema es de los conductores que pretenden circular por la calle hacia ambos lados sin que exista señalización para los que están sobre la Belgrano pero al oeste de Godoy. ¿Quién tiene prioridad cuando el apuro sobrepasa el carril?

Derivar el problema a otra calle

La ciudad es una suerte de campo de pruebas donde se puede encontrar situaciones que resultan caras para algunos municipios y desopilantes para otros. Así hay calles marcadas para el tránsito de colectivos pero que en realidad se utiliza para estacionar vehículos gratuitamente como es el caso de la Belgrano, Alderete y Tierra del Fuego.

También se encuentran desvíos que se utilizan con frecuencia y, hasta están señalizados informalmente, para llegar hasta el puente carretero con Cipolletti por calles de tierra de Provincias Unidas y Sapere con lo que se evita transitar en asfalto con tediosos semáforos. Quienes usan los desvíos desde el Parque del Este aducen que reducen hasta en 10 minutos el tiempo para llegar al cruce de la avenida Mosconi y el puente sobre el río Neuquén.

El perito en accidentología vial Eduardo Prueguer describió que las decisiones vinculadas al tránsito tienen que limitarse a un número de calles ya dado, y lo que se termina resolviendo es el mal menor. “Se traslada el problema de un lugar hacia otro y en algunos casos funciona bien, como el de la calle Salta”, dijo.

Se pronunció a favor de dejar de hacer soluciones transitorias y se avance hacia decisiones de más estructura en el tiempo. Observó que la calle 12 d e Septiembre está desaprovechada y que no hay demasiados cruces en la ex Ruta 22 que comuniquen el sur con el norte de la ciudad. Ahora la ruta es una avenida urbana que requiere intervención.

Para quienes transitan a diario del sur al norte por calle Bahía Blanca, por ejemplo no resulta un problema más allá de las esperas por los semáforos y el cruce de la ruta, aunque para quienes lo hacen por paseo o visita se encuentran que después de la calle Copahue, la calle se hace doble mano hacia la zona del río, porque la calle termina en las adyacencias del balneario Albino Cotro.

No es el único caso de calles que han cambiado el sentido de circulación que para los vecinos resulta amigable pero no para los visitantes.

Prueguer dijo que lo que no se tiene en cuenta cuando se toma una medida de tránsito es la evaluación posterior, porque si el problema de la congestión se muda a otro sitio hay un impacto a los vecinos que debe ser aminorado en caso de haber alguna solución.

También mencionó la necesidad de contar con un protocolo de señalización con pintura reflectiva y obstáculos de plástico, no tambores de metal que ocasionan serios inconvenientes si se produce un tocamiento, especialmente en horas nocturnas.

En relación con que se traslada el problema hacia otro lado puso de ejemplo que el nodo vial que despegó el acceso al centro por la diagonal 9 de Julio que, en forma atinada, trasladó la congestión a la calle Salta que sube al norte pero que se hace doble mano después de la calle Antártida Argentina y que los vehículos ahora bajan por Jujuy. De allí que el perito pidió que se hagan evaluaciones posteriores cuando se hace una intervención en los sentidos de circulación de las calles porque, como este caso, pueden ser positivos.

En rigor, amen del diagrama con diagonales del Alto de la ciudad de Neuquén, el desarrollo urbano fue caótico y se debieron hacer intervenciones posteriores y el ejemplo más acabado es el corredor Leloir y Doctor Ramón que, si bien solucionó la circulación oeste – este en la zona de mayor presión inmobiliaria, generó que se agolpen los estacionamientos en zonas de baja densidad habitacional con calles que no están pensadas para que estacionen dos autos por acera. De todas formas, las nuevas intervenciones también requieren atención como la diagonal de Canal 5 hacia Valentina donde se entubó un canal.


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