Murió la madre de la lucha por los derechos civiles
Rosa Lee Parks fue una trabajadora que en 1955 desafió al sistema de segregación racial en EE. UU. al negarse a ceder su asiento a un hombre blanco. El gesto fue fundacional en el movimiento que luego lideraría Luther King.
BREE FOWLER DETROIT (AP).- Rosa Lee Parks, cuya negativa para ceder su asiento de autobús a un hombre blanco desató el movimiento moderno de lucha por los derechos civiles, falleció ayer a los 92 años.
La señora Parks murió en su casa por causas naturales, dijo Karen Morgan, portavoz del representante demócrata John Conyers. Parks tenía 42 años cuando realizó un acto de desafío que cambiaría la historia estadounidense y le daría el título de «madre del movimiento por los derechos civiles».
En esa época, los reglamentos impuestos luego de la Guerra Civil impusieron la separación de razas en los autobuses, restaurantes e instalaciones públicas en el sur, mientras que la discriminación racial mantenía a muchos afroamericanos sin acceso a barrios y empleos en el norte del país.
La costurera oriunda de Montgomery, Alabama, era miembro activo de la representación local de la Asociación Nacional para el Desarrollo de la Gente de Color e iba en un autobús citadino el 1 de diciembre de 1955 cuando un hombre blanco le exigió que le cediera el asiento. La señora Parks se negó, a pesar de que las leyes la obligaban.
Dos mujeres afroamericanas ya habían sido detenidas por la misma ofensa ese año, pero Parks terminó en prisión y se le impuso una multa de 14 dólares. Alser interrogada por los hechos en 1992, ella indicó que que «los pies me dolían y no sabía por qué me negué a ponerme de pie cuando me lo dijeron. Pero la verdadera razón por la cual decidí no hacerlo fue porque sentí que tenía el derecho a ser tratada como cualquier otro pasajero. Habíamos soportado ese tipo de tratamiento demasiado tiempo».
Su arresto desató un boicot de 381 días de duración contra el sistema de autobuses organizado por un hasta entonces poco conocido ministro bautista, el reverendo Martin Luther King Jr., quien posteriormente recibió el Premio Nobel por su labor. «Cuando fui arrestada no tenía idea de que se convertiría en esto», dijo la señora Parks 30 años después. «Simplemente era un día como cualquier otro. La única cosa que lo hizo importante es que las masas se unieron».
El boicot contra los autobuses de Montgomery, ocurrido un año después de que la Corte Suprema declarara que la separación en las escuelas entre blancos y negros era «inherentemente inequitativa», señaló el inicio del movimiento de los derechos civiles. El movimiento culminó en 1964 con la declaración de la Ley de Derechos Civiles, la cual prohibió la discriminación racial en lugares públicos.
Luego de su papel en la lucha por los derechos civiles, la señora Parks tuvo problemas para encontrar empleo en Alabama. En medio de amenazas y hostigamiento, ella y su esposo Raymond se mudaron a Detroit en 1957. Trabajó como ayudante en la oficina de Conyers en Detroit de 1965 hasta su jubilación el 30 de septiembre de 1988.
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Su nombre de soltera era Rosa Louise McCauley y nació el 4 de febrero de 1913 en Tuskegee, Alabama. De no ser por el incidente que la marcó de por vida, quizás Rosa Parks habría sido otra costurera de raza negra más en EE. UU., aunque ya en esa época era una militante de base por los derechos de su raza.
Pero en diciembre de 1955, en un autobús público Parks se negó a sentarse en uno de los bancos posteriores, en Montgomery, Alabama, para cederle el puesto a un blanco. De esa manera, contravenía la división de razas de la época. Su detención desató un boicot de más de un año por parte de la población negra contra los autobuses.
En la protesta, que se extendió por 381 días, destacaba por entonces un joven líder, Martin Luther King.
King se convirtió luego en presidente de la nueva «Asociación Montgomery de Mejoramiento» y el movimiento resultó exitoso, generando cambios en la legislación local, estatal y federal en favor de los negros en Estados Unidos.
En 1956, el Tribunal Supremo estadounidense declaró inconstitucional la división de razas en medios de transporte público.
Hostigada, al año siguiente Parks se trasladó a Michigan, donde desde 1965 trabajó para el legislador demócrata John Conyers, quien en una entrevista de la CNN la calificó de «madre del movimiento de derechos cívicos». En una ceremonia conmemorativa en el 2000, 45 años después de aquellos episodios, el gobernador de Alabama, Don Siegelman, reconoció públicamente que la lucha que inició Parks «cambió el Estado y la nación para siempre».
La salud de Parks se fue desmejorando en los últimos años de la década de 1990. Para entonces dejó de dar entrevistas y muy pocas veces aparecía en público. En una de ellas, en 1995 afirmó: «Me gustaría que la gente dijera que soy una persona que siempre quiso ser libre y que lo quería no sólo por mí; la libertad es para todos los seres humanos».
En 1994, un hombre de 28 años entró a su casa y la golpeó, robándole 53 dólares. El sujeto, Joseph Skipper, achacó su delito al consumo de drogas.
En 1996, el entonces presidente estadounidense Bill Clinton le entregó la Medalla de la Libertad.
Su esposo Raymond Parks, con quien se había casado en 1932, murió en 1977. La muerte de Rosa Parks fue por causas naturales en Detroit, donde vivía desde hacía varios años. (DPA/AFP/AP)
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