Murió la guanaca «Macarena»
Fue en forma accidental. En primavera iba a ser liberada en su medio natural.
Según lo adelantado a «Río Negro» por el delegado de guardafaunas Jorge González, se decidió entregar el otro ejemplar a la familia a la cual le fue decomisado. La decisión fue adoptada luego de recibir un informe del biólogo Martín Funes que indica que difícilmente el animal reúna las condiciones adecuadas para su reinserción al medio natural.
El ejemplar será entregado como depositario a Arnoldo Tapia y su familia, con el compromiso de que permanezca en el campo de invernada que poseen en el paraje Los Chihuidos, pero además con la condición de que esté «libre y al cuidado de enfermedades y posibles predadores». Esta familia tendrá la misión complementaria de difundir en la zona donde tienen el campo las prohibiciones que existen con respecto a poseer animales en cautiverio provenientes de la fauna silvestre.
Un veterinario que revisó al animal determinó que el deceso fue como consecuencia de un golpe que recibió en la región frontoparietal derecha luego de una embestida contra un poste de un corral.
«Macarena» y «Esperanza», nombres con los cuales los guardafaunas bautizaron a los animales, fueron detectados uno en un control de ruta en Andacollo en un vehículo que se dirigía a Los Chihuidos y el otro en un domicilio particular en el barrio Uriburu.
Esta situación generó una carta de lectores firmada por José Herminio Navarrete y publicada el 27 de julio pasado por este medio, quien indicó que la intención de la familia que llevaba uno de los pequeños guanacos era únicamente preservar la vida del animal ya que había sido encontrado recién nacido junto a su madre muerta.
Los guardafaunas habían trasladado a los guanacos desde un corral pequeño a uno más amplio, donde «Macarena» finalmente murió producto de la lesión recibida.
Desde la delegación se informó que no se ejecutará la infracción que prevé una multa de 1000 pesos para estas familias por sacar a los guanacos de su medio ambiente ya que desconocían la normativa vigente. Un informe emanado del biólogo Martín Funes, Jefe de Departamento Fauna Terrestre de Centro de Ecología Aplicada del Neuquén (CEAN) da cuenta de que la muerte del guanaco «no hace más que confirmar lo negativo que resulta que la gente aprese ejemplares de la fauna silvestre».
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